“A veces, cuando parece que todas las piezas se están cayendo a pedazos, en realidad pueden estar cayendo en su lugar”
Mi respiración está agitada y mis manos húmedas por el sudor que emana mi cuerpo nervioso. Me observo en el espejo y aún no puedo creer lo que está sucediendo.
Millie coloca un ramo pequeño, pero hermoso de calas en mis manos, con una cinta bastante sutil en tonos dorados.
El movimiento brusco del pequeño Andrew en mi vientre hace que suelte un grito al tocar mis costillas, y mi amiga sonríe ante mi reacción.
—¡También está nervioso! —dice ella sonriendo, mientras que se agacha tocando mi vientre—. Pequeño, debemos apresurarnos.
En su tono, denoto que también está nerviosa.
Y esa es mi amiga, esa es Millie John
—¡Ale! ¡Por favor! ¡Vete…! —mi madre grita de forma entrecortada, su rostro está tan hinchado, tan lleno de sangre que sus labios tiemblan de forma descontrolada mientras que ella toma las manos de aquel hombre suplicándole con la mirada que se detenga, pero este no lo hace.No lo hace.Yo trato de ordenar a mi mente de actuar, pero no me hace caso, mi cuerpo literalmente está paralizado ante el miedo.Élla tiene sujetada del cuello mientras le propina otro golpe en la cara.Que ironía,ese mismo hombre que al amanecer le dice que la ama, que no quiso hacerlo, que lo perdone, que ya no pasará de nuevo… ese es el mismo que al día siguiente después de cada borrachera, promete que cambiará.¡Bien!, ahora tiene su cuerpo como si fuera un costal de arena, en el mismo cuerpo de mam&a
—¡Señorita no puede estar aquí!, ¡por favor! —grita la recepcionista de manera agitada intentando alcanzar mi paso.—¡He pedido esta cita por dos meses! No puedo esperar más, ¡Lo siento! —le respondo de manera desesperada; y así era, esta era mi única oportunidad yquizásen un futuro me agradecería a mí misma por esto.Estaba decidida a seguir la recomendación de Joshua, quería tratar de borrar marcas que nadie podía ver, pero yo las sentía arder cada mañana que abría los ojos.Me detuve en medio de la sala, estaba temblando con las manos sudadas y pensé que en cualquier momento mis rodillas podrían fallar.Millie, había hecho una encuesta para su proyecto en esta compañía, la empresa más prospera en Inglaterra,
—Señor Sadik, Señorita Miller… —anuncia el Señor Lerman observándome de manera perspicaz, esto capta inmediatamente la atención de Kerem.La mención de mi apellido me saca de mis cavilaciones, así que parpadeo varias veces.—¿Por qué debería vender mi empresa al emporio Sadik?Esta pregunta no se trata sobre dinero,pienso rápidamente. De cierta manera puedo comprenderlo, no sé cómo explicarlo, pero me siento en sus zapatos.—Señor Lerman, nuestra empresa hará la proyección que usted una vez… diseñó —digo en tono firme—. No se despedirán empleados, solo se harán modificaciones y si usted está de acuerdo, tomaremos todos los consejos de la manera más respetuosa posible.Quiero decirle muchas cosas más, qui
La intranquilidad comienza a hundir mi cuerpo, ahora mismo siento como si alguien estuviese ahogando.Es una pesadilla… estoy en una pesadilla, de nuevo.—Tranquila —ella me sonríe y yo grito en desesperación, ¡va a matarla!¡Noooooo! ¡No mamá!, ¡quédate aquí!, quédate conmigo….Una vibración repetitiva y constante hace que me despierte, me siento de golpe sudando hasta ver que la camiseta que llevo está pegada a mi pecho.—¡Mierda! —pronuncio un poco alterada.Otra pesadillaBusco mi celular entre las sábanas y lo tomo rápidamente sin leer de quien se trata.—¿Sí?—¡No puedo creer que estés levantándote hasta ahora! —dice Kerem casi en grito.
Mis ojos no pueden parpadear por un instante, incluso puedo afirmar que el cuerpo se me ha congelado.—Te contaré los detalles —él susurra de nuevo sacándome de mi incredulidad, porque tengo cuatro años conociéndolo, y jamás escuché algo como esto—. Pero ahora que ella está dirigiéndose a nosotros, necesito que ahora seas… mi novia.¿Qué? ¡No puedo creerlo!, mi mente comienza a maquinar mil y un escenario.Quiero saberlo todo, quiero saber por qué quiere mentir, quiero saber qué lo insta hacer lo que está haciendo y quiero saber si siente algo por ella, principalmentequiero sabe eso.—No respondes… —vuelve a hablar como si hiciese una petición alarmada—. Te necesito Ale, en serio prometo contarte todo.—Estoy un poco impactada, es todo, yo nunca i
A la mañana siguiente me encuentro corriente por la universidad, necesito llegar con cinco minutos de anticipación al examen, porque quiero entregar de manera personal el ensayo que me ha pedido el señor Sliking sobre el impacto ambiental que han dejado las mega empresas, y el aporte ecológico que pueden brindar si así lo desean.No he consultado este proyecto con Kerem, inclusive si no lo acepta lo propondré a alguna otra empresa que quiera emprenderlo, sé que es una buena propuesta y me gustaría mucho que los Sadik pudieran ejecutarla.—Señor Sliking, quería darle personalmente mi proyecto —entrego la carpeta en sus manos.—Alexandra, muy bien lo leeré detalladamente, ¿está preparada para su último examen? —siento cierta satisfacción en su mirada y me hincho de orgullo.—Sí señor, no lo defrau
Siento que algo quiere estallar dentro de mí, quisiera decirle unas cuantas mierdas a Kerem en la cara. Sin embargo, estoy aquí prestándome para que la vida siga robándome cosas, y yo siga dando.—¿A qué le temes? —sentencia el hombre tan cerca de mí que su aliento a menta golpea mis fosas nasales, introduciéndose en mi sistema.—Solo soy la mente clara en estos momentos, también soy tu amiga, Kerem —declaro—. Pero veo que estás actuando con locura.—Sí… así es. Pero quiero proseguir… ¿Tú lo harás? Porque de no ser así, dímelo de una vez —estoy segura de que puede sentir mi nerviosismo, estoy convencida de que todo el edificio puede escuchar mi ritmo cardíaco, él está tan cerca de mí, que no discierno si lo hace con malicia. Con astucia. Sabiendo y
El murmullo del gentío hace que me desconcentre más de lo normal. Giro mi cabeza de lado y lado para poder encontrar a Kerem en donde me indicó. No me dio número de vuelo. Solo dijo Aeropuerto InternacionalHeathrow 2:30 de la tarde en la entrada del café City Merck, y aquí estoy un poco desesperada ya.Busco en mi bolsa de mano mi teléfono celular, para ver si tengo una llamada suya o por el contrario voy a marcarle de inmediato.Enciendo la pantalla y en efecto no hay nada. Un nerviosismo me viene atacando desde la salida de mi apartamento. Inclusive la misma Millie presenció cierto temblor en mis labios cuando me despedí.Marco el número de Kerem de nuevo y expulso de manera brusca el aire que tengo comprimido.Un tono… Dos tonos… Tres tonos.Pero mis ojos se agrandan de manera desorbitante, inclu