¿Será capaz Lourdes de mantener la distancia por mucho tiempo? ¿Que planes tendrá el vicepresidente para acabar con los miedos de Lourdes y poder verla con más frecuencia? ¿Que sucederá cuando Kenton ya no sea capaz de guardar su secreto? ¿Podrá su amigo mantenerse en silencio o confesará la verdad?
Cuatro largas semanas pasaron para las dos parejas y la frustración de los empresarios era brutal porque las hermanas no daban su brazo a torcer y se esforzaban para mantenerlos lejos. Para Lourdes alejar al vicepresidente no le fue tan difícil. Ser una madre soltera con dos hijos pequeños le proporcionaba buenas excusas para evadir múltiples propuestas. En la primer semana, Alvarito había enfermado. El malestar estomacal del pequeño le había servido para no dejarlo solo en ningún momento. -Tal vez la próxima semana podamos vernos- Comentó desilusionado el empresario, comprendiendo que ella tenía una prioridad en su vida y esa eran sus hijos La segunda semana de abstinencia para el amigo de Kenton se había hecho interminable, pero también esperanzadora. Él había planeado pasar unas horas a solas con Lourdes, pero su deseo acabaría inconcluso nuevamente. Dylan había ido a un cumpleaños de uno de sus amiguitos y jugar desabrigado había logrado que enfermara. Lourdes no solame
Algunas semanas pasaron y llegó un nuevo control médico donde Esmeralda podría finalmente conocer el sexo de su bebé en camino. Kenton esperaba junto a Esmeralda a ser atendida. Él tomaba su mano para darle apoyo y calmar su ansiedad. -Estás temblando- Le dijo Esmeralda al CEO -Quiero saber que es para decorar un cuarto- Esmeralda se quedó en silencio Esmeralda no fue capaz de decir una palabra y aún cuando el médico los llamó a su consultorio, el ánimo de la futura madre parecía haber desaparecido. -¿Quieren saber el sexo del bebé?- Preguntó el doctor sabiendo que varias parejas preferían descubrirlo en el momento del nacimiento -Si nos gustaría- Respondió Esmeralda con una sonrisa triste -En ese caso, es un niño- Reveló lo que más deseaban saber Kenton sonrió y Esmeralda también lo hizo, aunque con tristeza. En su mente pensaba en cuanto deseaba poder decorar un cuarto para su hijo pero sabía que eso era imposible. En el apartamento no había cuartos libres n
Esmeralda sonreía un tanto incómoda por ser el centro de atención, algo a lo que definitivamente no estaba acostumbrada. Había gente con la que había compartido apenas el saludo que se acercaba a preguntarle cómo se sentía por su embarazo. Algo que llamó poderosamente la atención de los presentes, fue cuando los sobrinos de la festejada le prestaron atención a las dos personas más importantes de la empresa. Dylan había abrazado a Kenton y lo había tratado sin ningún tipo de formalismo. El CEO lo había cargado en sus brazos. El vicepresidente sostenía a Alvarito y le hablaba. -¿Quieres venir conmigo?- Una compañera de Esmeralda quiso cargar a Alvarito, pero él se aferró al vicepresidente con fuerza -Creo que no quiere. Tal vez más tarde entre más en confianza y vaya contigo- Respondió el vicepresidente con amabilidad, ignorando la sorpresa en su empleada Algunas personas comentaban con disimulo sobre la extraña cercanía que había entre las hermanas y los empresarios. De lo q
Lourdes se preparaba para ir de compras. Kenton había contratado a una niñera para que cuidara de los niños y que ella así pudiera dedicarse a comprar lo que Esmeralda necesitaba para la que sería una noche inolvidable. En una inesperada casualidad, el vicepresidente vio a la mujer que tanto deseaba entrar a una de las tiendas más importantes de la ciudad. Él debía ir al banco que estaba situado en la misma calle y decidió aplazar aquel trámite por varios minutos mientras la seguía. Lourdes tomó su teléfono espantada por los precios de los vestidos y llamó al CEO. Le parecía muy exagerado pagar tal suma por un evento que duraría pocas horas. -Kenton estoy en una de las tiendas que me dijiste y todo aquí cuesta un dineral, ¿Estás seguro de querer que compre aquí? Conozco lugares más económicos- Le preguntó mirando la etiqueta de una de las prendas -Solo quiero que Esmeralda se vea más hermosa de lo que es y el dinero necesario para eso es lo que menos me preocupa. Compra l
Kenton se encontraba ansioso, apenas faltaba un día para la gala en la que se aseguraría de tener a Esmeralda a su lado para siempre. Había enviado un mensaje a alguien que seguramente le ayudaría a llevar a cabo su plan y estaba a la espera de su visita. Un periodista se dirigía a ver a Kenton. Él era uno de los más reconocidos de la ciudad debido al gran número de participaciones en eventos que tenía. Debido a su profesionalidad y a la aceptación de las grandes figuras, él era invitado a las mejores galas dónde varios famosos le concedían una entrevista. Él y Kenton eran conocidos desde sus épocas de universidad y debido a su trabajo, el CEO había sido entrevistado en numerosas oportunidades. Para Martin Latreal era más que seguro que si Kenton lo llamaba y le pedía que lo visitara, una jugosa primicia recibiría, por lo que dejó sus actividades de lado y fue a visitarlo. Con un vaso de whisky en su mano derecha, Kenton lo recibió y después de una breve conversación fue el mo
Esmeralda se veía absolutamente hermosa, preparada para la gala que consideraba un evento social de trabajo únicamente. Los zapatos que su hermana había escogido para ella eran bajos y súper cómodos, definitivamente un acierto en su estado. Un chófer llegó a recogerla y al llegar al sitio donde sería la gala, la ayudó a bajar. Por momentos no era consciente de la incomodidad que podía sentir con su vientre, pero cada mes se sentía con menos movilidad. -Muchas gracias- Se despidió cordialmente y se dirigió hacia la entrada Al momento de entrar al salón no le fue difícil encontrar a Kenton y a sus compañeros de trabajo que no tardaron en elogiarla. Ella sentia varias miradas sobre si misma debido a que era la única embarazada del lugar. -¿Te gustaría sentarte? Nadie se molestará porque no permanezcas de pie como todos- Un compañero de trabajo le pregunto amablemente y como Kenton lo miró no pasó inadvertido para los demás que a cada momento sospechaban más -Estoy bien, pero
Esmeralda recibió tantas felicitaciones y debió sonreír tanto como nunca antes. En aquella situación podía comprender como la gente debía de fingir por conveniencia, porque ella estaba segura que si se comportaba como realmente deseaba debería dar muchísimas más explicaciones que no le apetecía dar. Kenton sonreía con felicidad. Esmeralda oficialmente era su prometida y estaba seguro de que en apenas unas pocas semanas se convertiría en su esposa. Jamás había deseado unir su vida a la de ninguna mujer, pero ella había llegado a cambiar por completo todos sus ideales, pensamientos, ideas. Cuando los prometidos se retiraron de aquel salón y subieron al automóvil que los esperaba aquella farsa de pareja feliz y perfecta terminó. Esmeralda soltó su mano y mantuvo la distancia dentro del vehículo. -Te diría muchas cosas, pero tú chófer no tiene la culpa de nada y ni merece presenciar un espectáculo- Kenton tragó saliva y aflojó el nudo de su corbata, sintiendo que se asfixiaba -Esmeral
Esmeralda miraba fijamente a Kenton esperando que él le hiciera una propuesta después de cometer tremendo disparate, pero él no iniciaba la conversación. -¿Cómo se te pudo ocurrir hacerme esto? ¿En qué diablos estabas pensando?- Preguntó más que enfurecida -¿Cómo se me ocurre qué? Eres la madre de mí hijo y esto te protege a ti tanto como a él, ¿Creías que podrías guardar el secreto por siempre?- Ella no había considerado eso, aunque él si -¿Protegerme? Me arrojaste a la prensa con lo que hiciste. Todos se estarán preguntando quién soy, quien es mí familia y... averiguarán hasta nuestro pasado- Eso le aterraba. No quería que todos hablaran sobre su familia y todas las tragedias que habían vivido. Dylan apenas era un niño y hasta sus compañeros de clase sabrían todo lo que jamás pensaron contarle junto a Lourdes -Estoy para protegerte, ¿Entiendes eso? Nadie sabrá lo que no deben saber y nada será divulgado a la prensa. Puedo hablar en las entrevistas, puedo encargarme de todo- P