Luego de pasar el resto de la semana trabajando en el jardín llegó el fin de semana que tanto esperaba, cada vez que Rosalín me contaba todas las aberraciones que su marido le había hecho se me ponía la piel helada.— Cariño — Andrew tomó mi mano y la besó — pareces perdida en tiempo y espacio, trata de olvidar todo y disfruta de este paseo familiar.— Tienes razón — le sonreí y su mano me acarició con gentileza — invité al señor Améry, espero que pueda venir y pasar con nosotros; el otro día me dijo que le gustaría que le dijera tío pero aún no me encuentro preparada para tal cosa.— Si no te sientes preparada pues simplemente no le digas tío, aunque de igual forma no descartes la idea ya que el señor Améry se ve que es una persona decente.— Ahora me va a costar confiar en esas personas que tienen apariencia de decente, mira el vizconde Ryder, pensé que era alguien intachable al igual que el senador Barnes y son escoria.— No todos son así, comprendo que te cueste confiar en alguien
Astrid se tuvo que ir de repente, al parecer tenía algún problema que le había surgido y se fue con su compañía a toda prisa, sinceramente esperaba que cualquier cosa por la que estuviera pasando se viera arreglada lo más pronto posible. — Mamá — Nicolás se acercó a mí — el señor Améry me invitó a su casa en Italia, Ania se encuentra muy entusiasmada en ir, ¿Podemos viajar hasta allá o es algo que no se puede hacer? — Ustedes pueden ir — Paola nos miró fijamente — pero nosotros en definitiva no, un boleto hasta Italia sale carísimo y de paso los gastos que me acarrea Ania cuando salimos es algo que me deja helada, para esto que es aquí en Londres y no fuera del país. — Por el transporte no se preocupen — el señor Améry llegó algo agitado — tengo un avión privado en el que todos pueden alcanzar sin ningún problema y respecto a los gastos de la niña pues no hay problema, puedo cubrirlos sin hacer un esfuerzo sobrehumano, no tengo hijos y tampoco esposa después de todo. — Pero señor A
Fue en ese momento que la alarma sonó y me puse a reír a carcajadas al ver la cara de enfado que Andrew me mostró, me intentó atrapar pero fue inútil ya que me le escurrí justo a tiempo.— Nada de estar con tus cosas, ve a vestirte que iré a ver a los niños — mis manos se fueron a mi cintura — recuerda la reunión que tienes.Esa reunión fue mi salvación, él se fue a preparar y yo fui a ver a los niños. Nicolás ya se encontraba preparándose para ir a la escuela y Mariam lloró para que la fuera a ver pero fue mi hijo mayor el que salió a cerciorarse que su hermana estuviera bien.— Cariño ve a desayunar, yo me hago cargo de tu hermana y ya después te alcanzamos. Tengo que cambiarla y eso no lo puedes hacer tú.Nicolás se fue y una vez que cambié a Mariam fue que bajé con ella, mi hija jugaba con mi cabello mientras su risa resonaba a cada paso que dábamos, la puse en su silla para que comiera y Andrew bajó en ese momento.— Por favor cuida a la niña — le di un beso — iré a prepararme pa
Dado que no podía desaprovechar la situación fue que decidí ir a la oficina del primer ministro, en el momento que le informé a Rosalín al sitio que íbamos fue que la miré nerviosa e intenté convencerla pero al final fue inútil.— Primer ministro, lamento mucho informarle que no voy a poder llegar en este momento. Lo que sucede es que Rosalín se encuentra conmigo y tuvo un ataque de ansiedad, puedo recibir la información sin ningún problema en mi correo o mire con qué persona de confianza lo manda, puede dejarlo en manos de mi esposo, en él confío mi vida.— Perfecto, entiendo muy bien — pude escucharlo triste — enviaré con mi asistente personal toda la información, todo esto no puede andar en su correo porque nunca se sabe estos tipos lo que son capaces de hacer cuando se ven al descubierto.Al final regresamos a la casa y Andrew me contó que el asistente del primer ministro había llegado a dejarle los documentos, por suerte él estaba desocupado. Finalmente llegué a la casa que ese t
Una vez que dejé lista a Rosalín me sentí satisfecha con lo que había hecho, logré tapar los moretones que tenía en su cuerpo con maquillaje para cubrir tatuajes y todo quedó tan natural que ni siquiera parecía que llevaba las marcas del infierno en el que vive.— Bueno, tengo que ir a prepararme — le sonreí y acomodé su cabello — te miras preciosa, por favor no vayas a cambiarte nada y que poco te importe lo que tu marido opine.— Pero Emma, estoy…— Divina — la interrumpí — recuerda que Charlie se encuentra aquí y no te va a pasar nada, además él me dijo que te iba a acompañar al evento así que no te preocupes que estarás bien protegida en todo momento.Salí de la casa y me preparé para asistir, por suerte tenía varios vestidos que Andrew me vivía comprando para que siempre estuviera preparada ante este tipo de situaciones, él llegó y al verme alzó las cejas con picardía.— Tienes que prepararte, el senador Barnes nos invitó a un galardón que le van a dar — voltee mis ojos al record
Nosotros entramos a la fiesta y ahí miré como el senador se encontraba hablando con varias personas que reconocí de inmediato, me aferré al brazo de Andrew como si fuera mi salvación y él me sostuvo sin dudarlo.— ¿Qué sucede cariño? Te has puesto pálida y sudorosa, si deseas podemos irnos de aquí y ya luego nos disculpamos con la señora Rosalín.— Ahora menos que nunca me voy a ir, esos tipos con los que Rosalín está hablando son los violadores de mi madre — mi voz tembló — quizás tienen unas canas más pero en definitiva son ellos.— Emma — el primer ministro se acercó a mí — espero que la información que le envié con mi asistente personal le fuera de utilidad, descubrí varias cosas de esos tipos y déjeme decirle que tienen gustos particularmente asquerosos, en definitiva van a hundirse en la prisión una vez que todo salga a la luz.— Aún no he tenido tiempo de revisar la información pero créame que no dudo de lo que me está diciendo, si fueron capaces de abusar sexualmente de una mu
Terminé de bailar con Charlie y en el momento que miré que el senador venía en mi dirección con la intención de bailar conmigo fue que me quedé helada, por suerte Andrew se adelantó y me sonrió mientras tomaba mi mano.— ¿Quiere bailar conmigo, bella dama? — Andrew besó mi mano — prometo no pisarle tanto los pies, palabra de honor.— Espero que cumpla con su palabra de honor, apuesto caballero — sonreí y me acerqué a su oído — pero tenemos problemas, mi esposo se va a molestar si mira que usted se encuentra bailando conmigo, es un hombre muy celoso conmigo y no quiero que tenga problemas por mi causa.— No se preocupe que su esposo va a comprender al ver que está bailando con alguien como yo, soy la belleza personificada después de todo.Me puse a reír al ver el lado narcisista de Andrew, nosotros estábamos bailando cuando miré que Rosalín se encontraba con el senador, podía verla completamente incómoda a pesar que lo disimulaba bastante bien.— Cariño, no puedo creer que voy a pedirt
Sabía que Andrew tenía razón, tendría que empezar a atacar de una buena vez y no podía demorar más tiempo, lo tranquilice un poco al decirle esto y me abrazó.— Tengo que revisar la información que me envió Rhys, eso es lo que me va a dar las posibilidades de acabar con todo esto de una buena vez.— Muy bien, pero ten cuidado — lo miré esperando que dijera algo más — el asistente personal del primer ministro me dijo eso, que tienes que estar preparada mentalmente para lo que vas a leer.Decidí hacerlo a pesar de todo, Andrew sabía muy bien que no iba a poder hacer nada para detenerme así que me acompañó porque eso era lo único que le restaba. Empecé por Cameron Ryder, tenía una familia perfecta, miles de revistas alabando cada detalle que lo formaban como el hombre ideal; la siguiente información fue los gustos que tenía, prostitutas y sadomasoquismo en todo su esplendor, chicas vírgenes y entre más jóvenes pagaba más.— Mira, dice que la última chica virgen con la que estuvo fue una