Todos los ahí presentes estaban perdidos en sus propios pensamientos y las cosas que se les habían venido en la cabeza tras las palabras del sacerdote, al menos hasta que el hombre comenzó con el tema de los botos.

- Paloma, Aldo los anillos son un símbolo del amor y del compromiso eterno que se están prometiendo el uno al otro. Que al intercambiarlos, cada uno de ustedes se recuerde el amor y la fidelidad que comparten. – Dijo el padre viendo como el pequeño Enzo se acercaba con el cojín y los respectivos anillos.

Enzo se tomo el papel muy en serio y llevaba su cara con total seriedad, una vez que su padre y Paloma tomaron los anillo, el pequeño bajo del altar dando brinquitos y uniéndose a su abuelo Pietro.

Paloma y Aldo sostenían el anillo que cada uno colocaría, se miraban y sonreían, ella lucia hermosa de eso no había duda. Para ella, el hombre que tenia de frente, era el hombre mas atractivo que había conocido, el hombre mas bueno y sobre todo era el claro recordatorio de que el