Estimadas lectoras y lectores Espero les siga gustando la historia, aún hay mucho que contar, en breve vendrán cambios drásticos en ella. Todo es parte de la misma, por favor, sean pacientes, poco a poco iré develando como se produjeron todos esos cambios.
Luego de que Valeria estuviera unos minutos frente al lugar donde descansaban las cenizas de Pietro. Marco Barzinni tuvo que pedirle que se fueran, era obvio que los Pellegrini se darían cuenta de que alguien había ido a visitarle.- ¡Mi amada Valeria! Debemos irnos, es un poco peligroso estar aquí. – Dijo Marco viendo al equipo de seguridad hacerle señas.Uno de los tantos hombres que le cuidaban las espaldas a Marco, le había hecho señas de que alguien estaba merodeando por ahí. Razón bastante fuerte para solicitarles retirarse de ahí oportunamente.- Valeria mi vida, ya habrá tiempo para venir nuevamente, por ahora debemos marcharnos.- ¡Entiendo! ¡Gracias por permitirme venir a verle! ¡Ahora puedo estar más tranquila!Valeria y Marco abandonaron el lugar antes de que cualquier persona allegada a los Pellegrini o Amato pudiera reaccionar.Después de unos 20 minutos en auto, finalmente Valeria y Marco llegaron a Parioli, la camioneta se detuvo frente a una enorme casa color blanco, c
- ¡Mi querida Emma! Ha pasado tanto tiempo… - Dijo Valeria con lágrimas en los ojos.- ¡Mi niña! ¡No llores! Esos ojos no me gustan cuando lloras… - Dijo Emma limpiándole las lagrimas con su mano y abrazándole.Emma había trabado toda su vida con la familia Pellegrini, al contraer nupcias Massimo con Alessia, está recordando que Guadalupe vivió con ella, tomo la decisión de correrla de la mansión. Massimo nunca se entero de lo sucedido, solo un día fue a la mansión y ya no estaba Emma.- Emma… Lamento mucho haber tardado tanto en encontrarte. – Dijo Valeria acariciando la mano de la mujer que le abrazaba.- ¡No, mi niña! ¡Yo debería lamentar mas haber permitido tantas cosas! Para empezar, nunca debí callar lo que vivimos con Massimo, ¡Él fue un maldito! Pero ahora ya esta recibiendo su merecido… - Dijo Emma con un poco de nostalgia en el tono de voz.- Emma… ¡Quiero que vivas aquí conmigo! Por eso le había dicho a Marco que fuera por ti a Florencia, aunque no me imagine llegar y verte
No muy lejos de donde se encontraba la casa de los Barzinni, Massimo Pellegrini acompañaba a una joven y hermosa chica en la Galería Nacional de Arte Moderno. Después de dar su tour por el lugar, Massimo había decidido que fueran a tomar un café, la chica entusiasmada no puso objeción.- ¡Massimo, mi vida! Voy al tocador, regreso en un momento.- OkDespués de la muerte de Pietro, muchas cosas cambiaron en la vida de Massimo. El mismo día que los restos de Pietro iban a ser cremados, Guadalupe había desaparecido, no dijo nada, no dijo adiós, solo cuando todos se dieron cuenta de su ausencia, ella se había marchado. Él pensó que había utilizado el caos de la muerte de su hermano para irse, nuevamente estaba muy lejos de la realidad.Mientras la chica iba al tocador, Massimo saco un cigarrillo y lo encendió, esa mala costumbre se le había ido quedando y le era inevitable dejarla, saco su teléfono y entro a su nube, busco fotos de 20 años atrás, encontrando una que guardaba con mucho rece
En la mansión de los Barzinni, Valeria y Emma platicaron de sus vidas, uno de los temas que salió a la luz era Massimo Pellegrini, algunas de las novedades de su vida.- Emma, dijiste que Massimo y estaba pagando por sus acciones ¿Sabes que ha sido de él? – Pregunto Valeria con duda.- ¿Mi niña, aun piensas en él? – Dijo Emma un tanto intrigada.- No Emma, pero como lo mencionaste, me entro curiosidad. Desde que me fui de aquí, no quise siquiera saber que fue de los Pellegrini y eso que mi esposo tiene negocios con ellos.- Bueno, yo tampoco es que siga su vida, pero tu sabes, cuando trabajas en una de las casas de familias importantes, haces migas con el personal.- ¡Si, me imagino! – Dijo Valeria soltando una risita.- Lo ultimo que se de Massimo es que su vida no ha sido buena, sigue casado con Alessia, pero es bien sabido que ambos están juntos por mera costumbre o por otros intereses, supongo.- ¿Cómo? ¿No que ella era el amor de su vida? – Dijo Valeria sorprendida.- Supongo que
Después de la cena, Marco y Valeria llevaron a Emma a un hotel donde le habían reservado una habitación, la casa un no tenía muebles. Marco quería ir con Valeria comprar todo para su nuevo hogar, por lo que ellos dormirían en el piso, querían pasar la primera noche en casa, no importaba dormir en el piso, estar ahí tenía un significado especial para ambos. Marco acariciaba el cuerpo desnudo de su esposa, mientras se perdía en varios recuerdos, Valeria se había quedado profundamente dormida. Él por su lado, se levantó y fue al jardín, de vez en cuando le gustaba fumar un puro y hoy se sintió tentado a hacerlo.--- Cancún, México ---- Señor… No puede continuar así. – Dijo Federico entrando al estudio donde se encontraba Marco.- ¿Qué pasa Federico? ¿A qué te refieres? – Dijo Marco mientras estaba sentado en la silla detrás de su escritorio y bebía un trago de coñac.- ¡Así! – Dijo Federico señalándole el vaso. – No puede continuar tratando de sanar sus penas en alcohol y mujeres.- Fed
Valeria despertó y no vio a Marco a su lado, tomó la camisa de su esposo que se encontraba en el piso y fue en su búsqueda. Cuando llegó a la cocina vio la puerta abierta para salir al jardín, en una de las sillas que estaban en la mesita del jardín se encontraba Marco.- Mi vida, ¿Qué haces despierto a esta hora? - Dijo Valeria acercándose y sentándose en las piernas de su esposo.- Nada, se me antojo fumar un poco y no quise que se quedara el aroma dentro. - Respondió el hombre abrazando a su mujer y dejando de lado el puro que tenía en la mano. - Oye… ¿Te he dicho lo hermosa y sexy que te vez con mi camisa?- No… Pero… - Respondió la mujer entendiendo lo que pretendía su esposo.Ella intentó levantarse, pero él fue más ágil y la tomó de la cintura para comenzar a besarle el cuello.- Sabes que me encanta oler tu cuerpo… - Dijo Marco pasando su nariz por el cuello de aquella mujer.Ella solo pudo sentir como se le erizaba todo el cuerpo y sus piernas comenzaban a temblar. Era cierto
Massimo regresó a casa, aunque entró a esta con sumo cuidado, Alessia ya le estaba esperando en la sala.- ¿De dónde vienes? - Dijo Alessia molesta.- Tuve una reunión de negocios en el centro y vengo de cenar. – Respondió Massimo en un tono indiferente.- ¿Tu cena era con una zorrita llamada Antonia?Massimo se quedó en silencio pensando cómo era que su esposa se había enterado de la chica.- ¡No me quieras ver la cara de idiota! Sabes bien que tengo ojos y oídos en todos lados.- ¡Hay Alessia! Algo más deberías haber aprendido de la abuela Caterina, que, aunque ya muerta sigo escuchándola contigo.- ¿Quién es esa escuincla? ¿Otra posible demanda? Está por lo menos ¿es mayor de edad o voy a enterarme que andas revolcándote con una menor de edad? De verdad Massimo, no te entiendo porque me haces esto, tú no eras así, ¡Tú me amabas! - Dijo Alessia dejando caer un par de lágrimas que no pudo contener.- Alessia no voy a caer en tus chantajes, ya te lo dije, ¡No te amo y tú tampoco! De he
Una vez que Massimo entro a su habitación y recién comenzaba a quedar dormido, cuando fue abruptamente interrumpido de sus sueños al escuchar el teléfono sonar.- ¿Dime?- Señor Pellegrini, soy Goussepe. Conseguí lo que me pidió, le estoy enviando lo que pude encontrar sobre Marco Barzinni.- ¡Enterado! Pero esto me pudiste enseñar en unas horas, ¿No crees?- Pienso que debería leer el informe ahora, mañana usted tiene una junta con el señor Barzinni y debería saber lo que más pueda de él y su familia.- Ok, revisaré lo que enviaste, ¿Está encriptado?- ¡Es correcto!Luego de colgar, Massimo se levantó de su cama y fue a su estudio, abrió su laptop y consultó sus correos, el archivo no era pesado, pero si contenía varias hojas.Sorpresivamente cuando comenzó a leer lo que estaba ahí escrito, se puso a pensar en que jamás le había puesto atención a la vida de este hombre, al parecer acababa de comprar una mansión en Parioli, tenía esposa y dos hijos. Con esto entendía que él ya estaba e