Estimadas lectoras y lectores Aquí les dejo un capítulo más de esta historia...
--- Bassano de la Grapa ---Luego de un largo camino en auto, ya que 5 horas se hicieron 7, Celeste y Pietro por fin estaban llegando a la anhelada casa de la mujer. Celeste sintió una leve punzada, su jardín lucía descuidado, el esmero que estaba poniendo, arreglando esa casa, hoy día se veía pausado, medio sonrió y cruzo el jardín para entrar a casa, la cual, curiosamente despedía un calor tranquilizador.- Celeste, ¿dónde está tu habitación? – preguntó Pietro con curiosidad.- Está por aquí… - Dijo la chica caminando hacia la puerta.El hombre, al identificarla, cargo de improvisto a Celeste, abrió con cuidado la habitación, colocó el cuerpo de la chica en la cama y dijo:- ¿Te parece si descansamos un poco? Tú luces cansada y yo, yo también estoy muerto de cansancio. – Dijo mientras se quitaba el abrigo y se ponía cómodo.- Este… Bueno, si… - Dijo Celeste nerviosa.Tal como en otras ocasiones, Pietro lograba asombrarla, el hombre en sí tenía arranques como los de ahora. Una vez cóm
Massimo revisaba sus correos electrónicos e identificó que tenía uno de su abogado, el hombre había confirmado que ese día debía presentarse en la cárcel donde se encontraban Leonardo y Franco.Se puso un elegante traje completamente negro, se arregló lo más presentable posible. Luego salió para aquel lugar. Tenía una deuda con Pietro y debía saldarla, su hermano le ayudó a encontrar a su padre, él quería que Pietro supiera dónde descansaban los restos de su madre.La cárcel donde los había puesto Antonio Moretti era lo peor que existía, Marcó sintió un poco de opresión, independientemente de cualquier cosa, Leonardo y él tuvieron un pasado, ver que terminaba sus días en ese deplorable lugar, anciano, sin poder, ni dinero, le causaba cierta incomodidad.Luego recordaba todo el daño y sufrimiento que había causado a su madre Martina, a Pietro, Alessia e incluso a su hijo, una ola de rencor le invadía.--- Cárcel de Ucciardone ---- Leonardo Pellegrini, tienes visita… - Dijo un jefe de c
Pietro y Celeste pasaron unos relajantes días en Bassano, si bien la casa distaba mucho de las casas en las que Pietro vivía, incluso su casa en Gaeta era más grande que aquel lugar, él sintió una sensación de relajación, vivir en un área retirada de todo, no parecía tan malo.Si Pietro veía hacia delante, no tenía necesidad de seguir trabajando, tenía dinero para él y varias generaciones, era cierto que le encantaba la playa, pero bien podría adaptarse a este lugar, ya que le traía paz y tranquilidad.Ver a Celeste familiarizada con aquel lugar, le gustaba, ella lucía más desenvuelta, verla cocinar pasteles de frutos rojos, verla cuidar de su jardín, verla acompañada de Spike, era suficiente para considerar que la mejor opción para vivir era aquel lugar.La casa era pequeña pero el terreno era amplio, así que bien podían adicionar algunas habitaciones extras, bien se podían hacer las adecuaciones necesarias para hacer la vida un poco más fácil. Ya que tener dos bebes, en un principio
Aldo y Paloma ya habían invitado a Marco y Valeria a cenar el sábado por la noche para dar una noticia, esta sería la primera vez en la que se reunirían los implicados con la pareja, por lo que anticipando esto, Paloma había sugerido a Marco que era momento de contarle a Valeria sobre lo que ocurría con Pietro.Si bien, Marco se mostró renuente ante su hija, sabía que era verdad, era momento de contarle a su esposa una triste verdad.Prefería ser el quién le dijera que Pietro no recordaba los últimos 23 años de su vida y, por lo que se veía, solo le llegaban flashes de lo que fueron los últimos años, pero ello, solo le sucedía con Enzo. Todos suponían que se debía a la conexión que existía entre el abuelo y su nieto.Así que, sin retrasarlo más, el viernes, durante la comida, cuando Valeria y él hacían sobremesa en el jardín, Marco la miró y le dijo:- Valeria, mi vida… Necesito que platiquemos de algo…- ¿Qué sucede mi vida? – Respondió Valeria dulcemente.- Mañana, como sabes, va a s
Paloma y Aldo ya habían hecho las respectivas invitaciones a toda la familia, si lo veían así, básicamente solo faltaba invitar a; Camila, Teodore, Federico y Mateo.La verdad era que no necesitaban una enorme boda, ya que, el estar juntos, era lo único que realmente necesitaban, el que sus padres hubiesen aceptado de buena manera, su relación era la cereza en el pastel.- Aldo, te puedo preguntar algo… - Dijo Paloma mientras acariciaba su rostro.- Dime, ¿Qué sucede? – Dijo Aldo mientras jugueteaba con el cuerpo desnudo de Paloma.- ¿Has pensado donde viviremos? – Preguntó Paloma con duda en la voz.- ¿Tú? – Aldo respondió con otra pregunta.- ¿Yo…?- Sí, tú dime dónde quieres vivir, dime si te gusta esta casa, si quieres vivir en Italia o México, tal vez te gustaron los Emiratos o las Maldivas… Tú dime dónde te gustaría vivir…- Bueno… No le he pensado bien… Italia me gusta, aunque este lugar se me hace un poco ostentoso, esta casa parece un castillo, yo preferiría algo más normal, h
Marco y Valeria se alistaban luego de la larga travesía por vestir a los gemelos, Gio ahora los cuidaba fervientemente junto con Camila.- ¿Papá, es necesario que yo vaya? – preguntó Gio, ya que, junto con Enzo, vía remota, estaban platicando.- Sí, es sumamente importante, toda la familia debe estar reunida, sé bien que no te interesan estos eventos, pero algún día, cuando seas adulto, entenderás su importancia. – Dijo Marco mientras se arreglaba el cabello lo más que podía.Gio lanzó un suspiro de resignación, eso de ser adulto le parecía cansado.- Recuerda que tu hermana se casa, así que debemos estar con ella y brindarle todo nuestro apoyo. – Dijo Marco de manera conciliadora.- Pero a ti no te cae bien, Aldo, ¿Cómo puedes estar tan tranquilo? – Dijo Gio inocentemente.- ¿Quién te dijo que Aldo no me cae? – preguntó Marco con una sonrisa dibujada en el rostro.- Bueno… Tu papá, a cada rato que puedes dices que no te agrada Aldo, pero yo creo que él es genial. – Expresó Gio con emo
Pietro, tratando de que la situación no escale a mayores, salió del vestidor y de la habitación, dándole un espacio a Celeste, tan pronto llegó a la sala, se topó con que su hermano, Massimo, ya estaba en la casa, los chicos también, todos muy bien arreglados. Lamentó que Celeste aún no estuviera lista, ya que él estaba viendo su estado de ánimo, el cual hoy, en particular, estaba al tope.- ¡Hola, Pietro! – Dijo Massimo y noto que estaba distraído.- ¿Qué tienes? – Pregunto con duda en la voz.- Celeste… Hoy en particular quiere estrangularme…- ¿De verdad? – preguntó Diana, quien escuchó la respuesta.- Sí… Salí de la habitación para darle un poco de espacio, aún no decide que ponerse, pero ya llevamos horas y aún nada le complace. Yo le he dicho que todo se le ve hermoso, pero ella insiste en que nada le queda.- ¿Puedo subir a verla? – Pregunto Diana tranquilamente.- ¡Adelante! Si puedes convencerla, te lo agradecería.- Voy a ver que le sucede, normalmente ella es una chica muy t
Luego de vivir momentos de tensión, Diana y Celeste finalmente salieron de la habitación, hablar con Diana, relajó un poco a Celeste, aunque dentro de ella, sabía que esta sería una noche larga, su corazón se lo decía y entendía bien que ese nunca le fallaba.Ambas mujeres iban bajando las escaleras que daban hacia la entrada principal, cuando el timbre sonó y el mayordomo fue a abrir. Celeste, por inercia, tomó la mano de Diana, la apretó, sus ojos se posaron en aquella gran puerta finamente tallada, la mujer vio cómo apareció una alta, bella e imponente mujer.Las mujeres dentro de la casa no necesitaban que les dijeran quién era aquella mujer, sabían perfectamente bien de quién se trataba, Ekaterina Ivanov acaba de llegar.Aquella mujer contaba con una belleza radiante y sofisticada que, a pesar de su edad, aún era abrumadora. Atrás había quedado esa cabellera pelirroja y rebelde, hoy lucía un hermoso cabello rubio que le ayudaba a acentuar su piel.La presencia de Ekaterina era mag