Cap 30
Darren
Me siento encuentro completamente inquieto, estoy de un lado para el otro, no me puedo estar quieto. Tomo el celular con mis manos temblorosas para volver llamarla por enésima vez ya, quiero pensar que me contestará pero todo rastro de esperanza se pierde cuando escucho la misma voz que me dice que el celular se encuentra apagado.
— Maldita sea. — digo en voz alta tratando de liberarme de mis frustraciones.
— ¿Nada todavía? — me pregunta Javier y yo solo niego con la cabeza en respuesta. — ¿Llamaste a sus amigos para ver si saben algo? — vuelve a preguntarme.
— Ya lo hice, vienen en camino hacia acá, ellos tampoco saben nada.— respondo mientras vuelvo a intentar llamarla, obtengo la misma respuesta que antes.
“Maldita sea, maldita sea, maldita sea” pienso para dentro de mi.
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Cap 31EliPor un segundo mi mente fue al pasado, en ese tiempo en el que mi madre lloraba todas las noches por culpa del bastardo de mi padre. Esas noches en las que deseaba herirlo gravemente para que mi madre pudiera libre de semejante sufrimiento en el que estaba sumergida. Todavía tengo grabada en mi mente la imagen de mi madre con lágrimas en los ojos tratando de taparme los oídos para que no escuchara las palabras de mi padre dirigidas hacia mi.“ Bastarda” ese fue el nombre que me puso antes de irse y salir para siempre de nuestras vidas.—Era de esperarse de mi Eli, no me decepcionaste. ¿No piensas decir nada, amor? —pregunta con una sonrisa perfecta.Me fijo e su rostro y sí, sigue igual de guapo aunque ya mayor, los años se notan que han pasado. Un hombre alto, esbelto con unos ojos que a cualquiera envolverían, a cualquiera que no conozca que dentro de
JamesAlgo dentro de mi me tiene inquieto, es como un mal presentimiento. Trato de calmar mis nervios recordando el rostro sonriente de Eli, sus locuras, sus retos.“ Dios solo te pido que ella esté bien.”—Doblando la esquina hay un hotel, ahí los dejé, en la habitación veinte. —Es cucho que dice la escoria de Alex.—Por lo que veo la policía no ha llegado.—exclama Miguel, quien hace unos minutos llamó y denunció el secuestro de Eli.Al llegar, Damian todavía no había terminado de aparcar bien el carro cuando me lancé por la puerta y corriendo llegué al ascensor. Fui hasta la habitación veinte y sin pensarlo le di una patada a la puerta obligándola a ceder y abrirse de una vez.Juro por mi vida que esperaba encontrar muchas cosas menos el ver un cuarto destruido por completo, vidrios esparcid
Cap 33Eli.Por Dios, pareciera que un camión me pasó por encima, me duele todo el cuerpo, no hay un solo músculo de mi cuerpo que no se esté quejando en estos momentos. Abro los ojos de forma despacio y veo a mi alrededor unas paredes de color rosa pálido, lo cual me hace fruncir el seño, odio el rosa. Sigo mirando a mi alrededor y veo algunos ramos de flores, un asiento al lado de mi cama y el soporte de donde cuelga el suero.Miro de forma fija hacia el techo y me pongo a recordar todo lo que pasó, todavía no puedo creer que quisiera matarlo con tantas ganas. Recuerdo que lo apuñalé, me pregunto si de verdad me habré vuelto una acecina.“ Dios que siga vivo, si está muerto no voy a poder seguir mi vida con James.” ruego y sierro los ojos mientras constantes posibilidades de mi futuro comienzan a pasar por mi cabeza.—Entonces, acepta
Cap 34 . EpílogoJames. Diez años después.La vida estos últimos años ha sido un subir y bajar de emociones, primero cuando me casé con Eli, Dios fue el día más feliz de mi vida después del día en el que abrió los ojos aquella mañana en el hospital. Eli y yo tuvimos dos hijos, Matíaz y María, 8 y 5 años respectivamente. Son idénticos a su madre, dicen que las hijas se parecen a sus padres, bueno en esta familia lo único que sacaron mío fue el pelo y Matíaz mi carácter ligado con el de Eli, mientras que María es la copia perfecta de su madre.Sentí mucha tristeza al enterarme del cáncer de Paula, fueron unos días muy grises pero Eli estuvo ahí para ella siempre y con el tiempo se hicieron grandes amigas, hasta nuestros hijos le dicen tía. Paula logró vencer el cáncer y a
Hace años atrás...Era solo una niña, niña que no sabía de romance más allá de lo que se veía en las películas de Disney que veía casi a diario.Solo tenía unos diez años cuando lo vio por primera vez, alto, trigueño, con unos ojos hermosos que según ella era como los príncipes de sus cuentos y películas.Desde lejos,sentada en su columpio, ve como aquél joven jugaba desde hacía ya unas cuantas horas con otros muchachos, por lo que tomó la decisión de ir día tras día al mismo parque y a la misma hora solo para poder disfrutar de su pequeño amor de niñez...El tiempo fue pasando y la niña seguía viendo desde lejos aquel joven. Todo estaba bien, hasta que un día volvió a ver al responsable de que mariposas revolotearan en su estómago pero esta vez no estaba jugando, ni sonriendo como siempre hacía."Qué le pasaba" se preguntó la niña en su interior mientras lo seguía mirando con insistencia.Como todo niña la curi
EliME encuentro en mi aula, la verdades que estoy sumamente aburrida así que decido tumbarme encima de la mesa. Al no estar un profesor presente todos andan como locos, de un lado para otro jugando con sus estúpidos videojuegos o maquillándose. La verdad es que en ocasiones me pregunto qué rayos hago en este lugar, hasta que recuerdo que soy menor de edad, que todavía no he termino la escuela y eso me hace conformarme con lo que estoy viviendo.-Me vas a dar o no el dinero?.- escucho que dicen y la verdad es que ella es la que faltaba.Rebeca, una chica rica se dedica hacerle la vida imposible a los demás, llevo todo este tiempo soportándola pero es que la verdad me colma la paciencia con sus estupideces.-Yo, llo que me queda es el del almuerzo.- dice la pobre muchacha que está acosando.-No me importa, quiero mi dinero o bueno, también queda el castigo.- dice con voz burlona.Hay un silencio total, siempre es lo mismo cuando Rebeca decide moles
EliDespués de una larga ducha de seis minutos, que para mi es bastante tiempo, salgo y empiezo a escoger la ropa que me pondré esta noche. Miro un top de magas mas menos a medio brazo de color blanco, una chaqueta negra y unos pantalones de color negro que tiene como cinturón unas cadenas. Luego de tener todo en mi cuerpo busco mis botas y listo, me miro en el espejo, me peino un poco mi cabello que me llega a media espalda, un poco de rimer en las pestañas, delineador, brillo en los labios y listo, ya me encuentro preparada para la guerra.ME miro al espejo de arriba a abajo y la verdad no es que sea orgullosa pero me encuentro hermosa. Luego de tirarme unos besos a mi misma, tomo mi cel lo pongo en uno de los bolsillos internos de la chaqueta y las tarjetas magnéticas en el otro y me dispongo a salir.Al llegar afuera mi madre se encuentra casi dormida en el sofá de lo agotada que ha de encontrarse.-Mami.- la llamo.- Mamá, acuéstate en la cama- le digo mi
EliMe despierto en mi habitación de hotel y pido mi desayuno, voy al baño, me doy una corta ducha y al salir mi desayuno ya estaba en el centro de la habitación. Al sentirme tan ligera y bueno, me han regalado un gran amanecer con un deliciosos desayuno decido promocionar este hotel, es un regalo de mi parte por tan hermosa despedida.Salgo muy contenta de la habitación y le mando un sms a Miguel diciéndole que más le vale estar en la entrada cuando salga, después de todo él me tiene que llevar a la escuela. Voy tan concentrada que a apenas unos metros de la salida siento que me halan del brazo y siento mi mejilla picar. Fijo mi mirada algo sorprendida al frente y es nada más y nada menos que la madre de Rebeca.-Pero qué le pasa señora.- le pregunto enojada.-Eres na maldita que ha puesto por el piso la imagen de mi familia.- me acusa.-Esa imagen ya estaba manchada señora.--TE juro que me las vas a pagar, tu te quedarás sin estudios, no tendrá