Abigail Miller
Sigo recostada en la cama con una foto del señor Akim, han pasado cuatro días desde su funeral y su sepultura, en todos estos días me he sentido vacía, triste y dolida por esta pérdida tan grande, el único que consideraba como una familia me ha dejado sola, ya no tengo a nadie tan cercano como lo era él conmigo, lo extraño, me hace falta y saber que no lo volveré a ver más me duele mucho.
Tomo asiento y limpio mi rostro cuando escucho golpes provenientes de la habitación que esta antes de la mía, allí se encuentra Vadim desahogándose seguramente, la pérdida de su papá le ha dolido muchísimo, he querido acercarme a él y darle mi apoyo pero en cuanto me mira no hace más que voltear la mirada y pasar por mi lado como si yo fuese una total desconocida.
Me levanto de la cama para salir al jardín un momento, abro la puerta y me topo con el mayordomo de la casa, Corwin Miracle, quien parece ha venido por mí por alguna razón, si es para que vaya y hable con Vadim está muy equivocado porque en estos momentos es cuando más solo quiere estar y lo entiendo.
—Señorita Miller, le informo que abajo se encuentra el abogado de la familia en espera de usted y el señor Vadim — bajo la vista a mis pies y recuerdo que hoy leerán es testamento de Akim.
—Gracias Corwin ¿Ya le dijo a Vadim? — niega con terror.
—¿Le puedo ser sincero? No se cómo tocar su puerta ahora que se encuentra algo… alterado por la pérdida de su padre — escuchamos gruñido y llantos. Niego por saber que quiera o no tendré que ir a buscarlo.
—Yo me ocupo, dígale al abogado que espere abajo, explícale que Vadim no se encuentra en condiciones y se está conversando con él a ver si quiere que hoy se lea el testamento, así que tranquilo — le muestro una sonrisa nerviosa.
—No quiere que el señor la trate mal señorita, somos testigo de cómo reacciona con usted, yo puedo ocuparme…
—Para nada dejare que él por su perdida los trate mal, yo estoy acostumbra Corwin, ustedes no, no me afectara lo que diga, en serio — procuro mostrarme tranquila. El personal de la casa es un amor conmigo, aquí el único ser que me quiere fuera es Vadim, del resto los demás disfrutan de mi presencia, puede que sea por mi forma amable de ser con todos aquí.
Corwin se marcha para informar al abogado que debe esperar, yo por mi parte entro en la habitación y coloco en mis pies unas botas, salgo nuevamente y ahora me dirijo a la habitación de Vadim para ser quien le notifique sobre el abogado. Él no ha querido que se lea el testamento porque no quiere escuchar lo que me corresponde, lo escuche ayer hablar con el baboso de su amigo Abe sobre que no tolerará saber que su padre dejó varias cosas a mi nombre, pero como bien le dije, yo le devolveré todo para que esté tranquilo y no tener que luego a futuro escuchar que me diga que todo es gracias a su padre, y que yo no me merecía nada.
Toco la puerta de su habitación y espero a que abra, como lo esperaba no obtengo respuesta así que vuelvo a tocar con un poco más de fuerza, Vadim abre y al verme intenta cerrarla pero al darse cuenta que no lo permito se detiene para evitar lastimarme. Sus ojos yacen rojos, en ellos veo dolor, tristeza, furia, ira y odio, sus sentimientos deben de estar revueltos en estos momentos y puedo entenderlo, sin embargo no lo justifico.
—¿Qué quieres? ¿Se te perdió algo? — es grosero.
—Abajo se encuentra el abogado esperando por los dos, quiero que te des una duchas y te arregles más presentable — intento sonar como él cuando me da órdenes.
—¿Disculpa? ¿Crees que le hare caso a una niña? Y no, no se leerá el testamento ¿Tan ansiosa estas de saber que te dejó mi padre? Sabía que eras como tu madre, una interesada… — no lo abofeteo, lo que hago es clavar mi puño en su narice por falta de respeto.
—Que sea la primera y última vez que dices que mi madre y yo fuimos unas interesadas, nunca pedí esto, jamás le pedí nada a tu padre, lo que él me dio es porque así lo quiso y lo deseó — Vadim mantiene su nariz sujeta — Alístate ahora, no tardes — soy yo quien cierra la puerta con fuerza, mientras bajo las escalera limpio mis lágrimas que han salido gracias al insulto del idiota ese, no me interesa el dinero de esta familia, y como bien sabemos cada dinero o bienes que me haya dejado el señor Akim se lo entregare a su hijo para que sea feliz.
Luego de una media hora él aparece, su nariz se encuentra inflamada por el golpe que le di, no siempre voy a estar de buenas o voy a tolerar sus ofensas, no soy esa niña sumisa a la que humilla cada vez que quiere, bueno, en algunas ocasiones si lo soy.
—Bien, ahora que se encuentran presente los dos herederos del señor Akim Ivanov procedo a leer el testamento el cual fue actualizado una semana antes de su muerte por petición del fallecido — mi mente viaja a otro lado mientras el abogado habla. Jamás creí que mi nombre formara parte de un testamento, ni mucho menos que el señor Akim falleciera tan pronto, nunca se mostró enfermo ni cansado, siempre lucia como un hombre activo y fuerte listo para continuar viviendo. Su recaída fue algo que nos tomó a todos por sorpresa, y su muerte que puedo decir, nos dejó sin palabras y aliento.
Esta casa se siente muy extraña sin él, por supuesto será difícil adaptarse al silencio y a su ausencia cuando él era quien le daba color y gusto a este hogar, ahora que ya no está todo cambiará, lo peor es que nada será para bien, no mientras Vadim continúe teniendo esos pensamientos, o quizás si cambie todo cuando yo me marche. Al fin de cuenta lo único que lo hace infeliz a él es mi presencia.
Suspiro y luego escucho que el abogado repite mi nombre un par de veces para llamar mi atención, alejo los pensamientos y me centro ahora en él.
—Para la señorita Abigail Miller, dejo un 30% de mis acciones en la empresa, aparte la casa que se encuentra en la ciudad de Paris, tambien será la propietaria de un apartamento en la cuidad de New York para cuando tome la decisión de irse, algo que solo será justo en el momento que obtenga su título universitario, en cuanto a la Mansión Ivanov donde viven ambos queda a nombre de los dos, tanto Vadim como Abigail son los dueños, ninguno puede echarse de la casa, ni tampoco venderla. Abigail no podrá obsequiar sus acciones a mi hijo, ni nada de lo que este dictado en este testamento, lo que le corresponde a ella es de ella aun cuando se opongan — el rostro de Vadim da un poco de terror, su mirada de odio hacia mí me perturba y me causa miedo dormir no vaya a ser que me asesine.
—Esto es basura *No puede ser cierto ese testamento, a ella no puede corresponderle nada* — grita eufórico.
—Señor Vadim, por favor tome asiento, aún hay más — él trata de controlar la respiración — Vadim Ivanov no podrá tener acceso al dinero ni a los bienes que le corresponden a la señorita Abigail Miller, ni mucho menos podrá prohibirle la entrada en la empresa cuando tiene ahora un porcentaje de derecho, ella deberá recibir sus ganas por parte de la empresa y una vez graduada podrá asistir y empezar a trabajar allí, como socia — mi respiración se corta cuando veo a Vadim volver a levantarte y tirar al suelo una botella de wiskey.
—¿Esto es obra tuya cierto? ¿Qué hiciste para que mi padre te dejara tanto? ¿Te acostabas con él? — esa ofensa me llena de indignación e ira al mismo tiempo, tanto que me pongo de pies y lo vuelvo a golpear en la nariz con mi puño cerrado haciendo que esta vez sangre.
—Eres vil y despreciable ¿Qué basuras dices? Todo lo que tu padre me heredó fue porque lo deseo Vadim — quiero decirle muchas cosas pero mi voz se corta y me lo impide. Vadim me hace mucho daño, me hiera de forma dolorosa.
—Señor Vadim Ivanov, no sé qué clase de problemas tenga con la señorita, pero como caballero que soy no puedo permitir que la trate de esa forma tan abusiva, hay una cláusula en el testamento donde me deja a mí el poder de proteger a toda costa a la señorita Abigail Miller de usted y de cualquiera que quiera herirla, por esa razón no permitiré que continúe insultándola, seré yo quien cuide de los intereses de la joven y me asegure que todo marche como debe marchar — Vadim me ve con un odio que jamás había notado en él, aquello me destroza el corazón porque yo lo amo con toda mi alma y él a mí no, no voy a cumplir la promesa que le hice al señor Akim, no voy a poder — Ahora que ya todo ha sido aclarado y leído el testamento de señor Akim Ivanov, debo retirarme a proceder con todo el trámite de la señorita — El abogado se pone de pies y se le acerca a Vadim para susurrarle algo que yo logro apenas escuchar — Recuerde la promesa que le hizo a su padre señor Vadim — cierra sus ojos y maldice — Con permiso — se marcha dejándome sola.
—¿Qué promesa le hiciste a tu padre? — ¿Sera que él señor Akim lo hizo prometerle lo mismo o algo diferente?
—No es de tu incumbencia Abigail, mantente al margen de mi — lo jalo de su brazo.
—Vadim — se suelta de mala gana.
—No vuelvas a tocarme, te desprecio Abigail, tus padres y tú lo único que han hecho es arrebatarme lo que tanto he amado, no sé cómo mi padre pudo continuar permitiendo que tu madre siguiera trabajando en casa, y lo peor, como pudo aceptar ser tu guardián, tu protector — parpadeo.
—¿Qué tiene que ver mis padres? ¿Es por ello que me odias? No creo que hayan hecho algo malo…
—¿No crees? ¿Quieres saber algo Abigail? Tu padre enamoró a mi madre con el fin de obtener dinero, no conforme hizo que le pidiera el divorcio a mi padre y que se fuera con él y nos abandonara a mi padre y a mí, él… él la llevó a una muerte segura cuando el auto que él mismo manejaba se volcó muriendo ambos al momento. Tu madre sabia de lo que tu padre hacía, ambos lo planearon — niego, todo eso tiene que ser mentira de él, sabía que mi padre había muerto por un accidente, pero ya no me dio más explicaciones de nada, cuando murió yo tenía apenas siete años, si recuerdo que la madre de Vadim había muerto el mismo día, mas nunca supe ni me imagine que ella iba con mi padre — Tus padres deben de estar orgullosos de ti, porque su hija logró lo que ellos tanto anhelaban, tener acceso al dinero de mi padre, mi dinero — sigo negando con lágrimas en los ojos.
— Nada de eso debe ser cierto Vadim, me mientes…
—*No te miento, eres como ellos, interesada y una mosquita muerta* — grita tan fuerte que me causa escalofríos — ¿Sabes que me hizo prometer mi padre? Que en su ausencia cuidara de ti y te diera una oportunidad ¿Pero sabes qué? *No pienso cumplirla porque no estoy dispuesto a aceptarte Abigail* — Grita en mi rostro — *Te odio, te desprecio por ser la hija del hombre que asesinó a mi madre, por ser la hija de una mujer que fue cómplice, y por ser la niña tonta que engañó a mi padre para quedarse con parte de sus bienes, te odio* — Vadim retrocede — Espero pase el tiempo rapido y te largues — se marcha dejándome vuelta un mar de lágrimas. Si todo es cierto… ¿Por qué el señor Akim aceptó cuidarme? No creo que toda la historia sea tan cierta como Vadim lo cuenta, y lo peor es que ya no tengo quien me aclare la verdad.
¿Cómo puedo cumplir su promesa señor Akim? ¿Cómo?
Abigail Miller—Señorita Abigail, afuera le espera un joven llamado Boris Dave — salgo rápido de la piscina al escuchar que Boris ha venido aquí a visitarme cuando le dije que no podía debido a que Vadim ahora ha cogido la costumbre de armar dramas y echar a todos de casa olvidando que yo tengo derecho a este hogar.Cada día se vuelve más insoportable y arrogante conmigo, han pasado ya tres años y él no muestra ningún signo de cambiar su trato hacia a mí, en unos cuatros meses obtendré mi doctorado como abogada penal y podré salir corriendo de esta casa para no tener que ver con ese hombre. Lamento mucho que no pueda cumplir con mi promesa, pero no pienso continuar humillándome más ni tratar de hacer que él cambie cuando está negado hacerlo, por mi Vadim se puede ir al mismo infierno y pudrirse para siempre.—Voy ense
Vadim Ivanov Miro fijo a Abigail quien desayuna de forma desanimada, al parecer pronto llegará ese tal Boris a buscarla para llevársela de mi casa, pero lo único que se llevará de aquí será la sorpresa de saber que ella no se marchará con él, ella no pondría en riesgo aquello por lo que tanto luchó, y estoy bastante seguro que no lo ama lo suficiente como para renunciar a su profesión. No pienso permitir que ella me deje, ahora las cosas han cambiado y no me da la gana de dejar que ella se vaya de esta casa, ni siquiera cuando obtenga el doctorado, los padres de ella arruinaron por así decir la felicidad de los padres míos incluyendo la mía, y siento que debo devolverle a ella un poco de lo que sentí. Mi padre me hizo prometerle que debía cuidarla y hacer a un lado mi odio y el pasado, por supuesto no creo cumplir aquella promesa cuando lo único que siento en mi corazón es eso, un odio imposible de cambiar. Para mí, Abigail es tan culpable c
Abigail MillerLuego la discusión entre Vadim, Boris y mi persona salí al jardín trasero para controlar mis emociones, el beso que recibí por su parte me desestabilizó haciendo olvidar de lo mal que hice sentir a Boris con la mentira, aunque no todo era mentira, de cierta forma continuo enamorada de Vadim y creo que así será hasta el día de mi muerte, o cuando me canse de esperar a que él cambie.Tomo aire repetidas veces ahogando mi llanto y mi desamor, ya no encuentro la manera de hacerlo cambiar de parecer o de huir de esta casa, la manera de huir sería hacerlo en secreto y, sin embargo, es muy poco probable que lo logre cuando me mantiene vigilada, Vadim se ha vuelto tan… obsesivo conmigo que sabe todo de mí, les apuesto a que tiene mi teléfono intervenido y por eso siempre sabe muchas cosas que me dejan boca abierta. No sé cómo es que no me rec
Vadim IvanovEntro en la casa bajo la compañía de mi amigo Abe Davis, él y yo mantenemos una amistad desde hace más de quince años, es como mi hermano y casi siempre nos encontramos para conversar sobre nuestras vidas y como nos va en los negocios. Esta noche saldremos a una fiesta de gala y le dije que podía venir a mi casa y de aquí salir los dos juntos, él se encargará de ubicar a las bellas damas que nos harán compañía tanto en la fiesta como el hotel durante la noche, he tenido muchos días de estrés debido a las desobediencias de Abigail y lo único que quiero al respecto es salir hoy y descargar mi mal genio en alcohol y mujeres.—¿Y tu hermanita? — pregunta con burla, sabe lo mucho que me molesta ese tipo de comentarios.—No es mi hermana y no me interesa saber de ella, Abe — dejo muy claro, pero él continúa
Abigail Miller Llego temprano a casa y me encuentro con un enorme desastre, como si un huracán hubiera pasado por este lugar acabando con todo a su paso, no comprendo que pudo suceder aquí, lo más perturbador es que el silencio que habita en la casa me resulta bastante terrorífico ¿Dónde están los empleados? ¿Por qué este desastre? Camino hasta la cocina en busca de alguien que me explique lo que ha pasado, al entrar me encuentro con Juno de vuelta, le doy un fuerte abrazo al cual ella corresponde, tenerla aquí en casa me sienta muy bien, es una de las personas en esta casa con la cual converso mucho y quien sabe de mi amor por Vadim. —¿Qué sucedió aquí? ¿Entró alguien a la casa? — Juno niega, miro a todo el personal quien se mantiene en silencio — Juno, habla. —Vengo llegando Abi, no sabría decirte que ocurrió. —El señor Ivanov ocasionó el desastre señorita Miller, fue a buscarla a la fiesta donde usted había asistido, pero a
Vadim Ivanov Despierto y lo primero que mis ojos miran es el rostro de Abi dormida, miro toda la habitación y me doy cuenta de que esta no es para nada la mía, me levanto de la cama con sumo cuidado de no despertarla y tratando de entender cómo fue que llegue aquí, o mejor dicho, como fue que termine dormido en su cama y con ella. Sé que anoche bebí mucho y que subí a su habitación a esperarla, luego ya no recuerdo más, es como si mi recuerdo de esas horas se fuese borrando, supongo que mi nivel de alcohol era muy alto y por eso no recuerdo lo que sucedió. Salgo de la habitación de Abi y cuando me voy dirigiendo a la mía me encuentro con Corwin parado en la puerta quien mantiene en sus manos un sobre amarillo. —Señor — muestra una mirada cómplice. —No es nada de lo que tu mente intensa se imagina — me hace entrega del sobre. —Me había alegrado por un momento, pero veo que aun continúa errado señor — suspiro y abro la
Vadim IvanovEntro en la casa luego de llegar temprano, el lugar se mantiene en completo silencio excepto el patio trasero, de allí proviene una escandalosa música y que detesto mucho, Abi desde muy pequeña generó cierto gusto por el rock, algo que a para mi gusto es horrible y alocado, si observas a Abi jamás pensaras que le gusta ese tipo de música, pero cuando la conoces te das cuenta de que está chiflada y lo único que escucha son cosas extrañas, músicas que solo me causan dolor de cabeza. Algo que odio con todo mi corazón es que cuando estoy estresado y al borde de comerte un crimen ella pone a todo volumen la escandalosa música, tanto que sientes como los cristales del hogar vibran, decirle que quite la musica es inútil, porque solo sube el volumen en mi cara desafiándome, lo que hago es tomar las llaves de mi auto, mi billetera y largarme de casa para regr
Abigail Miller Bajo del auto de Penny luego de que llegamos a la casa de los padres de ella que queda las afuera de la ciudad; no pienso pasar este fin de semana encerrada en casa solo porque a un estúpido le dé la gana de ordenarme, Vadim se ha equivocado conmigo, sé que a veces me debilito ante él, pero luego cuando vuelvo a abrir los ojos sigo mi camino como yo quiero y no como él dice. Solo seremos ella y yo, mañana es mi cumple y planeó esto para que la pasemos juntas y lo celebremos, quiere llevarme a una fiesta que harán la playa, al parecer será hasta amanecer, dice que la mejor manera de recibir mi cumpleaños es en la orilla de playa cantando y bailando como locas, en lo personal no tenía ganas de hacer nada, saber que cumplo un año más y no puedo celebrarlo con mi madre me afecta mucho, cada año es lo mismo, pienso que de nada sirve cumplir otro año más cuando no tengo quien me despierte en la mañana con palabras bonitas para felicitarme y