Abigail Miller
Bajo del auto de Penny luego de que llegamos a la casa de los padres de ella que queda las afuera de la ciudad; no pienso pasar este fin de semana encerrada en casa solo porque a un estúpido le dé la gana de ordenarme, Vadim se ha equivocado conmigo, sé que a veces me debilito ante él, pero luego cuando vuelvo a abrir los ojos sigo mi camino como yo quiero y no como él dice.
Solo seremos ella y yo, mañana es mi cumple y planeó esto para que la pasemos juntas y lo celebremos, quiere llevarme a una fiesta que harán la playa, al parecer será hasta amanecer, dice que la mejor manera de recibir mi cumpleaños es en la orilla de playa cantando y bailando como locas, en lo personal no tenía ganas de hacer nada, saber que cumplo un año más y no puedo celebrarlo con mi madre me afecta mucho, cada año es lo mismo, pienso que de nada sirve cumplir otro año más cuando no tengo quien me despierte en la mañana con palabras bonitas para felicitarme y
Abigail Miller Entro en casa luego de volver de mi viaje con mi amiga, hemos decidido regresar hoy domingo por la noche debido a que mañana tengo que asistir a la universidad; ya me queda poco tiempo para obtener mi doctorado y no quiero faltar ni una clase, sé que eso no me afectará, pero prefiero evitar algún inconveniente, perderse un día de clase es casi que perderse una semana. En cuanto entro, los empleados de la casa se dan cuanta de mi presencia y corren hacia mí a darme mis felicitaciones por mis 26 años, Irish, viene con un tierno y grande pastel en sus manos el cual me entrega, yo lo sostengo encantada y ellos comienza a cantarme cumpleaños, no me esperaba esta pequeña y significativa sorpresa, por lo general ellos desde la muerte del señor Akim, tienen prohibido celebrar mi cumpleaños, supongo que como Vadim no se encuentra quisieron hacerlo. Espero no se metan en problemas por este detalle tan hermoso. —Pensábamos que no ibas a l
Vadim IvanovMe detengo en la ventana a mirar la hermosa ciudad de Sochi, tomo un trago de mi Whisky y enciendo un puro para fumarlo al aire libre, saco mi móvil y miro una foto en mi celular, se trata de Abi, quien desde mi viaje aquí no ha podido salir de mi cabeza. He vivido obsesionado con una venganza, que he olvidado lo que ella representa para mí, mi odio se volvió un sentimiento más dulce, un sentimiento que consideraba prohibido e imposible, pero ahora que se ha vuelto toda una mujer, ese sentimiento vuelve a aparecer, y es tan insistente que no sale de mi cabeza.Cuando me sucedió la primera vez, Abi aún era muy joven, apenas tenía 19 años, muy niña para mis gustos, aquello me ayudó a mantenerme distanciado y a continuar con mi venganza, pero ahora ha crecido, ahora es una mujer hermosa, muy hermosa y es algo con lo que no he podido luchar, intento seguir firme en mi
Abigail MillerSalgo del salón de clases luego de despedirme de mis compañeros, pensaba en ir a casa ahora, pero decidí en ir a visitar a Penny quien me informó que se sentía mal, y que posiblemente estaba embaraza, cosa que es un gran problema porque el hombre con quien ella sale está comprometido, y el muy imbécil le dijo que si estaba embarazada él no podía reconocerlo como suyo porque eso tacharía su apellido, su mejor sugerencia para mi amiga, fue un aborto.Mientras voy caminando hacia mi auto observo uno deportivo aparcado enfrente al mío, achico mis ojos porque me parece conocido, de repente la puerta se abre y me doy cuenta de que se trata de Vadim ¿Vadim? ¿Cómo es que ha venido a la universidad? El mundo se va a caer por su presencia, o algo peor, se golpeó la cabeza y olvido que me odiaba, no lo sé.—Sube — no, n
Abigail MillerLlevo unos cuantos minutos que desperté, Vadim aún continúa durmiendo, anoche luego de contarme toda la verdad hablamos un poco más hasta que se quedó dormido, me pidió que le hiciera compañía, por supuesto acepte y termine dormida en su cama, cuando desperté él me mantenía abrazada como si no deseara que yo huyera de su lado, pero para no incomodarlo preferí despertar antes para así irme sin que él lo note, conozco los cambios de humor de este señor, y sé que en cuanto despierte me pedirá que lo deje solo, así que antes de que me corra prefiero irme por mi propia cuenta.Me siento más tranquila por saber que él me dio un voto de confianza anoche, ahora más que nunca entiendo su odio, entiendo su dolor y su trauma, era apenas un niño cuando presencio una violación, y lo peor de t
Vadim IvanovLlego al piso del edificio donde trabaja Abe y camino como alma que lleva el diablo, por el pasillo en busca de su oficina, era obvio no que no me iba a quedar tranquilo luego de enterarme lo que le hizo, pudo haber abusado de ella, y puedo apostar que Abe asistió a casa tomado. Ese infeliz sabe que tiene prohibido acercarse a casa cuando yo no me encuentro, pero se creyó muy hombrecito y lleno de valor para ir, ahora lo pondré en su lugar y le dejaré en claro que no quiero una amistad con él, no podría ser amigo de un abusador, de un desagraciado que tiene la mentalidad tan sucia como para insinuar a una mujer que la puede violar.Su asistente al verme me sonríe e intenta decirme algo, a lo que yo ignoro porque lo único que quiero es ir a partirle la cara a ese idiota, abro la puerta y la cierro con fuerza atrayendo la atención de Abe, al ver mis expresiones de molestia se levanta de su asiento y
Abigail MillerMiro por la ventana a Vadim quien nada de noche, poso mi mano en el cristal y muerdo mi labio inferior, desear tener a ese hombre, es uno de mis anhelos más imposible, daría lo que fuera por pasear mis manos por su piel, sus duros músculos, probar sus labios es algo con lo que más sueño, me encantaría saber lo que se siente besarlo, lástima que mis deseos no sean correspondidos.Siento tan envidia de aquella mujer que lo acompaña a nadar, por dentro me muero de celos y a la vez de dolor, jamás tendré esa oportunidad que tienen ellas, yo siempre seré la hija del ser que más odia, Vadim nunca podría llegar amarme ni a quererme, mi ilusión va más allá de mis posibilidades.Desvío mi vista a un lado cuando él responde al beso de su acompañante, limpio las lágrimas que escapan sin mi autorización, soy tan masoquis
Vadim IvanovAbi, parece no comprender que es de ella a quien me refiero, que es la mujer que deseo y de la cual estoy enamorado, puedo decirle ahora mismo lo que siento por ella, pero antes necesito estar muy seguro de que en verdad me siento listo para intentarlo. Aun así, estando seguro, no encontraría la forma de confesarle lo que siento.¿Cuánto tiempo más debo esperar a estar listo? Esa es una pregunta que deambula por mi mente, a veces la espera, se vuelve aburrida y ella podría cansarse de amarme, o encontrar a otra persona e irse con él, ya una vez lo encontró y casi se marcha, de no ser por mis arranques de caprichoso la hubiera perdido.—¿Qué fue eso? — pregunta ella sin dejar de verme.—Un impulso — miento, eso no fue un impulso, eso fue un deseo que quería cumplir.—¿Un impulso? Lo único que haces es burlarte de mí
Abigail MillerDespierto debido a las caricias que Vadim ofrece en mi mejilla, no puedo evitar sonreírle aun cuando él no muestre ningún tipo de expresión, esto se siente muy bien, tengo un buen presentimiento, aunque un poco de miedo a la vez porque no sé lo que pase por la mente de Vadim.—Hacía tanto tiempo que no dormía toda mi noche completa.—Me da gusto que hayas descansado.—Tuve sueños con mi madre, pero no eran tan malos — tomo su mano.—¡Eso es bueno! No debes dejar que las pesadillas se apoderen de ti, estoy segura de que te acostaste pensando en los buenos momentos con ella — niega.—No, en realidad me acosté pensando en ti, tu compañía me hizo sentir seguro y que todo estaba en orden — sube sobre mí — No quiero acostumbrarme a la idea de que mis sueños dependan de ti, porque sé