Abigail Miller
Despierto debido a las caricias que Vadim ofrece en mi mejilla, no puedo evitar sonreírle aun cuando él no muestre ningún tipo de expresión, esto se siente muy bien, tengo un buen presentimiento, aunque un poco de miedo a la vez porque no sé lo que pase por la mente de Vadim.—Hacía tanto tiempo que no dormía toda mi noche completa.—Me da gusto que hayas descansado.—Tuve sueños con mi madre, pero no eran tan malos — tomo su mano.—¡Eso es bueno! No debes dejar que las pesadillas se apoderen de ti, estoy segura de que te acostaste pensando en los buenos momentos con ella — niega. —No, en realidad me acosté pensando en ti, tu compañía me hizo sentir seguro y que todo estaba en orden — sube sobre mí — No quiero acostumbrarme a la idea de que mis sueños dependan de ti, porque séVadim Ivanov—¿Cómo pudiste tomarte el atrevimiento de mandar a investigar sobre mi vida, Vadim? No juegues conmigo, me conoces ¿No querrás hacerme enojar, cierto?—¿Me estás amenazando? Sabes que no eres el primero que lo hace.—¿Cuál es tu problema? No tiene que importarte lo que haga con mi vida o con las mujeres, métete en tus asuntos, amigo mío — elevo mi ceja.—¿Pretendes que me quedé de brazos cruzados cuando quizás puedas lastimar a alguien más? Me das asco, tenía una venda en los ojos hasta ahora — lo miro de pies a cabeza.—Tienes miedo amigo, sabes que siempre logro lo que me propongo y por eso quieres detenerme ¿Crees que logras pararme? Ella vendrá a mi solita, Abi se ha vuelto… mi mayor reto, la mujer más difícil de hacer caer, pero no la más imposi
Vadim Ivanov—¡Wow! Que hermosa quedó la mesa servida — Se encuentra fascinada, admito que Corwin hizo un buen trabajo, debió esforzarse mucho para qué quedará hermoso y a ella le encantara.—Me da gusto, toma asiento — la ayudo a sentarse en su silla.—Definitivamente, deberíamos desayunar todos los días aquí afuera, se siente agradable el ambiente, la luz, la brisa y la vista del hermoso jardín — sonríe con tanta emoción que me contagia.—Podemos hacerlo si gustas, no tengo problemas — se me queda observando, lo hace por un rato, me siento incómodo, no sé que piensa de mí y respecto al este momento.—Me gusta este Vadim de ahora, siento que nos podemos entender mejor — asiento sin responder. Estoy haciendo mi mayor esfuerzo para ser diferente con ella.—Abi… ¿Por qu
Abigail MillerHace dos semanas que Corwin regresó a casa desde su recaída, por suerte ha estado mucho mejor y ha cumplido con su reposo al pie de la letra, yo al despertarme lo primero que hago luego de asearme es ir a su habitación y ver cómo se encuentra, lo mismo hace Vadim, luego bajo a la cocina por su desayuno y se lo llevó, o baja y desayuna junto a nosotros, su día la pasa en el jardín limpiando las flores, dice que no puede estar encerrado en una habitación o lo enfermará más, bajo cuidados de Irhis, es que puede limpiar las flores, nunca lo dejamos solo.Este fin de semana es mi viaje a Francia, pero el saber que me iré y dejaré a Corwin me tiene mal, por lo que estuve pensando en no ir, no quiero hacerlo, pero si no lo hago él y Vadim se enojarán, así que me encuentro entre la espada y la pared, tengo está noche para pensarlo bien.Dan dos toques
Vadim IvanovJalo su cabello y muerdo su hombro mientras la penetro, Abi se mantiene pegada a la pared y gimiendo como tanto me encanta, sostengo bien su pierna para mantenerla elevada y tener mejor facilidad de penetrar, es tan rico sentir lo estrecho de su interior y lo caliente, su fluido es como una puta lava que me quema, pero que me hace disfrutarlo a misma vez.El agua cae sobre nosotros mientras la hago mía y me devoro su delicioso cuerpo, nunca había sentido tanto deseo por alguien como lo siento por ella, soy un amante del sexo, pero Abi saca de mí lo más perverso e intenso, no la deje dormir en toda la noche, y cuando cerraba sus ojos hacía que los abriera en cuanto lamía su intimidad, era algo que recuperaba energías y ya quería volver a esta dentro de ella, me siento encantan por el cómo se mantiene lubricada, me excita esa humedad que viene de ella.Bajo su pierna y volteo su cuerpo dej&aacut
Abigail MillerYa nos encontramos hospedadas en el hotel, desde la ventana aprecio la belleza de esta ciudad, me encuentro muy feliz de estar aquí, y todo gracias a Vadim que me sorprendió con el pasaje.—¿Entonces ya no es malo y ahora es bueno? ¿El santo, Vadim? — pregunta con sarcasmo mi amiga Bonnie.—No seas dura, él está poniendo de su parte para hacer el bien con Abi, y el darle más libertad es algo bueno ¿Cierto?—¿Te parece eso bueno? ¡Oh, que bien se escucha decir que ya le da libertad! ¿Acaso es una mascota? ¿Una detenida? Es un ser humano, y todos los seremos humanos somos libres, excepto los que comenten crímenes, y hasta donde sé, ella no ha cometido ni uno — eleva ceja y cruza sus brazos.—Lo sé, no te quito la razón, nunca debió privarla, pero los hombres muchas veces son brutos. Y
Vadim Ivanov Abi regresa hoy de su viaje, por lo cual he mandado a qué preparen un almuerzo en la casa y que decoren para darle la bienvenida, quizás estoy exagerando con su llegada, se fue por una semana y lo estoy tomando como si no la fuese visto en meses. Yo me encuentro ya en el aeropuerto esperando a que ella haga presencia, me encuentro entusiasmado y feliz por verla, mis manos sudan ansiosos de que salga por esa puerta con esa sonrisa hermosa que tanto me gusta, ya quiero tocarla y besar sus dulces labios. Espero inquieto en mi mismo lugar, hasta que de repente la veo a ella caminar al lado de sus amigas, viene sonriendo y muy alegre por su viaje, coloco el ramo de flores en frente y al fin ella se da cuenta de que estoy aquí, nuestras miradas se conectan y gritan muchas cosas, deseo, felicidad y ansiedad. Abi llega a mí y le entrego con nervios las flores, ella las sostiene para luego besarme ante todos, correspondo a su beso con encanto y fascinación, desde
Abigail MillerCubro mi boca al encontrarme con la sorpresa en casa, Corwin trae en sus manos mi pastel favorito y en su rostro esa sonrisa de felicidad que me indica su mejoría de salud, les doy un abrazo al personal de la casa y limpio esas lágrimas que se me han escapado sin permiso, no me esperaba algo así, solo me fui por una semana, pero veo que aquí todos me habían extrañado como yo a ellos. Me da gusto estar de vuelta en casa con todos.—Bienvenida, señorita, quizás creerá que exageramos, pero esto es una muestra de que nos hizo falta, y que su regresó después de una semana sin verla merecía una sorpresa, que gusto tenerla aquí otra vez — le voy un abrazo delicado a Corwin, sostengo el pastel y pruebo la deliciosa crema de limón. Le doy un abrazo a cada uno y les digo que traje obsequios para ellos, la noticia les alegro el corazón.&mdash
Suspiro, al terminar de vestirme, iré a la habitación de Vadim a pedir disculpas por mi compartimiento de esta tarde, fui grosera con él cuando no había hecho nada, estuve tan enfadada por el hecho de que todos me dicen lo mismo, que culpé a Vadim de ellos tener razón, aunque de cierta forma él ha ocasionado todo esto, pero no era la forma de hacérselo saber. No puedo dejar que mi mente sienta confusión, mi mucho menos dudas cuando yo he sido testigo de lo mucho que él está mejorando, este Vadim no es el mismo.Toco la puerta de su habitación y me abre, eleva su ceja y toma es expresión soberbia como cuando antes de su cambio, le doy un abrazo y él no corresponde, sé que lo hice enojar, pero ya he venido a pedir disculpas.—Siento el cómo te hablé o te hice sentir — me distancia.—Me dejaste muy claro que dudas de mí, te