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Capítulo 04"Te odio Vadim"

Abigail Miller

—Señorita Abigail, afuera le espera un joven llamado Boris Dave — salgo rápido de la piscina al escuchar que Boris ha venido aquí a visitarme cuando le dije que no podía debido a que Vadim ahora ha cogido la costumbre de armar dramas y echar a todos de casa olvidando que yo tengo derecho a este hogar.

Cada día se vuelve más insoportable y arrogante conmigo, han pasado ya tres años y él no muestra ningún signo de cambiar su trato hacia a mí, en unos cuatros meses obtendré mi doctorado como abogada penal y podré salir corriendo de esta casa para no tener que ver con ese hombre. Lamento mucho que no pueda cumplir con mi promesa, pero no pienso continuar humillándome más ni tratar de hacer que él cambie cuando está negado hacerlo, por mi Vadim se puede ir al mismo infierno y pudrirse para siempre.

—Voy enseguida — tomo mi vestido y lo coloco rápido en mi cuerpo para salir y decirle que por favor se vaya. Hace siete meses comencé una relación con él en secreto para que Vadim no arruine nuestra relación, ya al inicio cuando supo que estaba saliendo con él perdió el control y me amenazó con que si llegaba a ser su novia arruinaría mi carrera. En ocasiones temo que se entere y cumpla la amenaza de arruinarme todo, no es la primera vez que logra cumplirlas, una vez lo hizo cuando me fui a una fiesta, al día siguiente cuando llegue me amenazó que la próxima vez que me fuera a un Antro él me iría a buscar para sacarme de allí, y así fue, el siguiente fin de semana sin yo creer que lo haría se apareció al lugar donde me encontraba, me subió a su hombro y me sacó del Antro para lanzarme dentro de la camioneta y traerme de regreso a casa, esa noche por primera vez tuvimos un enorme problema, estaba tan asustada porque él había tomando y creí que me golpearía, pero gracias a dios no ocurrió, solo me encerró en mi habitación y él se fue a la suya hasta el siguiente día que me abrió la puerta para que yo bajara a desayunar.

—El señor Vadim llegará pronto, le sugiero que le diga a su amigo que se vaya, no queremos verla en problemas señorita — asiento rápido a lo que dice Juno. Ella se ha vuelto como una tía para mí, es quien se encarga de la limpieza del hogar y de escuchar mis lamentos de cada día, aparte quien arriesga su trabajo para que yo no me meta en problemas. Si vadim se entera que ella y yo mantenemos un contacto muy familiar es capaz de despedirla, jamás me lo perdonaría si llegase a ocurrir.

—Lo sé, por esa razón le pedí a Boris que no viniera hasta aquí — camino apresurada hasta el jardín del frente. Al estar afuera lo veo recostado de su auto sonriéndome muy alegre por verme, miro y me aseguro que el idiota de Finn no se fije de la presencia de Boris, parece que su profesión en vez de ser escolta es de espía. Finn es quien se le comenta a Vadim quien viene para acá o para donde voy, el muy desgraciado le paga para que me vigile aun cuando yo le reclamo para que no lo haga.

—Abi, lamento venir sin avisar — Boris me da un beso en los labios.

—Sabes que no puedes venir aquí o tendré problemas con Vadim, por favor vete, yo me alisto y nos encontramos donde siempre — bufa molesto.

—Vadim, siempre es Vadim, nuestra relación es en secreto por su culpa, no puedo visitarte por su culpa ¿Qué mas no puedo hacer Abigail? No eres una niña a la que él deba controlar, no sé cómo puedes seguir en esta casa cuando lo que te ataba ya no está que era el señor Akim — se enoja conmigo y con mucha razón.

—Ya te he explicado por qué no puedo ir aún, si por mi fuese hace mucho que ya no estaría aquí, Boris faltan unos meses para yo lograr mi sueño y así poder irme, ya obtuve mi título universitario, pero aún me falta el doctorado, una vez este en mi poder me puede ir — sujeta mis manos.

—Vente a vivir conmigo, al menos hasta que te otorguen el doctorado y así ellos te entreguen el apartamento, Abigail no voy a pasarme la vida esperando que dejes esta casa, no voy a continuar una relación en secreto solo porque le tengas miedo a ese hombre, no me importa lo que él opine…

—A mi si me importa porque se trata de mi — niega molesto.

—Abi… O sales de esta casa o terminamos — abro mis ojos.

—No es justo lo que haces — digo con la voz cortada. En el tiempo que hemos estado juntos he aprendido a quererlo, aunque mi corazón ame a Vadim tambien le dio la oportunidad a Boris.

—¿Injusto nena? Injusto es lo que ese sujeto hace al no permitirte nada, incluso lo que hizo ese señor ¿Para qué te dejó heredera de algunas cosas si para obtenerlas debes cumplir ciertas condiciones? No lo necesitas Abigail, puedo darte todo mi amor ¿Entiendes? Todo, casa, lujos, trabajo y una estabilidad, yo me encargare de terminar de pagar el doctorado y lo que falte, lo único que quiero es que ya salgas de aquí y podamos tener una relación como dos personas normales, no somos unos niños, yo no soy un niño, tengo 30 años y lo que menos necesito ahorita es tener a mi lado a una mujer que piense como una adolecente — sus palabras me duelen, pero tiene razón. La cuestión es que no se trata del dinero, es más como… cariño a esta casa, aquí crecí, aquí… aquí forme mi vida. A veces pienso en irme y abandonar todo, pero tambien pienso en Vadim, en que si me voy él quedará solo y no sé si pueda vivir con la idea de haber podido hacer más por él. Aunque es cierto que ya es tiempo de irme.

—Boris…

—¿Te vas conmigo o sigues aferrada a este infierno? — Miro a los lados pensando — No tengo todo el día Abigail — lo veo a los ojos.

—Está bien, me iré contigo pero… no puede ser hoy, tengo que ordenar mis cosas — debo dejar de pensar en Vadim para centrarme en mí, seguir aquí no me permitirá una vida tranquila, aparte no quiero perder a Boris.

—Bien, paso por ti mañana temprano, solo tu ropa Abi, ni siquiera te lleves el auto, yo me ocupare de comprarte uno — asiento rápido.

—Vale — me encuentro nerviosa, lo siento como si me fuese fugar.

—No olvides que te amo, enserio debes salir de esta casa, no te hace nada bien. No tienes idea de lo que me afecta mirarte cada tarde cuando voy a verte en la universidad, es como si no durmieras en las noches.

—Es cansancio, ya estoy terminado al fin la cerrera y estos últimos días he estado repleta de deberes, ya has visto cuanto estudio y lo difícil que es estudiar derecho penal, más cuando me estoy especializando en la carrera, estoy a nada de lograrlo, de obtener todo en mi carrera — no es solo obtener el título y ya, tambien se trata del doctorado.

—Como digas, no lo discutiré.

—Ya vete, Vadim puede llegar en cualquier momento y no quiero que ambos entren en conflicto por mi culpa — sostiene mi rostro.

—No sé cómo permites que esto pase, déjame ponerlo en su sitio — niego.

—Ya vete — sigo insistiendo.

—Como quieras — me da un beso para despedirse y luego sube al auto, lo enciende y sin mirarme se larga. Boris se ha marchado molesto, no me gusta que nos despidamos así pero entiendo que tenga derecho a molestarse e irse sin hablarme. Al darme la vuelta para entrar en la casa me percato que Finn me ha visto conversar con Boris, no sé si escuchó la conversación, pero lo cierto es que me vio y eso será un problema fijo cuando Vadim llegue.

Definitivamente tengo que salir de aquí, lo siento mucho por el señor Akim pero no puede seguir atándome a su hijo, sé que esperaba que yo cumpliera mi promesa en este tiempo que estaría en casa, pero si no pude lograrlo ahora no sucederá después, Vadim no me ama y no me amará nunca.

Entro en la casa y me topo con Juno quien niega preocupada, se marcha a la cocina y yo subo a mi habitación para cambiarme, la única forma de que Vadim no me moleste es que me adelante a los hecho y le haga saber que me largare de su casa mañana mismo, aparte que por irme antes de tiempo lo que su padre me heredo lo perderé, creo que prefiere que todo eso se pierda a que yo me lo quede.

Debí haber tomado esta decisión desde un principio, aunque si me iba no lograría terminar la carrera puesto a que mis estudios lo paga esta familia, si me largaba ya no me pagarían nada, y yo no quería perder mi oportunidad de estudiar.

Saco mis maletas y allí empiezo a meter parte de mi ropa, cuando voy a llenar la otra la puerta se abre y deja a la vista un Vadim enojado, él se me acerca y mira a un lado lo que estoy haciendo, frunce su ceño y antes de que logre hablar me adelanto.

—No me importa si estás molesto porque haya venido mi novio a buscarme, mañana me iré con él y no tendrás que verme más — se tensa, camina más hacia a mi hasta quedar de cerca.

—¿Novio? Creí que había sido claro contigo Abigail — trago grueso.

—No puedes controlar mi vida Vadim. Deberías sentirte feliz porque me largo ¿No es lo que querías? — achica sus ojos.

—¿Y a donde iras si no tienes nada? — Eleva su ceja — ¿Con él? ¿Te largas con él? — no le confirmo que así será, lo dejo a su pensar.

—No tiene porque importante a donde voy — niega de forma lenta.

—No me importa a dónde vas en realidad, por mi puedes dormir en la calle, pero déjame decirte una cosa Abigail, resulta que ahora no quiero que te vayas, no si es para irte con ese hombre — me toma por sorpresa su comentario — ¿En serio creíste que te dejaría ir con ese idiota? Que tonta eres — mi mentón tiembla y mis ojos se cristalizan.

—No puedes obligarme a quedarme, esto era lo que tanto querías, lo que muchas veces soñabas Vadim — me toma del brazo.

—Exacto, quería, ya no, olvídate de irte, no pienso permitirlo, de esta casa no saldrás hasta que yo lo decida Abigail — por impulso empiezo a golpear fuerte su pecho, Vadim me sostiene de las manos y me lanza en la cama, mi preocupación aumenta cuando él sube sobre mi — Harás lo siguiente, terminaras con él mañana o cuando sea que venga por ti, lo harás frente a mí, le dirás que no lo quieres y que no te iras con él, de no hacerlo, hare que tu esfuerzo de estos años en tus estudios se vengan abajo Abigail, tengo mucho poder y créeme que puedo lograrlo — no puedo parar de llorar, esto no puede estar pasándome a mí, creí que la idea de irme lo alegría, pero veo que por joderme la vida ahora me obliga a quedarme, es un maldito infeliz.

—Te odio, te odio Vadim — digo entre llanto y él acerca su rostro más al mío.

—Interesante, el sentimiento es mutuo — se baja y yo quedo tendida en la cama llorando — Ya sabes, mañana quiero que lo termines, de ti dependen tus estudios. Si lo prefieres a él las puertas están abiertas, pero si prefieres tus estudios entonces deberás quedarte y dejarlo, así de fácil — retrocede con pasos lentos — Te veo en un par de horas para la cena, Abigail.

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