Capítulo 6

~ D Y L A N A D L E R ~

🥀

Me desperté de golpe. Sentía el corazón acelerado, y un sudor frío cubría mi frente. Revisé la hora en mi teléfono: había dormido solo media hora. Era imposible conciliar el sueño. Mi mente seguía atrapada en los eventos de anoche, incapaz de soltar la sensación de que todo había sido planeado.

La puerta de la habitación se abrió con un leve chirrido, y una enfermera entró en puntillas.

—Buenos días. Solo vengo a cambiar la intravenosa —susurró, como si temiera perturbar el frágil silencio.

Asentí sin decir nada.

Cuando terminó, se acercó a mí con una expresión amable.

—Aquí tiene —dijo, ofreciéndome un vaso con agua y un par de pastillas—. Es un analgésico para el dolor.

—Gracias.

Tragué las pastillas de un solo golpe, sin sentir realmente su efecto. La enfermera sonrió y salió de la habitación.

—Alex sí que te dio fuerte —murmuró Andrew con voz somnolienta desde la otra cama, frotándose los ojos.

—Y lo merecía. No la cuidé como debía.

Andrew se enderezó, su expresión entre seria y comprensiva.

—Amigo, no fue tu culpa. Todos estábamos asustados, y Alex... bueno, él estaba aterrorizado.

Recordé la imagen de Alex irrumpiendo en el hospital, fuera de sí, los puños cerrados, los ojos desquiciados. Había sido un golpe limpio, cargado de furia, y lo entendía. Melissa era su hermana, su razón de ser.

—Andrew, pensarás que estoy loco... pero estoy seguro de que esto fue planeado —dije al fin, soltando un largo suspiro.

Él se quedó en silencio, esperando que continuara.

—Cuando fui al baño, alguien cerró la puerta por fuera. No pude salir.

Andrew frunció el ceño.

—¿Por eso tardaste tanto?

—Sí. Intenté llamar a Melissa, pero su teléfono estaba en el auto. Pensé: "alguien vendrá a abrir la puerta". Pero nadie lo hizo. Fue entonces cuando me invadió el pánico. Cuando al fin lograron abrirla, vi al barman acercarse a ti con cara de espanto... y entonces te vi a ti, Andrew. El terror en tus ojos me lo dijo todo. Miré la barra, y ella ya no estaba. Lo supe.

Andrew apretó mi hombro con fuerza, intentando transmitir calma.

—Lo sé. La policía ya está revisando las cámaras. Pronto sabremos quién estaba con ese tal Christian.

—Vamos... necesito un café —murmuró con una sonrisa amarga.

🍂

Andrew y yo regresábamos de la cafetería cuando entramos a la habitación y la vimos.

Melissa estaba despierta, sentada en la cama mientras peinaba suavemente el cabello de Alex, quien descansaba a su lado. Su figura se veía frágil, pero su sonrisa iluminaba la habitación.

Alex levantó la vista y nos dedicó una sonrisa cansada, pero genuina.

—Hola —dijo ella, con voz suave, casi un susurro.

Me acerqué hasta ella y tomé su mano entre las mías. Sentía la calidez de su piel, el latir de su pulso, y eso hizo que mi garganta se cerrara de golpe.

—Dios, Melissa... —mi voz se quebró, y las lágrimas empezaron a rodar sin control—. Lo siento tanto. Nunca quise que esto pasara... jamás.

Ella hizo un espacio en la cama y me miró con ternura.

—Ven aquí —me invitó con un gesto.

La cama era tan grande que podíamos caber todos, pero aún dudé.

—Puedo lastimarte...

—No importa. Quiero que estés aquí. Quiero abrazarte.

No pude resistirme. Me acomodé junto a ella, y sentí sus brazos rodeándome. Me aferré a ese momento como si fuese la última vez que pudiera tenerla cerca.

—No fue tu culpa —susurró mientras deslizaba sus dedos por mi rostro—. ¿Saliste herido por mi culpa?

Llevó su mano hasta mi mejilla, donde aún sentía el dolor del golpe de Alex.

—Nada grave —le sonreí débilmente para tranquilizarla.

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