La ceremonia había comenzado.Alex se encontraba en la boda de Dylan junto a Kate, observando con expresión neutra cómo su amigo se preparaba para casarse. No era una situación cómoda para él, no cuando sabía cuánto había sufrido su hermana por ese hombre. Pero Melissa les había insistido en que estaría bien, que solo quería descansar y pasar el día con Andrew, preparando las últimas cosas para la llegada del bebé.Intentó relajarse, convencerse de que su hermana estaba bien.Pero entonces, el teléfono en su bolsillo vibró.No le habría prestado atención si no fuera porque, al sacarlo, vio el identificador de llamada marcando emergencias.Su estómago se revolvió con una sensación que no supo describir.—¿Señor Pierce? —dijo una voz apresurada al otro lado de la línea—. Llamamos del servicio de emergencias. Su hermana, Melissa Parker, y Andrew Jones han sufrido un accidente automovilístico.Alex sintió que el aire abandonaba sus pulmones.Por un momento, el sonido de la boda se desvane
Después de una larga y difícil semana, Melissa finalmente salió del hospital.El alta médica no era sinónimo de alivio para ella.Porque aunque su cuerpo estuviera fuera de aquellas frías paredes, su corazón seguía atrapado en la habitación donde Andrew permanecía dormido.No quería alejarse de él.Pero el día a día se volvía más complicado. Ir al hospital cada mañana, pasar horas a su lado y luego regresar a casa exhausta solo para repetirlo al día siguiente era agotador.Pero lo peor de todo no era el cansancio físico.Era la angustia.La incertidumbre.El miedo de que Andrew nunca despertara.Y como si Ander lo sintiera de la misma manera, su bebé también sufría.Cada vez que Melissa salía del hospital para volver a casa, Ander lloraba sin consuelo.Era desgarrador.Los doctores explicaron que esto era posible porque los bebés establecen conexiones desde el vientre. Escuchan voces, reconocen patrones… y cuando esa voz que les daba seguridad desaparece, sienten la ausencia.Andrew l
Desde el momento en que Alex le dijo a Sebastián que Dylan había recordado todo, su mente no pudo descansar. Lo primero en lo que pensó fue en Andrew. En todo el tiempo que le había tomado hacer que Melissa abriera su corazón nuevamente. En lo mucho que le costó ganarse su amor. Y ahora, todo eso podía venirse abajo. Porque Dylan había sido su primer amor. Y si ahora recordaba cada momento, cada promesa, cada sentimiento… ¿qué significaría eso para Melissa? El grupo se reunió para discutir la situación. Después de hablarlo, llegaron a un acuerdo. Melissa aún estaba en proceso de sanar, no podían arrojarle esta noticia de golpe. Tenía que estar fuerte. Física y emocionalmente. Así que Sebastián se encargó de contactar a Dylan y le pidió que fuera a la casa. Por ahora, ninguno de ellos podía dejar sola a Melissa. La conversación quedó en pausa cuando Kate decidió cambiar el tema, intentando aliviar la tensión que se respiraba en la habitación. —¿Cuál será la temática para
A N D R E W J O N E S 🍂 El primer cumpleaños de Ander finalmente llegó. Los chicos y yo estábamos emocionados, pero nadie se veía tan feliz como Melissa. Después de todo lo que habíamos pasado, verla sonreír con tanta pureza y tranquilidad era suficiente para hacerme sentir en paz. Hablamos con los demás y, después de pensarlo mucho, Melissa aceptó que invitáramos a Dylan y Eliza. Pero la situación era más complicada de lo que parecía. Dylan había recordado todo. Sus recuerdos volvieron de golpe, sin advertencia alguna. Pero Melissa aún no lo sabía. Ni ella ni las chicas. Habíamos decidido que no era el momento de decírselo. No ahora. Dylan lo entendió. Aceptó quedarse en silencio, al menos hasta que ella estuviera lo suficientemente fuerte para enfrentarlo. Pero eso no significaba que fuera fácil. Lo veía en su mirada, en la forma en que observaba cada gesto de Melissa, en cómo sus ojos se posaban en Ander con un anhelo que lo quemaba por dentro. Y cuando llegó el
~M E L I S A P A R K E R ~ 🥀 Mientras Sebastián y los chicos subían a Ander a su habitación, yo me quedé en la cocina, tratando de asimilar todo. Dios, mi bebé ya tenía un año. Y para mí, siempre sería mi pequeño. Agradecía con todo mi corazón que Andrew estuviera de regreso. Que estuviéramos juntos. Que, después de tanto sufrimiento, finalmente pudiéramos ser una familia. —¿Necesitas ayuda? La voz de Eliza me sacó de mis pensamientos. Levanté la mirada y me encontré con su rostro serio, pero sin rastro de hostilidad. —Sí, gracias —respondí con amabilidad. No podía evitar sentirme tensa. El último encuentro que tuvimos a solas no había sido precisamente agradable. Por eso me sorprendió cuando se acercó y tomó mi mano. —Quiero decir que lamento mucho todo lo que has pasado —susurró—. Lamento mi comportamiento la última vez que estuve aquí en tu casa. La miré con sorpresa. —Yo solo tenía miedo de que Dylan me dejara —continuó—, y jamás me puse a pensar que la que más s
~M E L I S A P A R K E R ~ 🥀 Luego del cumpleaños de Ander, noté que todos estaban actuando raro. Pero lo peor no era eso. Dylan venía muy seguido a casa. Sus palabras “quiero volver a conocerte” seguían rondando en mi cabeza, como un eco persistente del pasado que había intentado dejar atrás. No había tenido oportunidad de platicarle a Andrew sobre lo que Dylan me había dicho aquella noche. Así que decidí hacerlo en nuestra tradicional noche de juegos de los viernes, con todos los chicos presentes. Si alguien debía saberlo, eran ellos. Estábamos todos sentados en la mesa. Sebastián había traído a su novia, Maddie, lo cual me alegraba. Me gustaba verla a su lado, saber que finalmente había encontrado a alguien que lo amaba como se merecía. Tomé aire y hablé, captando la atención de todos. —Tengo que decirles algo. Mi hermano se tensó de inmediato. —¿Qué sucede? —preguntó alarmado. Maddie se puso de pie, entendiendo que quizás era algo privado. —Cosas de familia, voy
Un nuevo comienzo El sol de la tarde iluminaba suavemente la capilla, filtrándose a través de los vitrales y tiñendo todo con tonos dorados. Mi corazón latía con fuerza. Un año atrás, jamás habría imaginado este momento. Que después de tanto dolor, de tantas cicatrices, estaría aquí, a punto de dar uno de los pasos más importantes de mi vida. Y sin embargo, aquí estaba. Lista. Feliz. Realmente feliz. —Merlín, ¿quién diría que te vería ir al altar? Sei bella ragazza. La voz de Dylan me sacó de mis pensamientos. Me giré y lo encontré apoyado en el marco de la puerta, con una sonrisa divertida en los labios. —Gracias, Dylan —respondí con sinceridad—. ¿Ander está listo? Él arqueó una ceja con una expresión burlona. —¿Nuestro hijo o nuestro futuro esposo? Rodé los ojos, pero reí. —Nuestro hijo. —Por supuesto, guapa. Está con Eliza. Ya viene tu hermano. Te veo en el altar. Dylan se marchó, dejándome a solas. Suspiré profundamente y volví a mirarme en el espejo. El vestid
—Dylan, ¡ten cuidado! —grité, viendo cómo mi novio se lanzaba al lago con un salto despreocupado.El agua brillaba bajo el sol de la tarde, pero el viento era fresco, y solo imaginarme sumergiéndome en ese frío me ponía la piel de gallina.—Ven a nadar conmigo —me llamó desde el agua, su voz temblorosa, probablemente más por la temperatura que por cualquier otra cosa.Me quedé inmóvil en la orilla, sintiendo el césped húmedo bajo mis pies descalzos. El sentido común me gritaba que era una mala idea. Sin embargo, su sonrisa era irresistible. Sin pensarlo más, empecé a deshacerme de la ropa. Las prendas cayeron al suelo una por una, hasta que quedé solo en mi ropa interior.Respiré hondo y di un salto. El impacto fue un choque brutal. El agua helada me envolvió, y una sensación de ardor recorrió mi piel. Cuando saqué la cabeza, el aire frío golpeó mi rostro y me hizo castañear los dientes.—¡El agua está demasiado fría! —logré decir, temblando de pies a cabeza.Dylan nadó hacia mí, sus