~M E L I S A P A R K E R ~🥀Creo que nunca estamos realmente preparados para volver a ver a esa persona que marcó un antes y un después en nuestra vida. Esa persona por la que sufriste tanto tiempo, incluso si ambos estuvieron de acuerdo en que terminar era lo mejor. El dolor persiste, aunque sea diferente, aunque tenga otra forma. Está ahí.Siempre me ha molestado esa tonta expresión de "todo pasa por algo". ¿Será cierto? ¿O es solo una frase vacía para consolar a quienes se sienten perdidos? En el fondo, creo que quienes la dicen tampoco saben de lo que hablan.—Melissa, ¿estás bien? —la voz de mi madre me devolvió de golpe a la realidad.La miré, parpadeando como si hubiera estado a años luz de distancia.—Sí, te estoy escuchando —respondí automáticamente, aunque sabía que no era cierto. Ni siquiera tenía idea de lo que me estaba diciendo.—Pero no he dicho nada, cariño. ¿Estás segura de que estás bien? —Su tono se suavizó, y vi cómo su expresión cambiaba a una mezcla de preoc
~~ M E L I S A P A R K E R ~~🥀Tarde. Otra vez tarde. Alex va a matarme. ¿Por qué me cuesta tanto llegar a tiempo? Me deslicé rápidamente entre las mesas del restaurante, los tacones resonando sobre el suelo de madera, y encontré a Kate sentada cómodamente. Su elegante melena castaña caía perfectamente sobre sus hombros, y su sonrisa al verme confirmó lo que temía: Alex ya había llegado.—Lo lamento, sé que está molesto y lo entiendo, pero te juro que tengo una buena excusa —dije apresurada mientras me dejaba caer en la silla frente a ella.Kate soltó una ligera risa, siempre tan serena. —Hola, Mel. Tranquila, Alex aún no ha llegado. Me pidió que lo esperara aquí, así que por mi parte no sabrá nada —respondió con un tono tranquilizador.Solté un suspiro de alivio y me relajé ligeramente en la silla. El mesero se acercó para ofrecernos algo, pero le explicamos que faltaba alguien más y se retiró con una leve inclinación.—¿Está muy molesto conmigo, cierto? —pregunté mientras jugaba
~~M E L I S A P A R K E R ~~🥀El sonido insistente del despertador me sacó del sueño profundo. Abrí los ojos de golpe, recordando que tenía un desayuno en casa de mis padres con Alex, Kate y las niñas. No podía llegar tarde esta vez. Me incorporé rápidamente y me aseguré de no hacer ruido. Dylan seguía dormido, su respiración tranquila llenando la habitación.Tomé unos jeans ajustados y una blusa roja del armario, junto con una de las sudaderas de Dylan que había dejado olvidadas en mi departamento. Me quedaba grande, pero me lucía genial. Después de ducharme, me puse los converse, dejé mi cabello rizado al natural y salí del baño lista para enfrentar el día.Me encontré con Dylan ya vestido, con su habitual look impecable.—Lo siento, me quedé dormido contigo. Sé que tengo una habitación aquí, pero llegué cansado y no quise moverme —dijo con una leve sonrisa de disculpa.Negué con la cabeza, sonriendo. —Sabes que no me molesta ni me incomoda. Me gusta que te sientas en casa aquí.
~~M E L I S A P A R K E R ~~ 🥀 Esto era demasiado vergonzoso. Ni siquiera llevaba cinco minutos en el corporativo y ya había tenido un accidente que no solo me dejó con la cabeza doliendo, sino también con el orgullo hecho pedazos. Alex y Dylan me observaban con cierta preocupación desde el sofá al lado del escritorio de la doctora Miranda. Su silencio me hacía sentir aún peor. ¿Acaso pensaban que no era capaz de sobrevivir ni a mi primer día sin meter la pata? —No es nada grave, solo una pequeña contusión —dijo Miranda con esa calma profesional que tanto envidiaba—. Te daré un analgésico y estarás mejor. Intenté sonreír, pero el movimiento me hizo sentir como si el mundo girara al revés. —Miranda... te estoy viendo doble... ¿eso es normal? —empecé a decir, pero las palabras murieron en mi garganta. De repente, me levanté de la camilla y salí corriendo al baño. Las náuseas eran incontrolables, un mareo opresivo que hacía que cada paso pareciera una montaña por escalar
~M E L I S A P A R K E R ~ 🥀 El sonido agudo del timbre perforó la quietud de la mañana, arrastrándome bruscamente fuera del sueño. Extendí la mano instintivamente hacia el reloj de mi mesita de noche, solo para recordar que no estaba en mi habitación. Con un gruñido frustrado, me levanté. El teléfono en el suelo marcaba las 7:00 a.m. ¿Quién demonios llama a estas horas? Tiré de la primera prenda que encontré: una sudadera de Dylan que aún olía a su colonia, y bajé las escaleras mientras bostezaba. El aire frío que se colaba por las ventanas me erizó la piel. Al llegar al vestíbulo, me encontré con Susy, quien ya había abierto la puerta. —Buenos días, Susy. ¿Quién toca tan temprano? —pregunté, frotándome los ojos con las manos aún pesadas de sueño. —Su hermano Alex, señorita Parker. Está esperándola en la terraza. Ahora mismo les llevo café. —Gracias, Susy. Un cappuccino doble sin azúcar, por favor. —Por supuesto. Avancé hacia la terraza, y al abrir la puerta, el
~M E L I S A P A R K E R ~ 🥀 Entré a mi casa y subí a mi habitación, creyendo que tenía el resto del día libre, hasta que mi teléfono sonó. Era un mensaje de Madison: Madison SOS. Comercial. M. Parker Llego en veinte. El mensaje fue suficiente para hacerme levantarme de un salto. Busqué en mi armario algo adecuado para salir: una falda corta rosa, una blusa blanca y una de las chaquetas de Dylan que había olvidado en mi casa. Tomé una ducha rápida y preparé mi maleta de maquillaje, llena de productos de alta gama, pinceles cuidadosamente organizados y herramientas que se habían convertido en extensiones de mis manos. Al salir, un pensamiento cruzó mi mente: ¿Cómo voy a llegar? No sé conducir. Pero, como si el universo estuviera a mi favor, Dylan apareció justo a tiempo. —Hey, esa es mi chaqueta nueva —comentó, con una sonrisa divertida, mientras me daba un beso en la cabeza—. Aunque debo admitir que te queda mejor a ti. —¿Puedes llevarme? Madison necesita que
~M E L I S A P A R K E R ~ 🥀 Apenas eran las ocho de la mañana, y ya estaba peleando con mi madre. Todo porque, como siempre, estaba del lado de Dylan. Había madrugado con la esperanza de evitarlo después de lo de anoche, pero aquí estaba, en la mesa del desayuno, sintiendo que todos mis esfuerzos habían sido en vano. —¿Alice, tú qué opinas? —pregunté con tono cortante, buscando una aliada en ella. Alice, siempre leal, dejó su taza de té en la mesa y se cruzó de brazos. —Opino que usted tiene razón, señorita. No debería haber dudado ni un segundo. Llevan años juntos; es como si él no la conociera. —Su voz, aunque suave, tenía una firmeza reconfortante. Mi madre soltó un suspiro dramático, acompañándolo con un rodar de ojos. Estaba claro que su favorita era Dylan, y eso no iba a cambiar. —Ustedes están equivocadas. —La indignación se reflejaba en cada palabra. Suspiré, cansada de la conversación, y cambiamos de tema. Hablamos de moda y, más tarde, de mis negocios
~M E L I S A P A R K E R ~ 🥀 Me encontraba en mi enorme clóset, rodeada de filas interminables de vestidos, zapatos y accesorios. Nueva York siempre imponía su elegancia, y esta noche parecía ser especial. Había preguntado a Dylan si la cita sería formal o informal, y él, fiel a su estilo, respondió con un ambiguo "formalmente informal". Esa respuesta no me ayudó mucho, pero después de pensarlo, opté por un vestido negro que me quedaba justo por debajo de las rodillas, con un corte en V sutil en el escote. Elegante pero discreto, justo en el punto medio. Una vez lista, Dylan llegó puntual. Su atuendo casual pero sofisticado, con una chaqueta deportiva y una camisa blanca, complementaba perfectamente mi elección. Subimos al auto y, para mi sorpresa, nos dirigimos a Brooklyn. No era habitual que saliéramos de Manhattan, pero el cambio se sentía emocionante. —Brooklyn, me gusta. —dije, observando las luces cálidas que iluminaban las calles, muy diferentes al brillo imponente