Estábamos listos para gozar de un magnifico día en la playa, con el sol y el agua golpeando nuestro cuerpo, pero también para aventurarnos en busca de lo desconocido, aparcamos en una posición bastante cercana al barco semi hundido. Podía verlo tan cercano que mi expectación creció por las nubes, alquilamos dos, todos conectados para que nadie quedara bajo el inclemente sol.Nos consiguieron mesas y sillas por igual, donde colocamos todos los implementos que venían con nosotros, llenamos las copas que traíamos e hicimos un brindis, por nosotros y por la excelente velada que nos aguardaba, lo completamos entre risas y bebimos en su totalidad el contenido de las mismas, me aproximé a mi amada Sonia y le di un beso en los labios. —Has estado viendo ese barco desde que llegamos ¿Quieres aproximarte? —Cuestionó la muchacha con una sonrisa y labios sonrosados por el efecto de la bebida.—Claro que sí, estaba pensando justo en eso, solo que no sabía si te gustaría —Admití con un poco de v
Un encuentro sin duda digno de pesadillas, sin embargo, lo que hicimos fue reírnos sin parar mientras volvíamos a nuestros toldos, donde encontramos a Engel y Sandra durmiendo, menos mal que se iban a encargar de custodiar las cosas, los miramos detalladamente de arriba abajo y nos acercamos con los teléfonos, poniéndoles canciones a alto volumen para despertarlos.—¡Quien viene! —Exclamó el varón colocándose de pie rápidamente.—Ustedes están hechos unos auténticos salvadores guardias de seguridad, menos mal atienden en call center, de lo contrario se mueren de hambre —Regañó mi novia, cerciorándose de que todo estuviera en su sitio.—No estés fastidiando chica, no pasó nada —Se acurrucó en el pecho de su novio la mujer, viéndonos detenidamente a todos —¿Cómo les fue? ¿Consiguieron un tesoro? —Interrogó imaginando la respuesta.—Lo único que logramos fue casi hacernos en los pantalones —Suspiró Shawn con un miedo atroz, sirviéndose algo de refresco y tomándoselo tranquilamente en la
El pánico es como una enfermedad, ataca despacio y de forma astuta, colándose lentamente en la psique de las personas, las cuales se ven en esencia muy tranquilas hasta que se apodera de ella y las hace tomar decisiones muy alocadas, en cuanto fallo el dispositivo y nos quedamos absolutamente quietos, los miedos llegaron insidiosos a las mentes de los presentes.—No pasa nada, el caballero va a llamar para que nos vengan a buscar —Afirmó Franco apuntando al capitán.—En realidad, deje el radar en la caseta de la costa —Comentó el sujeto con cierta vergüenza.—Eso da igual, usted es parte de los trabajadores, seguro que al notar que falta el navío vendrán a buscarnos —Aseguró Fernando altivo.—Lo que pasa es que yo soy quien está de guardia, se supone que debo pasar la noche patrullando, nadie se sorprenderá de que no esté por los alrededores —Admitió el sujeto con un suspiro largo.—¡Eso significa que estamos atrapados! —Exclamó una de las chicas de atención al cliente, comenzando a e
Ingresamos en la embarcación que vino a rescatarnos y les agradecimos como si fueran ángeles, nos postramos a sus pies con cansancio y sed, ellos nos ofrecieron recipientes repletos de líquido potable, que consumimos con ansiedad. Definitivamente éramos solo unos oficinistas, no estábamos preparados para un conflicto o ningún tipo de bache en el camino, menos de veinticuatro horas en condiciones negativas y casi fallecimos.—¿Cómo supiste que estaría aquí? —Interrogué entre risas, abrazando a mi progenitora.—Instinto materno, supuse que, si no volviste en la noche y no me avisaste de nada había ocurrido algo muy malo, llamé a las otras familias y ninguna tenía idea, en cuanto toquemos la costa tienen muchas llamadas que hacer —Ordenó a los presentes quienes la vieron con alegría.—¡Es usted la mejor! —Exclamó Alison contenta.—Definitivamente que si —Admitió Franco rascándose la nuca, al mismo tiempo que Sonia la abrazaba.—Okay, es suficiente, mucho amor —Negó avergonzada, las caric
Tras terminar con la comida iniciamos el retorno, se trataba de un acontecimiento demasiado radical como para no ser entendido por la compañía, un grupo de personas que casi perdieron la vida en altamar, no obstante, la empresa como siempre torno esto a su favor, aprovechando la publicidad gratuita para ofrecer sus servicios y para mostrarse como los mejores empleadores que existían.Nos reímos muchísimo mientras escuchábamos la radio e intentábamos recordar desde cuando teníamos tantas virtudes como personal de Litium, nosotros al menos teníamos el día libre, pero las chicas de atención al cliente tendrían que pagar esas horas no aprovechadas, eso fue hasta que Sabrina las llamo desesperada y les dijo que ignoraran eso, podrían tomarse el día sin ningún tipo de penalización, órdenes directas de Olesia.Eso era un alivio estupendo, una excelente noticia para aquellas fatigadas damas. Dejamos atrás la costa y volvimos lentamente a la ciudad, abrazada y oculta entre la carretera montaño
Tu cara de decepción, ojos llenos de furia pero que evocaban una profunda tristeza. Todo revuelto en una escena que destruyo la libido que hasta ese momento se había gestado en mi ser, en mi espíritu y en mi cabeza. Me puse de pie con presteza, tú te disté la vuelta sin decir nada, tras la estela de tu indiferencia quise ir, mas sin embargo me detuvo el brazo de mi amor imposible.—No lo hagas Liam, ella no te ama —Aseguró con crueldad, como si quisiera excusar el pecado cometido.—¡Sonia espera! —No voltee a ver a Olesia, sino que corrí por el pasillo, ella iba rumbo al ascensor. Este se abrió e ingreso —¡Espera! —Exclamé de nuevo, viendo como este se me cerraba en la cara.Al darme cuenta de que no lo conseguiría salí a toda prisa por las escaleras, ignorando las caras curiosas de los administradores, divertidas de los compañeros y preocupadas del personal de seguridad, patine un poco en los peldaños finamente encerados, pero mantuve el buen ritmo, a zancadas llegue al pasillo princ
Una busca pleitos en toda regla, en vez de quedarse quieta ahora estaba chocando sus piernas contra las mías, sentía su respiración cerca y el olor dulce de su perfume me estaba embriagando, sujete la mano de mi amada y la vi fijamente, con descaro la bese para que las cosas quedaran claras, pero esta mujer era malvada y pese a eso se recostó de mi hombro, puso su mano en mi pierna y me vio detenidamente.—Liam… —Susurró con su boca pintada de rosado y sus ojos profundos e interesantes.—Que —Respondí con voz baja y viendo hacia al frente, evitando el contacto con ella. —Quiero que… —Sus palabras no llegaron a salir de su boca, cuando mi novia aparto su extremidad de un manotazo.—Aléjate de él zángana, ya te rechazo una vez ¿Cómo puedes ser tan baja de seguir insistiendo? —Consultaron en un tono que se podría considerar poco audible, pero que todos notaron al momento.—¡Vaya! ¡Drama en ventas! —Afirmó Penélope con malicia.—Ya basta por favor —Detuve a las dos con el rostro fi
Esas palabras escuetas, pero cargadas de un significado muy grande, me dejaron una sensación de vacío en el alma, como si la misma quisiera escaparse a través de las fisuras de mi corazón que se estaba rompiendo lentamente, las palabras de Olesia resonaron como campanas del fin del mundo, trayendo consigo un oleaje de sinceridad que no quería creer ni aceptar.—¿Qué estás haciendo? —Cuestionó furiosa, quitándome el celular de las manos.—Es que vi una cosa rara ¿Podrías dármelo…? —Mi solicitud fue demasiado lenta, tanto que le dio oportunidad de ingresar en la conversación y eliminar cualquier tipo de prueba, incluyendo el chat y el usuario.—Claro aquí tienes —Entregó con una sonrisa amable.—Vi como lo borraste ¿Qué era eso? —Pregunté con el corazón acelerado y el rostro enardecido.—Nada, solo una sorpresa que tengo pensado darte ¿Ese es el desayuno? ¡Se ve hermoso! —Exclamó poniéndose de pie y aproximándose totalmente descubierta a probarlo. Su voluptuoso cuerpo enseguida causo ef