Una reunión, algo sencillo discreto y al mismo tiempo acorde, pero persistía otro problema, mi madre y mi abuelo, aunado a su señora que limpia, demasiadas personas en un mismo sitio, aun así, eso significaba que de despertarse un sentimiento particular entonces podríamos tomar la decisión adulta de irnos a un hotel, una excelente sugerencia y porque no decirlo, la manera correcta de tomar una decisión tan importante, de lo contrario será solo un desliz y no algo premeditado.El caso es que Dios tiene sus momentos en los que le gusta hacer bromas, estas pasiones desaforadas venían acompañadas del gran estrés que portábamos por el esfuerzo adicional que realizábamos, recuperar el talante del departamento de ventas y a su vez mejorar las condiciones de atención al cliente, todo era igual, enfrentarse a los accionistas, a los cuales en su mayoría les tenia sin cuidado las condiciones usadas con tal de que los objetivos se lograran.Esa mañana me dirigí a mi área de trabajo con el corazón
Allí cerré la puerta y me desvestí, en ese momento tomé la iniciativa de actuar de manera mas lasciva, como si quisiera que Olesia notara mis intenciones, esta al principio solo se reía, pero cuando las cosas fueron más lejos y le pedí que se colocara un atuendo tan revelador esta de una vez sospecho, al final, nada podía escaparse de sus profundos ojos.—Tu familia está afuera Liam y tu amigo también, no puedo estar alimentando tu lujuria, no ahora —Mencionó de forma obvia.—En eso tienes razón, es solo que adoro como te luce eso —Declaré ante la tela transparente que componía la bata, misma que no dejaba nada a la imaginación.—Ya lo sé, no obstante… —Antes de que continuara se escuchó un golpeteo continuo en la puerta.—Hijo, unos familiares de tu abuelo nos están invitando a pasar la noche por allá, no soy mucho de visitas, pero él tiene ganas de verlos —Aseguró esta con cierto fastidio —Les dije que, si no se podía mañana, pero supuestamente se van del país, me lo avisaron hace t
Al abrir los ojos estaba cubierto por sabanas, no tenía personas a mi alrededor, me fui al baño, hice mis necesidades, me coloque una bata y llegue a la cocina, donde el desayuno estaba esperando con una figura de lo más preciosa, mi amada con poca ropa, una cara de tranquilidad envidiable y extraños espasmos, degustando sus alimentos.—Buen día amor ¿Arturo se fue temprano? —Cuestioné sin encontrarlo por ningún lado.—Esta abajo —Apunto a su cintura, dándome un indicativo claro de lo que andaría haciendo.—Ya veo, bueno, supongo que no tengo porque quedarme atrás —Pronuncié con cierta rabia de que la diversión iniciara sin mi persona.Fue una situación tan perversa como divertida, al culminar con esos juegos mañaneros, nos saludamos de manera agradable y notamos en el reloj que mi madre, seguro estaría fastidiada de compartir con su familia, nos arreglamos elegantemente, llevaríamos a mi amigo directo a su casa y después buscaríamos a mi mamá.—Oigan quiero decirles algo, en verdad l
Esperar ese momento no fue en absoluto aburrido, especialmente por todo el trabajo que tenía pendiente, cabe destacar que mantener a un equipo por el camino correcto es una odisea complicadísima, demasiadas mentes haciendo sinapsis al mismo tiempo o incluso careciendo de esa importante función y para lograr una efectividad máxima se tiene que vigilarlos de cerca.Por ejemplo, la presencia del personal de atención al cliente era sin duda un factor que distraía notablemente ¿Cómo solucionarlo? Pues siendo más flexible con la hora de almuerzo, la misma ya no tenía por qué ser tomada completa, sino que se podía fraccionar, de esa manera podían aprovechar el auxiliar de mejores maneras para charlar con sus compañeros o en el caso de Fernando, amiga, misma que tenía una pareja, pero me he dado cuenta de que eso es poco importante cuando lo que se busca es diversión. Pensar en soluciones, en eso básicamente se basaba mi trabajo, en otras palabras, en manifestar la verdadera inteligenci
Después de eso me enfoque en mi equipo de ventas, los números estaban de maravilla, apuntaban con una proyección alucinante al cien por ciento de las ventas, pero por alguna razón los mismos se atoraron en el noventa y cinco por ciento, cuando el penúltimo día llego yo estaba muy ofuscado, logre que cerrara en noventa y ocho, pero subir dos puntos estaba complicado, el siguiente día solo la mitad contaría, pues al cortar la hora de las transferencia todo quedaría para el siguiente mes, supe entonces que tenía que hacer algo, me quede hasta tarde, llamando yo mismo a clientes que nunca contestaban sus teléfonos, la mayoría personas ocupadas que en el día no atendían. —¿Qué estás haciendo? —Consultó Olesia confundida —Ya el horario nocturno termino ¿Por qué sigues aquí? —Eso me despertó de mi letargo ¿Qué motivo tenia?—Los chicos, esos que están fuera del país, si no llego al cien serán despedidos —Mencioné con rabia.—Yo soy quien decide eso, si quieres me retracto, estoy cansa
Metido en una patrulla y llevado hasta una comisaria cercana, al mismo tiempo que podía escuchar sus carcajadas contentas, creyendo que se llevarían el beneplácito de ser los primeros en capturarme, eso solo podía significar una cosa, era un pez gordo, de lo contrario sus celebraciones serian nimias, en mi celda contigua estaban unos malhechores, ladrones y conductores ebrios, estos no se veían orgullosos por su captura, conmigo era totalmente distinto.Tras una hora aproximadamente esperando una resolución escuche como llego un investigador al sitio, este se me quedo mirando de manera fija, les consulto si me habían ofrecido mi llamada y estos indicaron que me negué en rotundo a efectuarla, primeramente necesitaba más detalles, ya después pondría toda la carne en el asador, era curioso como pensaba en comunicarme con Olesia en lugar de hacerlo con mi madre, quizás porque sabía que ella traería hasta el ejército, desconocía que tuviera contactos, pero de algún lado lo sacarían. Consci
La noche fue un asco, solo podía moverme de un lado a otro sin conciliar el sueño, pensando en todo lo que había vivido hasta ese justo punto, donde celebraba con mi equipo un triunfo magnifico ¿Cómo era esto posible? ¿Quién podría haber actuado con tanta crueldad? ¿Qué accionista estaría inmiscuido en esta tremenda patraña? Todo eso rondo por mi mente, mientras cabeceaba sin cesar, hasta que el sueño finalmente me venció, dándome un respiro del estrés y la agonía de unas pocas horas. —Liam… Liam… —Escuchaba una voz que me llamaba resonante —Abran esa cosa, tengo que hablar con él, soy su abogado —Solicitó el tipo con un tono paciente y calmado, ganándose unas risas que este tomo con humor.Me reincorporé todo lo rápido que pude, golpeándome con la parte de arriba de la litera, la cual no estaba ocupada por nadie, tenía un dolor en la espalda y el cuello, sumado a un calambre que se apodero de mis piernas, cuando la fatiga paso finalmente me pude poner de pie, al mismo tiempo qu
Mi abogado venia todos los días a visitarme, por lo que su presencia no era indicativa de nada, poco a poco fue ganándose la confianza de todos los policías, hasta sentarse a comer con ellos, me di cuenta que esa política influyo muchísimo en el camino de la liberación. Recordé siempre eso, sentarse con el enemigo puede ser a veces la vía más fácil para obtener la victoria.Cuando estaba a punto de cumplir una semana en ese sitio, donde era incapaz de acostumbrarme a las duchas compartidas, las comidas precalentadas, las papillas y la cama tan rígida que dormir en ella o en el suelo era indiferente, en ese preciso momento llego Olesia, sus ojos llenos de esperanza y felicidad eran las puertas del Valhala, me acerque a la reja con desesperación, al mismo tiempo que el oficial me solicitaba que me quitara para abrirla.El tacto de su piel en forma de un abrazo, su olor era gloria y mi abogado estrechándome la mano, no sabía a quién amaba más, si a esa mujer o a ese hombre que me daba la