Es cruel como el destino se interpone entre el conocimiento que queremos saber, buscamos incesantemente la forma de alcanzar aquello que anhelamos y entonces nos damos cuenta de que justo antes de lograrlo tenemos cosas por hacer, la cotidianidad es de lejos el peor enemigo de los sueños, ser atrapado por ese círculo vicioso acaba por destruirnos. Así me sentía al darme cuenta de que antes de mi reunión con Corina tendría que soportar un día de trabajo como cualquier otro, fingiendo que nada había pasado. —Bueno chicos, hoy es el último día del mes, espero que den todo de ustedes para llegar lo más cerca que podamos a la meta ¡Éxitos! —Exclamó la supervisora con un rostro emocionado.—¡Claro que si se puede! —Mencionó Alison rellenando su taza con café y leche, retirándose a la sala donde trabaja.Todos los presentes nos vimos con rostros no muy convencidos, la realidad era solo una, cuando revisamos los archivos con los objetivos del mes estos estaban muy lejos del cien por cien
La burocracia empresarial siempre es molesta, subimos las escaleras con una mezcla curiosa entre felicidad y fastidio. Por un lado, venia el fin de semana y estaríamos una hora entera sin lidiar con los clientes, por el otro, representaba una perdida rotunda de tiempo, pues siendo honestos no iba a ser algo relevante. Una cosa que yo tenía es que las ilusiones se me iban rápido y no creía para nada en las promesas.—Siéntense tranquilos muchachos Olesia y yo venimos en un momento —Indicó Corina con su siempre constante sonrisa.—Bueno señores a perder el tiempo se ha dicho —Comentó Franco en voz baja, causando risas en los presentes.—Al menos es mejor que lidiar con conflictos —Indicó Mery con un bostezo pronunciado.—Después de esto ya nos vamos —Alegó Engel frotando sus manos con ansiedad.—Hablen por ustedes, a mí me toca turno nocturno —Suspiró Alison con desilusión.—Me debían un favor —Alzó los dedos en señal de paz la afroamericana, contenta por su intercambio tan favorable.
(…) Centro Comercial Corintios / Dos Horas más Tarde.Ese sitio era diferente a Logias, más pequeño, más laberintico, menos opulento y sus tiendas, en su mayoría sencillas, tenían precios asequibles, la zona dedicada a la comida era la única espaciosa y amplia, con muchísimas sillas y mesas para degustar de los alimentos, por la hora no estaba demasiado lleno, de hecho, tenía ya bastante tiempo esperando, le escribí por el teléfono y esta replicó que ya venía en camino, solo que yo era totalmente incapaz de encontrarla o al menos así fue hasta que la vi acercarse con un señor obeso y un bebé precioso, esta al verme salió corriendo para abrazarme, dándome un beso en la mejilla.—¿Tenias mucho rato por aquí? —Consultó sonriente.—No tanto Corina, aunque si me preocupo que fuese algún tipo de trampa —Suspiré aliviado.—Si eres tonto, descuida ¡Amor! Él es Liam, el chico que te comenté —Me presentó con cordialidad al varón.—Alexander, un placer, espero que puedan ayudarte, nada como ir t
Olesia Mazur, una chica que sin duda es incomparable, perfecta como ella sola, trágicamente su mala experiencia con el amor ha creado una coraza a su alrededor, tan dura y fría que quien se atreva a intentar rebasarla seguramente sea destruido en el intento. No estaba yo para enfrentarme a algo como eso, puede que incluso peque de cobarde, pero me tiene sin cuidado.Volví a mi casa como si nada hubiese pasado, mi madre me pregunto si las cosas estaban bien y mentí diciendo que me encontré con un amigo, ya tuve suficiente dosis de cariño y consejo maternal, ahora tomaría mis propias decisiones, pues en la vida nadie debe decidir por nosotros o de lo contrario nos lamentaremos para siempre.Estuve chateando con amigos, comiendo y escribiendo esos dos días. Ahora mi prosa ya no estaba dedicado a esa bella dama, era más bien un manifiesto de mis propios desastres románticos, los cuales en un universo alterno quizás podrían haber funcionado. Mezclando con un poquito de realeza esos conflic
Era bueno de vez en cuando desconectarse, ese momento podría aprovecharlo para conocer más a mis colegas, consideraba que una de las mejores cosas que se podía hacer como escritor era ver a muchos tipos de personas, pues en ese momento nos damos cuenta de la complejidad del mundo y que cada individuo es totalmente distinto a los otros.Ahora que estaba enfocado en mis actitudes laborales ya no sentía tanta preocupación y tampoco esperaba ansioso algo que no llegaba, de hecho, hasta que decidí salir a comer no tuve ningún tipo de encuentro con la CEO, sin embargo, fue en ese momento que la vi, degustaba una ensalada de pescado con Sabrina, la jefa del departamento de atención al cliente.Ambos nos ignoramos mientras terminamos de disfrutar la comida, no sé en qué momento exactamente, solo sé que pusieron una hamburguesa frente a mí y cuando alce la mirada allí estaba ella, imponente, regia, magnifica, una reina de los negocios y orgullosa dueña de una corporación tan extremadamente pod
(…) Casa de LiamCuando abrí los ojos tenía el teléfono en la mano, bosteces pronunciadamente y me estiré, el mismo yacía descargado, mientras iba al baño, cepillaba mis dientes y hacia mis necesidades recordé el motivo de que el móvil se encontrara sin batería, la extensa conversación que tuve con Sonia, era una chica tan interesante, graduada como abogada en medio de esta precaria situación, de echo tenia pocos meses de haberse titulado y en su deseo de conseguir trabajo ingreso a Litium desde lo más bajo, con el objetivo de crecer en la compañía o por lo menos hacerse de un currículo solido que en un futuro le brindara mejores oportunidades. Sueños, todos estamos llenos de ellos, por alguna razón me sentí muy libre al conversar mis planes y aspiraciones en esa extensa charla, era un espíritu afín, no comprendía como el chico que fungía de novio para semejante dama podría ser problemático, sí que es cierto que no tenía la figura más despampanante, pero su capacidad intelectual ta
Esos comentarios brindados con total honestidad parecieron ser como agua de mayo para Sonia, quizás esperaba alguna risa o más comentarios despectivos, pero jamás podría hacerle eso a alguien tan clara, sincera y agradable como ella. Me causaba un choque muy profundo ver a una persona a mis ojos tan perfecta, porque estoy muy acostumbrado a que la gente me muestre su lado más odioso, agresivo y desagradable.—¿Tienes pensado hacer algo ahorita? —Dudó la chica intrigada.—Nada en lo absoluto, dar una vuelta por Logias y de nuevo a la oficina —Indiqué estirándome un poco.—Te acompaño entonces —Agregó con felicidad.Eso era lo que le hacía falta a mi vida, una amiga, alguien cordial y con horarios similares a los míos. Claro que Arturo y Marjorie eran personas increíbles, casi hermanos para mí, pero la vida adulta es cruel e implacable, todo el tiempo libre de la preparatoria desaparece al crecer, dejando únicamente los horarios ajustados, la necesidad de descanso y las carencias económ
Después de esas fuertes emociones era curiosos fingir que no había pasado nada, baje las escaleras tratando de alejarme lo máximo posible de las caras conocidas, llegue hasta el lugar donde se aguardaba el transporte, al voltear sentí que me tocaron la espalda, por el tamaño de la sombra imagine que se trataba de Sonia, menos mal que no soy de reacciones efusivas, pues se trataba de mi colega analista.—Hola tonto ¿Cómo estás? —Saludó cordialmente la mujer.—Tyana tiempo sin verte —Hablé contento, dándole un abrazo.—Oye, pero a ti te gusta arrasar ¿No es cierto? Jordania, Olesia y ahora también la chica nueva —Al declarar todo aquello me puse rojo como un tomate.—Yo no… —Susurré con una gran inseguridad.—Descuida bobo, nadie sabrá de tus múltiples enlaces románticos, aunque te diré que aquí en esas paredes todo se sabe —Suspiró ella como si la idea le repugnase en sobre manera —Claro yo entiendo que estés rompiendo corazones, eres un papasote —Carcajeó empujándome un poco.—¿Es que