16 de diciembre de 2020.
Monasterio de Tekija - Bosnia y Herzegovina.
País capturado por la Mafia Albanesa hace cuatro años.
Ecain Akerson
—Señor, hemos conseguido una mansión en Albania para su regreso.
—¿Dónde?
—Villa Garden, tiene todas las características que usted pidió, la señorita Geisha se ha encargado de eso —me avisa —. Ella miró las fotos de cada lugar que le mostré, más no sabe dónde queda cada una.
Sinceramente Geisha puede irse a la m****a, no veo la hora de deshacerme de ella.
—Perfecto, preparen todo para partir hacia allá, nos quedaremos estas dos semanas mientras ocurren las fiestas, en año nuevo regresaremos aquí —ordeno, pero veo que aún no se mueve y eso me hace irritar —. ¿Qué estás esperando? ¿Un maldito autógrafo?
—Es que no sé cómo decirte esto, señor.
—Vetëm thuaj atë që ke për të thënë — <<Sólo di lo que tengas que decir>> le suelto en albanés. Ocurre cuando no puedo controlar mis ganas de mandar a la gente a la m****a.
La mayoría de los hombres que dan la vida por mí son de este país y de Albania, pero el círculo más cercano es de personas que tienen masters y títulos en carreras universitarias necesarias para llevar a cabo mis negocios de manera correcta y sin ningún contratiempo. No me relaciono con los míos directamente. Tengo reglas inquebrantables.
—Nuestro infiltrado acaba de mandar una alerta, están enviando otro agente, es una chica, planean capturarte para fin de año.
—¿Están trasladando todo mi equipo de tecnología hacia Villa Garden?
—Tal y como lo ordenó, señor.
—Bien, allá descubriremos quien es la m*****a.
—Snader nos dijo que...
—¿Snader? —Enarco una ceja hacia él.
—Perdón, nuestro infiltrado nos dijo que la agente...
—¿Cómo será? —me pregunto de repente, interrumpiéndolo. Llevo mis manos a mi barbilla, acariciándola —. ¿Será joven? ¿Morena? ¿Alta? ¿Baja? ¿Esbelta? ¿Simple?
Me encamino dando los cuatro últimos pasos que faltan y me detengo frente al barandal que divide la mansión con el gran lago.
Este lugar me gusta mucho, el Monasterio de Blagaj es el único sitio con el que realmente me he llegado a encariñar, ni siquiera Geisha sabe de el y tampoco lo hará. Es una m*****a arpía a la que ya le llegará su hora.
Cree que no me sé su juego, pero yo me sé el juego de todos.
Burton continúa hablando: —Ella va a querer hacerte caer, va a querer enamorarte... Siempre hacen esa jugada. Se creen que por ser mujeres y hermosas, pueden meterse en nuestra piel y manejarnos a su antojo —bufa. Ni siquiera se ha dado cuenta de que acaba de tratarme como si fuese su igual y no su jefe.
—No subestimes a las mujeres, Burton. Ese es el problema con los hombres, nos creemos invencibles, incapaces de caer y por ello no vemos lo inesperado, nos confiamos y al final, terminamos presos o muertos. Es por eso que no se debe actuar sin una estrategia. Con las chicas, querido subordinado, es con quienes más debemos tener cuidado, no con otros hombres, no con animales, ni bestias, con ellas —aclaro fuerte y claro. Él frunce el ceño, aun creyendo en el dicho de que el hombre tan solo por ser hombre ya tiene el poder sobre todo y todos. Qué equivocado está. Es justamente esto lo que me ha salvado muchas veces; el hecho de que sé que soy grande y he llegado lejos, pero sé que hay otros, ya sean mujeres u hombres, como yo. No me creo indestructible, porque al final del día nadie lo es. Hasta los mejores caen en alguna ocasión, o incluso, pueden llegar a caer por completo —. Así que, si ella quiere amor, entonces le daré amor. Seré el hombre más enamorado que habrá existido jamás en el planeta tierra.
>>Seguiré su juego, porque cayendo es la única manera de librarse. Me meteré tan profundo en su piel que no podrá imaginar un mundo sin mí, le haré creer que estoy perdido por ella, cambiaré toda su jugada.
>>Ella quiere llevarme al infierno sin saber que yo soy el diablo, dueño y amo de las calles infernales.
{-}
No puedo creer que ya estemos a dieciséis de diciembre. Falta poco para recibir la llamada de mi madre. Esas que hace siempre, pero que en estas fechas navideñas se vuelven más especiales. Se pone más emotiva, y aunque me hace sentir incómodo tanto cariño de su parte, no es un secreto el hecho de que me encante. Mis padres son lo único real y confiable en este mundo de porquería al que intentamos limpiar y en el que terminamos cayendo e inmiscuyéndonos demás.
Es tentador.
Por más que tratemos de limpiarlo, siempre quedan escorias que se reproducen y no queda más que jugar en su propio tablero, haciéndonos pasar por uno de ellos para así derrumbar sus estrategias desde adentro con unas mejores. Solo que, como ya dije, muchas veces el gusto de ese juego queda, nos quema, pero al mismo tiempo es tan satisfactoria y cruel, que se mete en nuestra piel y se queda como parte de nosotros.
Miro la foto de mi hermano postrada a un costado de mi escritorio. Es algo habitual el hacer lo mismo todas las mañanas, lo extraño tanto. Haría lo que fuera por regresar el tiempo y haber luchado más por él. Porque fuese él quien estuviese hoy aquí, así hubiese tenido que pagar por ello con mi propia vida.
Todo el peso recae en mí, y no me molesta, porque en cierta forma es una m*****a distracción para toda esta pesada vida. Sin embargo, extraño tantas cosas, extraño lo que éramos antes y desearía borrar lo que fuimos y seguiremos siendo luego de toda la m****a que ocurrió.
No quedó más que aceptarlo y seguir, aunque a veces me pregunto... ¿Realmente hice eso? ¿Realmente he seguido con mi vida? Porque hay días en los que siento bajones de ánimo donde me siento atascado en una nube gris y todo lo que me provoca es gritarle al cielo, reprochándole el por qué ha sido tan cruel con nosotros los Akerson cuando no hemos hecho más que ser buenos desde nuestros antepasados hasta la actualidad.
Cada vez me convenzo más de que ha llegado el momento de cambiar eso, pero sé que mi familia no estaría de acuerdo. Mis padres no lo permitirían, no lo entenderían porque ya están condicionados desde su infancia a pensar de una manera fija, a no cambiar de perspectiva, pero lamentablemente les ha tocado un hijo al que le gusta analizar y al que, sinceramente, poco a poco le va dejando de interesar lo que pase con el mundo. Le va dejando de interesar el querer eliminar a los malos y proteger a los buenos.
Aún queda esa vena protectora en mí para con mi país y los países que me pertenecen. Es algo inevitable porque se trata de mi gente, pero una cosa es protegerla, y otra muy diferente es seguir con esta sucesión donde debemos exterminar a quienes creemos nuestros enemigos solo porque dañan al mundo. ¿Por qué hacerlo si no se meten conmigo? lamentablemente así es la vida, por más que trates de acabar con alguien nefasto, violento y dañino, en el mundo hay miles más, jamás podrás con todos, es imposible. ¿Quién querría salvarme a mí al verme en problemas? nadie. Es por ello que desde hace rato llevo queriendo cambiar las reglas del Bajo Mundo, y lo voy a lograr. Lo haré. Así me cueste mi buena relación con mis padres, lo voy a hacer.
A mí nadie me va a agradecer por querer seguir con el legado familiar y exterminar a las ratas. Mi familia lleva años haciéndolo y nunca nadie se ha enterado de ello, todo lo contrario, han corrido rumores crueles sobre los Akerson y las personas los han creído. Así es como les pagan a seres que no han hecho más que mantenerlos a salvo.Pero les tocó el peor sucesor. El que ya no le importa una mierda y no hace más que aparentar ante la sociedad. Ese que le dio a su familia una salida, diciéndoles que se haría pasar por narcotraficante para así asesinar a quienes quisieran sin tener que rendir cuenta o tener una razón en específico, pero lo que no saben, es que en realidad si me he vuelto uno. Soy eso que ellos tanto repudian. Solo que aún no me muestro. Estoy usando mi careta porque me va a encantar cuando llegue el momento de que esta verdaderamente caiga y tengan que tragarse sus palabras y rendirse ante mí o simplemente declararse como enemigos y morir por mi mano empuñada en una
17 de diciembre de 2020.Estados Unidos: Los Ángeles, California.Seyra HolmströmLinnette estaba sentada afuera, en el patio trasero, siendo atendida por su sirvienta personal, mientras miraba hacia la nada y solamente abría su boca para recibir las cucharadas con sopas que le daba Stanisa. Yo nunca le hablo, ni siquiera me acerco o la visito. En ocasiones, como ahora, cada vez que estoy a nada de irme a una misión paso por su hogar y me quedo estática en el marco de la puerta intentando algún acercamiento, pero me es realmente difícil hacerlo. No puedo, no quiero. Y es por ello que volteo y luego de haberla visto por tan solo segundos, me voy.Eso es todo. Nuestra relación se fue a la mierda desde que yo era tan solo una niña. Desde que eligió querer a mi hermana y despreciarme a mí. No envidio su relación. Me hubiese conformado con que me hiciera a un lado solamente, pero no fue así. Todo lo que me tocó vivir influyó en el hecho de que en el presente no quiera siquiera mirarla a
Sigo rumbo a mi oficina, por pertenecer al nivel cinco en todas las categorías te dan una, es pequeña, pero oficina, al fin y al cabo. Ya no deseaba estar en un simple cubículo como lo está mi hermana a quien solo le importa subsistir y no superarse. No es reproche. Si ella se siente bien de esa manera, no hay problema alguno. Es su vida.—Buenos días, estaba esperándote —exclama Lund levantándose del pequeño mueble que está a un costado y guardando su celular con el que se estaba distrayendo mientras esperaba mi aparición.—Buen día, jefe, perdón si estoy llegando tarde —él sonríe y niega con su cabeza.—Podrías llegar tarde las veces que quisieras y serías la única en ser perdonada por eso... —me dice, acercándose a mí. Yo me quedo quieta, esperando a su movimiento, y ocurre: él coloca sus brazos en mis hombros como quien no quiere la cosa y se acerca aspirando el aroma de mi cuello y haciéndome sentir incómoda, pero no me aparto. Deja un pequeño beso como saludo en mi mejilla, pero
20 de diciembre de 2020.Condado de Shkodër, noroeste de Albania.Seyra HolmströmTermino de pintar mis labios de color rojo pasión mientras me miro fijamente al espejo verificando que todo esté en su lugar, mis ojos —ahora de color marrones debido a los lentes de contacto que me han puesto para adentrarme en mi papel— me miran con atención: el maquillaje está intacto, la joyería combina a la perfección con mi piel bronceada, mi cabello suelto y rizado en perfectas ondas caen por delante de mis senos cubiertos por la parte delantera de mi ajustado vestido color vinotinto y también se esparcen por mi espalda llegando casi a mis caderas.Ahora soy rubia, me llamo Carol Bromosa y soy la hija del Glavnyy Glavar' de Rusia.Este es el momento en el que pongo a juego mi intelecto. Han tomado medidas desesperadas y aun no entiendo por qué.Cuando me estaban preparando para mi personaje, todos estaban más silenciosos de lo normal. Antes, cuando me tocaba alguna misión, mientras se encargaban d
—En primer lugar, no se llama Albert, se llama Artyom, y, en segundo lugar, jamás digas que mi padre es ocurrente, es mucho más que eso y los súbditos deben tratarnos como reyes y más respeto, ahora, si me disculpas, debo entrar, porque si no hago los negocios que él me envió a hacer por tu culpa, las pagarás —sin darle tiempo a treguas entro al lugar, moviendo mis caderas de lado a lado con cada paso que doy y acarreando hasta la mirada de las féminas que desean ser como yo.Sonrío.La DOE se encargó de infiltrarse en el sistema y cambiar los datos de la Mafia Rusa. Pudieron incautar la negación a asistir de parte de dicha mafia y fue cuando trazaron este plan donde en vez de negarse, aceptaban. Solo que no era la verdadera Mafia Rusa la que vendría.Voy directo hacia la barra donde un par de chicos se encarga de preparar bebidas y pido que me den lo mejor que tengan, el coqueteo de parte de ellos no puede faltar. Cuando tengo mi bebida conmigo doy un pequeño trago y volteo escaneand
20 de diciembre de 2020.Condado de Shkodër, noroeste de Albania.Mansión Principal a las orillas del lago Shkodra situado en la frontera entre Montenegro y Albania.Seyra HolmströmSu mano derecha viaja hacia mi cuello y me atrae más hacia él, asegurándose de que no quede ningún espacio de por medio. Con su mano izquierda baja las yemas de sus dedos en una sutil caricia hasta posarla en mi barbilla, donde esta no cesa. Sus labios se mueven a la par de los míos. Con tan solo el primer choque de estos ya me había hecho estremecer y ahora que estamos profundizando el beso, me está haciendo arder por dentro.Se siente a adicción.Su lengua toca mi labio inferior y suspiro, la mano que tenía en mi nuca baja con suma lentitud hasta detenerse en mi espalda, donde me toma de manera posesiva, como si fuese suya, como si me declarara suya. Y entonces tantea con sus dedos, hasta apretar un poco mi cadera y eso me prende en seguida.Poso mis manos en sus brazos y suspiro en medio del beso al sen
—Los Soprano incautaron nuestro armamento. Incautaron la droga de los franceses y tus diamantes —le aclaro —. Mi padre tiene a la esposa de su líder, los tenemos agarrados por los huevos y los estamos haciendo pagar todo y con intereses incluidos, pero, así como ellos nos traicionaron a nosotros robándonos nuestras mercancías, a ellos también le hicieron una mala jugada. El Gobierno Albanés se las incautó antes de que pudieron lograr seguirlas trasladando a otros países —al relatar aquello lo veo negar con una pequeña sonrisa ladeada en su rostro, es más que obvio que el mismo tiene toda la mercancía pues toda la policía de este país, e incluso el gobierno y presidencia, le rinden cuentas a él —. Así que, en pocas palabras, tú eres quien tiene todo y eso prueba que nosotros obviamente no te hemos hecho ninguna jugada.—Princesa, sí, es cierto, el Gobierno Albanés incautó todo, así como también es cierto que todo lo tengo yo. Me encantan los finales felices —dice, antes de tomar otro p
21 de diciembre de 2020.Estados Unidos: Los Ángeles, California.Demetria JohnsonAcomodo el mechón de cabello que sale de detrás de mí oreja y cierro el pequeño espejo de mi polvo compacto, el cual tenía abierto para poder mirar qué tan horrible me encontraba hoy día. La respuesta es simple: más que ayer. —¡Agente Johnson! ¡A mi oficina! —grita Lund.—¡Voy! —grito yo de regreso y luego me doy cuenta de mi error. No debo comportarme de tal manera.Soy un desastre andante, una vergüenza para la humanidad, un fracaso para el planeta tierra.Creo que si muriera les haría un favor a todos.—¿Qué hemos dicho de esos gritos? —reclama él en cuanto entro a su oficina. Todos los demás agentes tenemos cubículos, mientras que él, por ser el jefe, tiene una oficina con quince veces más espacio que el que tenemos los demás. No es que me esté quejando... O, bueno, un poco.Es solo que me quejo en mi mente para no meterme en problemas, aunque a veces mis pensamientos se desentienden del habla y te