Sonrió feliz entrando a su casa. Había pasado una de las mejores noches con su novio en su departamento. Habían tenido sexo en cualquier parte. Subiendo las escaleras antes de que alguno de sus padres lo vieran. Fue al baño para tomarse las pastillas que se habían vuelto costumbre en su vida sexual.
Salió de su habitación para ir al jardín trasero donde estaba la piscina que su papá Liam había construido. Hizo una mueca de asco total al encontrar a sus padres casi teniendo sexo sobre una de las sillas de tomar sol.
— Creo que hubiese sido mejor quedarme todo el fin de semana con mi novio así me evito estos traumas —susurró lo suficientemente fuerte para que sus padres dejaran su sesión de besos.
Mirando sobre sus hombros para ver si era su imaginación que alguien lo venía siguiendo, frunció el ceño cuando vio el carro de Kayled salir rápidamente con rumbo a la ciudad.Al menos, no era el único que vivía con sus padres después de haber cumplido la mayoría de edad.Subió una ceja cuando su padre estaba con los brazos cruzados mirando hacia la dirección de la sala donde estaban los dos demonios que tenía como hermanos en una especie de lucha. Agradeció a los dioses que estos no se parecieran en nada, solamente en los hoyuelos que se marcaban en sus mejillas cada vez que reían o sonreían.Nathan era la misma imagen de Harry con sus ojos verdes, en cambio Nathan tenía más el complejo de su padre
Sintiendo como su cuerpo dolía como mil demonios después de lo ocurrido la noche anterior. Había salido de la casa de su novio sin que este se diera cuenta. No tenía por qué verle la cara después de lo ocurrido, no quería escuchar sus perdones. Simplemente se ducho por sí mismo con algo de paciencia y tomó su mochila para ir a la universidad.No podía faltar con tan sólo unas cuantas semanas para que el cuatrimestre acabara y que él a fin pudiera tomar materias de la carrera que había seleccionado.Caminó a paso rápido hasta su salón de clases donde encontró al amigo de su novio parado al parecer esperando a alguien. Estaba en la misma pared en la que Nicolás solía ir a esperarlo con los brazos cruzados. Viendo como es
Mirando a sus padres con rostro preocupado no entraba la forma en la que le diría a ambos que se casaría en tres meses con su novio de toda la vida. Además, no quería hablar con Liam después de lo que había leído en el cuaderno de su padre. Estaba más que seguro de que lo otro que seguía era aún peor que eso.Pero aún no se imaginaba porque su padre Harry estaba con él, si era por amenaza o por el simple hecho de que lo ama. Aclarándose la garganta llamó la atención de todos en la mesa, logrando que los mellizos dejaran de pelear como cada noche antes, durante y después de la cena.—Tengo algo importante que decirle a todos —susurró, dejando su plato a un lado.— Ya est
Sonriendo de lado cuando estaban a punto de llegar a su casa, Marcus detuvo el auto en una calle un tanto solitaria. Jedward vivía a las afueras de Londres por lo que estaba agradecido de no vivir en la gran ciudad como los demás.Mirándolo confundido viendo como apagaba el motor del auto, después de eso todo fue muy rápido para su gusto, tenía otra vez los labios de Marcus sobre los suyos de forma desesperada.Correspondió el beso con la misma fuerza que este se lo daba, tenía sus manos en su cuello acercándolo más a su cuerpo. Sintiendo como las manos intrusas de este se colaban dentro de su polera algo hizo clic dentro de su cabeza deteniendo cualquier avance que este hacía.—Creo que debo de ir a mi casa antes de que s
Mirando a su novio parado en la entrada de su salón de clases, esperando que él saliera de allí para irse a casa. Lo bueno es que no tenía rastros de besos en sus labios por lo que por un lado se sintió mal por engañar a su novio con Marcus. Pero la verdad es que por un lado le gustaban los labios de él.Sonrió forzado cuando llegó a su lado y dejó un beso en sus carnosos labios.— Hola, ¿Cómo estás? —preguntó, cuándo comenzaron a caminar.— Estoy bien, ¿Y tú? —preguntó Nicolás, pasando uno de sus brazos por los hombros de éste.— Estoy bien aunque un poco ajetreado por los ex&aac
Unas náuseas horribles se instaron en su garganta hasta que un vómito desagradable se instaló en su boca causando que se levantara rápidamente de la cama para ir de forma inmediata al baño.No esperó a que su novio se levantara o ponerse una ropa adecuada para ir hacia allá, no pensó en nada más que vomitar todo lo que podía.Algo estaba mal y no podía ser lo que estaba pensando, la mano que se instaló en su espalda calmando un poco sus ganas de vomitar fueron tranquilizantes para él. Después de lavar sus dientes al igual que Nicolás fue guiado por el cuerpo desnudo de su novio hacia la cama donde fue dejado con delicadeza en esta.—Siento haberte asustado —murmuró, sonr
Todo estaba muy mal, ¿Cómo diablos le diría a Nicolás que estaba embarazado? Y más aún, las cosas que estaban ocurriendo con Marcus. Sabía era una perra por estar de besucón con el mejor amigo de su novio pero no podía negar que le encantaban los besos de Marcus antes de que se pusiera un tanto posesivo por así decirlo.Ahora que sabía que estaba esperando dos niños a la edad de dieciocho años casi diecinueve las cosas estaban más que complicadas. No podía ir de la noche a la mañana y decirle a su novio que podía tener hijos pero que sobre todo que estaba embarazado. Debía de mantener la calma justamente como su padre le había indicado que hiciera, es que la verdad estaba entrando en pánico inminente en ese momento. Soltando un bufido leyó el mensaje de Marcus en su celular indicándole que lo esperaba afuera de su casa en una hora aproximadamente. Había pasado la tarde en el departamento de Nicolás buscando el momento oportuno para decirle que estaba esperando un hijo del cual ambos tenían la culpa.O mejor dicho él tenía la culpa por no decirle antes a su novio que podía tener hijos y ahora estaba esperando a dos en lugar de uno. No se contuvo en hacer un puchero levantándose de la cama y tomar el diario de su padre otra vez....Me tomó tan fuerte del cabello y me llevó hacia su cuarto de juegos donde estaba la maldita ropa a la cual había aborrecido desde que la había visto. Me sentía tan sucio que ni siquiera ser tocado, me había ordenado ponerme ropaCapítulo 14.