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Papá se levanta de la mesa y echa a todo el mundo, estoy metida en un tremendo lío que ni siquiera una hada madrina podrá salvarme.
¿Qué digo? ¿Qué le digo?
—¡Gabrielle Marié Smirnov! —grita a todo pulmón, mi piel se eriza. Miro a Akim para que me ayude y se burla. ¡Traidor!
Mis manos me tiemblan—¿Si papi?
—¿Bradley Wilson y tú tiene algo?
Puff, teníamos papá…
—Jamás, además ni es mi tipo—Artemisa me toma de la mano.
—¿Por qué Izan Russo ha dicho eso? Espero que no me estés mintiendo Elle… —advierte.
—Hace una hora le conoces ¿A quien le vas a creer a tu hija de toda la vida o a un aparecido? Me duele que dudes de mi papá—has drama ¡Has drama!
—No es eso princesa—me abraza con fuerza—Solo que tú y tu mamá son mi vida ¿No lo entiendes? Quiero lo mejor para ti y ese inútil y mantenido de Wilson no lo es.
Tarde papá, muy tarde…
—Lo sé, papi—sollozo en sus brazos. Eso es Gabrielle Smirnov te has librado de esta, así que Izan 0 Elle 1.
(***)
A Zeus se le ha ocurrido la maravillosa idea de visitar a las gemelas Somith el día de hoy, con todo lo que pasó ayer, quiero olvidarme por completo del hijo de su mamá de Izan Russo.
Rosa Linda y Linda Rosa Somith son un par de gemelas con descendencia latina que salieron con mi hermano menor hace un par de años atrás y aunque a mí no me caían del todo mal, Artemisa las odia.
Ese par tienen el mejor apartamento en la orilla de la playa de todo Greentown, así que no es mala idea haber venido.
Cambio mi ropa por un bañador y salgo corriendo a darme un chapuzón, lo que me he librado por haberle mentido a mi padre ayer, Izan no sabe lo que ha hecho y estoy dispuesta a hacerle pagar todo lo que me debe de una buena vez por todas.
¿Qué cree que soy?
Misa me aplica un poco de bloqueador, los chicos están jugando con un grupo de mujeres y ruedo los ojos, no sé ni para qué nos hicieron venir si nos han dejado solas como siempre.
—Me han invitado a una carretera de motos ¿No se te apetece ir Elle?
La miro extrañada—No conocemos a nadie aquí ¿Quién te ha invitado?
Artemisa abre la boca, mira a un lado y susurra—He conocido a un chico hace unos días y es corredor ¿No es emocionante? —niego. —¡Venga Elle! Mis hermanos y tu hermano no nos pelan. ¿Quieres quedarte aquí viendo culos y tetas? ¡Porque yo no! —se levanta de la silla de playa y corro detrás de ella. No puede ir sola, mis padres me matarían si le llegase a pasar algo. ¿Y si es un violador? No, no, no.
—¡Misa, espera!
Se detiene, se gira y sonríe.
—Al menos dime el nombre de ese amigo tuyo y mando a Pedro a investigar quien es. —abre los ojos.
—Pedro le dirá a mi papá y él al tuyo. Se llama Hugo Aguilar y es un mangazo que ni te cuento.
Ya ni quiero saber más, todo lo que hago para salvarte Artemisa Smirnov.
Son las nueve y treinta de la noche, Akim esta tan borracho que no es capaz de moverse del charco de vómito en donde está acostado
Zeus está encerrado con una chica en su habitación y Hades, bueno Hades mira tan finamente la computadora que no se da cuenta cuento hemos salido.
A veces me preocupa la situación con Akim, él debe saber que lo amamos y queremos lo mejor para él y que los medicamentos por si lo destabilizan, al menos debería dejarse ayudar.
Tomamos y taxi y reímos, Misa ha sido mi mejor amiga desde que estaba en el vientre de Malka, la tía siempre ha estado para mí, pero sobre todo para mi madre.
Dejo de respirar cuando veo el lugar, un muelle con luces de navidad que decoran cada rincón de este. Hay mujeres en vestidos diminutos que a leguas se les nota lo urgidas que están. Misa me mira y sonríe mostrando diente sabiendo que este no es mi lugar, nada de esto me representa.
—¿Por fis? —súplica. Ruedo los ojos.
—Pero nos vamos temprano.
Grita emocionada, hay una carretera con curva a unos cuantos metros de la orilla del mar, la luna está alta y alumbra con fuerza. Mi vestido blanco se mueve por la brisa de la noche.
Una moto se me parquea al lado, lo miro con cara de pocos amigos, habiendo tanto espacio en la zona el cabron me quiere echar el vehículo encima.
—¡Venga! ¿Entonces? —grito ofuscada.
Un hombre moreno con ojos color avellana me mira frunciendo el ceño, Misa abre los ojos, corre hasta él y lo besa.
Que se me ha caído la mandíbula, tiene diecinueve años de por Dios.
Si Ethan la ve a sí, no sólo la matan a ella, si no de paso a mí—Prima, él es el chico que te conté.
Simulo una sonrisa—Gabrielle.
Tira mi brazo y me da un beso en la mejilla—Un gusto prima.
Abro los ojos y miro a Misa ¿Es enserio Artemisa Smirnov?
Un grupo de chicas pasa a nuestro lado, una de ellas me mira de arriba había abajo y se ríe, su cabello es tan negro como la noche, todas giran para verme y más incomoda me siento.
—La morena es Alene, no le pares, es algo odiosa cuando ve a una chica más guapa que ella—musita Hugo.
Suspiro, me giro para tomar algo de aire y me tropiezo con alguien, un líquido frío y espumoso me cae encima empapando mi vestido blanco, haciendo que mi sostén se me vea.
Tiene que ser una maldita y jodida pesadilla.
—¿Se te está haciendo costumbre vagabundo?
—No tengo la culpa que tengas ese culazo y me haya distraído—¿Qué?
—No deberías referirte así de mi, somos primos—sonríe a medio lado.
—Que ternurita, este no es sitio para ti—toma mi mano llevándome lejos—Venga Gabrielle es mejor que te vayas de aquí.
Le arrebato mi mano, faltaba más. —No me mandas, si quiero estar aquí me voy a quedar aquí—me cruzo de brazos. Alene no me quita la mirada de encima.
Hugo coloca una mano en su espalda—Izan, estarán bien, los chicos las cuidaran.
No entiendo nada.
Observo como la pelinegra se quita la camisa y se coloca en la mitad de la carretera y es allí donde me fijo, Izan también va a competir y de seguro su padre no sabe nada de esto y es por eso que no me quiere aquí.
Con más razón me voy a quedar.
—Cómo te pase algo es tu culpa Elle—me empuja. Misa me pasa una chamarra que Hugo le ha dado y me cubro.
Cálmate Elle, nada te va a pasar.
Hay una hilera de diez conductores, Izan es el primero de la línea, seguido de Hugo y otros chicos. Alene me mira y sonríe con arrogancia. Todos le gritan morbosidades y no sé porque esa asquerosidad la hace feliz.
Camina hasta donde Izan y me quedo helada cuando la observo besarlo con tanta demanda y posesividad. Son pareja, por eso me miraba de esa manera.
¿Por qué me siento así?
La carretera empieza, Izan va de delantero, su amigo lo pasa por unos segundos, pero vuelve a su posición inicial. Un hombre con motocicleta roja los pasa, lo escucho acelerar a toda velocidad, el italiano está desesperado por ganar. En una maniobra casi de película Izan lo pasa y gana.
Salto brincando, el vagabundo ha ganado.
Misa me abraza y celebramos, Alene corre hasta él y lo besa, Izan no deja de mirarme. De un momento a otro, todo se vuelve caos, la policía de Greentown está aquí. No sé para donde correr, no hemos traído coche.
Las personas pasan por encima de mí, Misa se la lleva Hugo, ella me grita que corra, pero no sé qué hacer. Alguien toma mi mano, Izan me sonríe y en un dos por tres me monta en su moto. Alene se va en un coche con otra chica. Mi corazón bombea con fuerza.
—Agárrate duro si no quieres pasar la noche en una inspección de policía—Izan, estas sin camisa, obvio que no. Acelera el vehículo y lo hago. Lo escucho reír.
—¿Por qué no llevaste a Alene? —me mira por el espejo de su moto.
—No hagas que me arrepienta, princesa de papá—maldito arrogante.
La policía viene detrás de nosotros… grito sin parar.
¿Qué fue todo esto?
5Gabrielle SmirnovNi siquiera llevo casco puesto y este lunático esta manejando como loco.Mi vestido esta subido hasta mis muslos, mis hombros suben y bajan sin parar por el susto que me estoy llevando en estos momentos.¡Por Dios santo!Ya vienen los policías y le han a llevar presa, moriré joven y poco manoseada ¡¿Por qué?! Esto es culpa de Misa, si no hubiese aceptado su indecente propuesta, ahora mismo estaria en el apartamento de las gemelas acostada y quizás sana y salva.Izan acelera, a lo lejos veo una curva en la carretera y más me aferro al agarre en su dorso. Lo escucho reírse, el muy maldito está disfrutando de mi dolor y sufrimiento, pero solo espero hacerle tragar todo lo que me esta haciendo.La sirena de la patrulla suena más fuerte, Izan está haciendo todo lo posible para perderlos, pero parece que esos agentes han salido de rápidos y furiosos ¿Es legal que manejen de esa manera?—En la próxima esquina voy a doblar, princesa aférrate a mi cuerpo como si yo te hubie
6A veces comprendo el amor que papá siente hacia mi madre, pero lo que no comprendo es su bendito apego emocional. ¿No la puede dejar hacer algo sola una sola vez en la vida? Ya no son unos niños.Artemisa viene caminando coja de un pie y me rio, es lo menos que merece por hacerme dejado sola anoche.Apenas me ve, me abraza tan fuerte a tal punto que el aire comienza abandonar mis pulmones.—¡Pensé que habías muerto! —exagerada.—Por ti si—me muestra los dientes. Cierro mi locker y camino a clases de finanzas.—Te voy a extrañar cuando ya no estés—me da un beso en la mejilla.—Vivimos en la misma casa, Misa.—Aún así ¿Quién va a ser mi amiga ahora?Niego, Douglas nos deja tarea para todo el fin de semana y no lo puedo creer, faltan tan poco para entregar mi tesis que estoy entrando en pánico.Llego a casa y tiro todo en el sofá, busco algo que preparar en la nevera, busco algo de huevos y verduras para hacer un omelet, brinco al ver a Izan Russo mirarme del otro lado de la isla de la
7Bajo a la primera planta con miedo, la música a todo volumen no me deja escuchar nada, Akim esta bailando con Luisa, Zeus coloca música en una consola, Hades come una bolsa de papas frutas, Izan esta con Alene.¿Qué hace esa plaga en mi casa?Corro hasta donde Akim y empujo a la zorra de Luisa, esta me queda mirando feo y me vale lo que esa mosquita muerta este pensando de mí. —¿Quiénes son estas personas Akim? ¡Mamá le va a dar algo cuando se dé cuenta que alguien a vomitado su alfombra favorita!Hace como si no me estuviera escuchando—Deja de ser tan aguafiestas Elle, papá no está, deja de comportarte como una mojigata porque sabes que no lo eres.Abro la boca, eso me ha dolido.—Al menos yo intento hacerlos feliz no como tú, toca huevos—Akim trata de detenerme, pero lo empujó. No se lo he dicho a posta, solo no quiero que Miguel lo tome de nuevo con él.Camino de prisa hasta Zeus y apago el sonido, todos me quedan viendo; la casa es un maldito desastre, mamá me va a matar y toda
8Izan alza una ceja, no y no.Misa me hace señas para que le pida el favor, los ignoro, Sol lleva la alfombra que Akim dañó a la tintorería. Los escucho cuchichearse cosas. Intento ignorarlos, pero es imposible.¿Desde cuando son tan amigos esos dos?El jarrón chino de mamá está quebrado, ella llorará mucho por esto, papá se lo compro en uno de sus tantos viajes al país asiático. No le puedo hacer esto, ella ha hecho tantas cosas por mí.—Izan—lo llamo, Misa sonríe y la fulmino con la mirada—¿Podrías arreglar el jarrón de mi madre?Lo veo sonreír con suficiencia y quiero arrepentirme.—¿Qué dices princesita? —intento irme, pero la traicionera de Misa me lo impide.—Necesito que me ayudes a arreglar el jarrón de madre. ¿Podrías ayudarme?Lo veo mirar su reloj, se da varios toques en el mentón para luego mirarme—Claro. ¿Qué me darás a cambio?Le tiro un cojín en la cara—¡Nada vagabundo!Se burla a carcajadas—Eres tan dulce Gabrielle, me encanta verte así—se acerca—Enojona como una abue
9Me miro en el espejo y no puedo creer que no haya dormido nada anoche, mi cuello y espalda me duelen horrible.Me tomo un café en el restaurante de la universidad, hoy tengo uno de los parciales más importantes de todo el semestre y por nada del mundo puedo perderlo. El profesor Douglas me ha informado que mi tesis va por buen camino y si sigo así, muy pronto lo terminaré.Bebo todo el líquido cuando veo a Luisa caminar junto a Akim, ese imbécil me va a escuchar cuando lleguemos a casa.Caigo en cuenta que no he sacado mi libro de economía de mi coche, busco las llaves en mi bolso y le digo a Misa que me cubra con la profesora Florence para que no se dé cuenta que aún no he entrado a clases.Abro la puerta de mi coche y saco de prisa mi material de estudio para no retrasar más mis clases.Brinco del susto al ver a Izan apoyado de su moto a un paso de donde estoy, miro hacia todos lados para percatarme que nadie nos esté viendo. Hago el intento de caminar hacia él, pero me detengo, n
10Gabrielle Smirnov¿Eso que siento en mi estómago es…? ¿Es…? ¡¿Un pene?!Izan se da cuenta y se levanta de inmediato, papá camina hasta nosotros completamente enojado, toma al rubio por el cuello de su chamarra, lo estrella contra el pizarrón para luego golpearlo duramente en el estómago.Grito aterrada, el italiano tiene sus mejillas rojas por el dolor que debe estar sintiendo en este justo momento. El decano llama a seguridad para que saquen a Russo del plantel, lo miro a los ojos y él me mira a mí. Papá nos aniquila con la mirada.Benito lo sujeta de las manos, pero mi cara de horror hace que afloje el amarre y lo deje salir solo. Miguel sale del salón oscuro, mi pecho sube y baja porque no me ha dicho nada y conociéndolo como lo conozco, sé que nada de esto se ha quedado así y todo empeorará cuando Alex y mamá se enteren.Artemisa me abraza y lloro; ninguno de los dos estábamos haciendo nada malo, uno de los empleados de papá se lleva mi coche y a regañadientes debo irme con Mig
11Tomo mi bolso y salgo de allí.Quiero decirle tantas cosas, quiero poder decirle que lo siento, que no era mi intención que mi padre lo tratara de esa manera, pero Miguel es tan como es él, sé que jamás dejaría que se me acercara de nuevo.—Princesita ¡Espera! —me detengo al escuchar su voz en la entrada del bar.Me giro con cuidado, Alene esta a varios pasos detrás de él—¿Dime?Mira hacia atrás—¿Cómo estás? —vuelvo a mi camino. Lo siento tomarme de la mano. —Siento mucho lo que pasó con nuestros padres.—Yo lo lamento más—entrecierra los ojos—Papá se ha vuelto loco y solo quiere protegerme.Chasquea la lengua—¿De mí? —no digo nada, emboza una sonrisa—Bien, de mí, al menos él si ve lo que debe de ver Gabrielle. Hace bien en protegerte.Me acerco a él, me alzo un poco para encararlo—Púdrete Izan Russo.Uno de los chóferes de la mansión me lleva hasta mi hogar, quito mis zapatos para no hacer ruidos y despertar a papá. Giro la perilla de la puerta intentando ser precavida, pero no lo
1Gabrielle SmirnovMiro el techo del hotel en donde estoy, anoche tuve la mejor fiesta de mi vida, Artemisa y yo le hemos mentido a nuestros padres para poder venir a la ciudad de Greentown y así estar en el cumpleaños de mi ex novio Bradley, bueno relación que mi padre nunca se enteró y creo que nunca lo hará.Me levanto para buscar algo de desayunar, grito al ver aún hombre desnudo en el tapete que esta junto a la chimenea en la sala del lugar donde no es estamos quedando.Tapo mi casi desnudez, al ver la manera tan nauseabunda en como me mira, que yo recuerde anoche no traje conmigo a nadie, fulmino con la mirada a mi prima apenas la veo salir de su habitación.La tomo de la mano y la devuelvo al lugar donde ha dormido o eso creo que hizo—¿Qué tienes en la cabeza Artemisa?Mi prima menor lleva las manos hacia su cabeza—¡Por Dios Elle, me duele la cabeza! —bufo.—¿No te dolía cuando andabas follando anoche, no?Sonríe mostrando dientes.—Debiste aceptar la invitación de Bradley ano