Suspiré recostando mi cabeza sobre el pecho de Andrew, que subía y bajaba de modo tranquilo.
Mientras tanto, él repartía caricias en mi cabello.
Mis ojos se cerraron entrando en un estado de ensoñación. Se sentía tan bien estar entre sus brazos, una vez más.
Estaba feliz por haberme reconciliado con él, y especialmente porque noté sus sinceras disculpas. Andrew era una persona increíble pero que, como todos, cometía errores de vez en cuando.
¿Quién no lo hacía?
¿Y quién no merecía ser perdona
POV ANDREWSonreí con ternura al observar a Agatha.Estaba de pie, con un hermoso vestido azul que resaltaba su cabello. Estrujaba sus dedos entre sí mientras miraba la puerta, a la espera de mi madre.-Tranquila, nena. Va a estar todo bien. Relájate--Joder, es que no puedo- murmuró.Me acerqué y la estreché entre mis brazos con cariño.-Tranquila, pase lo que pase, siempre te querré c
POV AGATHAUn año después...Hacía un par de meses, Andrew y yo nos habíamos casado. La boda había sido un evento íntimo, con la presencia de nuestros seres queridos. Habían asistido a ella mi gran amiga Betty junto a su novio. También Mark, Marta, Ana y algunos otros familiares cercanos de mi novio.Quiero decir, de mi esposo. Todavía no me acostumbraba.Y en este preciso instante, observaba emocionada otro de mis sueños cumplidos, con ayuda de Andrew. Todo se veía tan hermoso... Ese día me parecía que el sol brillaba más que de costumbre.Por primera vez todo estaba a mi favor, y no podía estar más contenta.Mi infancia y adolescencia no habían sido fáciles. No conocí a mis padres y me crié en un orfanato.Cuando era más pequeña pensaba que alguna familia iba a adoptarme, o que tal vez, mis papás volverían por mi.Pero con el paso de los años, descubrí que no. Y peor aún, que cuanto más grande era, menos interesadas estaban las familias en adoptarme.Todo ese dolor Capítulo 1
El tal Andrew era todo un adonis.Su cuerpo esbelto y musculoso se ocultaba debajo de un traje azul que seguramente valía más de lo que podía imaginar.Era muy alto, y su cabello castaño claro caía un poco despeinado sobre su frente.En sus manos llevaba unos papeles que ojeaba con gran concentración, mientras caminaba a paso rápido.En cuanto la señora lo llamó, él alzó su vista.Y sentí como mi corazón comenzaba a latir con más fuerza.Sus ojos oscuros me atravesaron con una intensidad que nunca había sen
La cama era demasiado cómoda. No se parecía en nada al colchón delgado del orfanato. Estaba cubierta por una frazada de color beige que parecía nueva.Las paredes eran blancas, simulando darle más espacio al lugar.Me acerqué a la ventana, la abrí y asomé mi cabeza.Un extenso jardín se abría ante mis ojos, y estaba maravillada. Había distintos tonos de verde, gracias a los árboles y arbustos que abundaban. Y a lo lejos, se podían ver algunos caballos galopando con libertad.Definitivamente, me gustaba esta habitación.
-¡Aquí estás! Te estaba buscando- Marta se acercaba a paso acelerado hacia mí.-Yo también a usted...--¿Dónde estabas?- frunció el ceño.-El señor Andrew me ordenó que limpiara algo en su despacho- respondí.-¿En su despacho?- repitió con sorpresa.-Si...- murmuré confundida.¿Por qué le llamaba la atención?
- Sí Señor - respondí volviéndome hacia él.-Ya que está aquí, quisiera que firme el contrato laboral-Su voz era tan segura, que me hacía dudar si alguna vez se equivocaba.-Oh, de acuerdo- me acerqué a él una vez más.Sacó un papel del cajón que estaba a su derecha.-Siéntese- ordenó y lo hice.Se sentía raro estar aquí, sentada en su lujosa oficina,
Durante toda la mañana siguiente trabajé ayudando a Marta en la casa. Ella iba ordenándome qué hacer a medida que cumplía las tareas.Al jefe, no lo había visto.Marta me había comentado que estaba trabajando en su despacho.Dios mío. Este hombre vivía para su trabajo. Con razón tenía tanto dinero. Lástima que ni lo disfrutaba...Después de un almuerzo rápido en la cocina, ella me ordenó que limpiara la mesa de madera del comedor principal.Estaba lustr