Tiago se separó de Dulce al momento que vio a Eros ingresar a su bar, maldijo por lo bajo, realmente había extrañado los labios rellenos de la joven, le sabían a gloria, con un leve gesto de cabeza le hizo ver a la pelinegra porque ese alejaba, mientras la joven arrugaba el entre cejo.
— Mierda, no creo que Eros venga en plan de pelea. — dijo no muy segura de sus propias palabras y al girar a ver a Tiago lo encontró sacando un bate de beisbol de debajo de la barra mientras mostraba una gran sonrisa.
— Blanca nieves, te presento a Sofy. — dijo el moreno mostrando una siniestra sonrisa surcando su rostro.
— Es una lástima. — respondió con un suspiro pesado la joven mientras veía el hermoso color de piel de Tiago.
— ¿Qué cosa?
— Me gustas… demasiado para mi propio bien, es una l&aac
— Pero que hermosa pareja. – la voz de Zafiro podría cortar el cuello de Lucero, así lo sintió la joven Bach.— Hola chicos. — respondió la joven castaña sin levantar el rostro, de pronto sus manos se habían convertido en lo más interesante para ver.— Veo que ya no ocultan lo suyo. — Eros sonaba molesto y Dulce se dedicó a sonreír, de forma amistosa.— A decir verdad, apenas y comenzamos a salir, ¿verdad cariño? — Lucero vio el rostro del ruso como si estuviera loco.— Claro mi vida. — no pudo evitar responderle de forma sarcástica.— Bueno, todo es muy hermoso, el amor está en el aire, pero ahora tenemos clases, nos vemos en el almuerzo chicos, ruso te robo a tu novia. — Dulce sabía muy bien que el brillo asesino en los ojos de Zafiro estaba dirigidos a su amiga, pe
Desde ese día todo cambio, ya no había bandos, todos compartían la misma mesa, lo único que continuaba igual era el silencio de Zafiro frente a Neri y Lucero, los cuales se seguían haciendo pasar por una pareja de enamorados.— Neri, no tengo problemas con ayudarte, pero ¿Qué posibilidades hay de reducir los besos? — se quejó la joven al llegar a la universidad.— ¿Acaso no beso bien princesa? — se burló el ruso y Lucero lo fulmino con la mirada.— Eso es algo que yo no tendría que saber, eres mi amigo, además mientras todos crean que soy tu novia, nadie se acercara a mí. – no pudo evitar hacer un gesto de niña, ella quería ir a la universidad no solo para estudiar, quería conocer el amor y mientras un ruso mafioso estuviera a su lado nadie se animaría a hablarle de amor.— Solo me e
Lucero caminaba distraídamente observando el hermoso paisaje, cuando su camino fue interrumpido, detuvo su marcha de inmediato al ver la sonrisa de Hades y se preguntó porque se sentía tan atraída por Eros, cuando su primo era aún más hermoso, en lo general los cuatro eran hermosos, las chicas y los chicos, buena genética pensó la joven Bach, muy buena genética.— ¿Necesitas que te lleven? — pregunto el pelinegro.— No quisiera molestarte. — respondió y por alguna razón le sonrió de costado, ¿Por qué coqueteaba con Hades? Ni ella lo sabía.— Te lo dije, si fueras mía, no sería molestia alguna, yo no te dejaría sola ni de día, ni de noche. — Lucero sonrió mostrando todos sus dientes, al tiempo que se subía al automóvil que no tenía nada que envidiar
El mundo de los hermanos Zabet fue sacudido una vez más, la visita de su padre en lugar de traer alegría, produjo en estos jóvenes una profunda tristeza, Victoria, una de sus hermanas, hacia poco más de un año que había sufrido un accidente que le provoco la perdida de la visión, y por más que fue sometida a reiteradas operaciones, finalmente el diagnostico de los médicos era el mismo, ella jamás volvería a ver, se debía enfrentar a que su mundo de ahora en adelante estaría dominado por la oscuridad, Eros como el hermano mayor que era, quiso regresar de inmediato a Nueva York para poder estar con su hermana menor, pero Amir logro hacerlo entrar en razón, solo debía soportar unos meses más y luego regresaría para quedarse en la mención Zabet, ya con su carrera terminada, podría hacerse cargo del imperio de joyas Diamon, ayudaría a s
Max tomo los tragos que acababa de pedir, tres tequilas y un margarita para su novia, había corrido con la suerte de que Zafiro estaba lo suficientemente deprimida como para negarse a una noche de tragos en un club de la cuidad, la joven se veía realmente abatida por la noticia que su padre le había dado, y Max no pensaba desaprovechar aquello, él necesitaba ligar su vida a la de la futura heredera de los Zabet, su familia dependía de que él la atrapara, fue así que coloco Rohypnol en el trago de Zafiro, la droga del violador como se la conoce.El flunitrazepam (Rohypnol) es un depresor del sistema nervioso central. En inglés se lo suele llamar "roofies". Es un comprimido sin sabor ni olor que puede molerse y disolverse en líquido, Max sabía que al agregarse a la bebida de una persona es indetectable, un comprimido pequeño puede producir efectos po
Eros besaba con desespero a Lucero, al fin sentía la suavidad de sus labios, aunque el gusto de la sangre le impedía disfrutar al cien por ciento de tan maravillosa sensación, en un momento llevo su boca al cuello de la joven, dejando mordidas suaves y fuertes chupones, mientras ella solo gemía y se retorcía bajo su agarre.— ¿Qué me sucede?Dijo en voz débil, perdida en la bruma de sensaciones y deseosa por sentir más, Eros supo que estaban drogados, como también que la única responsable podía ser Agustina, ¿Cómo era posible que le hiciera esto a él? Trato de detenerse, su voluntad era fuerte, mas la de Lucero no, se separó de ella tratando de aclarar su mente, no se convertiría en un violador, claro que no, pero solo le basto ver el sudor correr por el cuerpo de Lucero, para saber que solo tenía dos opciones, tomarla y aliv
Zafiro llego al hospital junto a Max, su rostro era una máscara tan bien cuidada que nadie noto nada raro, excepto aquel ruso que conocía cada brillo en los ojos de su reina fría, algo había sucedido, y no solo a Zafiro, Lucero esquivaba la mirada del mafioso y se había refugiado en los brazos de Hades, quien más que gustoso le había cedido parte de su cama y ahora estaba abrazando a la princesa Bach, cuidando su sueño.— ¿Qué mierda? — dijo Zafiro al ver a Lucero en los brazos de Hades, quien acariciaba su cabellera mientras ella dormía.— ¿Dónde estabas? — le reclamo Dulce, pero la rubia solo podía ver la cama de su primo y luego a Neri, quien estaba sentado a los pies de la cama de Tiago.— Conmigo, perdón, pero estábamos demasiado ocupados como para responder el telé
Tiago estaba admirando su cuarto de baño, y lo bien que se veía el cepillo de dientes de Dulce al lado del suyo, como su crema de afeitar combinaba a la perfección con el pomo del protector solar de su novia… novia, el moreno suspiraba cada vez que presentaba a Dulce como su novia, la presumía y le encantaba como el color rojo adornaba su rostro, pero más le gustaba como poco a poco, con cada noche que la joven pasaba a su lado iba dejando pequeñas cosas, como ropa interior, pijamas, ropa, incluso sus pantuflas, Dulce le estaba dando poco a poco un toque femenino a su cueva y él no podía estar más feliz por ello, tanto así que decidió que no seguiríacon esa idea de vengar a sus padre, lo había hablado con Dulce, se había abierto a ella la quinta noche que pasaron juntos, después de hacerle el amor, cuando Dulce al fin le