Me siento extraña al perder el contacto de su mano con la mía, pero sé que el hecho de haberla tenido junto a la mía por tanto tiempo es un triunfo. Por eso no la vuelvo a buscar.—Es grande el lugar… —me comenta al entrar, sonrío encantada al ver cómo habla más. Es como si el hecho de haber compartido ese momento le hubiera permitido a él abrirse un poco más—. ¿Vives tu sola aquí?—Si, eso es correcto ¿Por qué? —le pregunto sin dejar de caminar hacia la cocina donde tengo pensado poner a hervir el agua para el café.—Solo opino que este sitio es muy grande para que estés tu sola aquí, ¿No tienes miedo de estar siempre aquí encerrada? —su pregunta me toma por sorpresa.—No, es que sinceramente casi no me encuentro aquí. Cómo sabes, ya trabajo en el hotel y la mayoría de las veces duermo con Arlie en su habitación de la suite, por lo que ahora son pocas las oportunidades que vengo —me giro, viendo cómo él pasa su mirada por todo el lugar—. ¿Te gusta con azúcar o sin azúcar?—Sin azúcar
Suspiro profundamente eliminando el nerviosismo que recorre todo mi cuerpo al sentir la mirada vigilante de Aubrey por todo mi rostro.—Sinceramente, no estoy seguro, solo me siento a la defensiva contigo cerca —noto como mis palabras le hacen daño porque su mirada cambia al instante—, no lo digo para hacerte sentir mal. Es que tú eres muy diferente de mí, un contraste con la persona con la que me imaginé estar.—Roy, tus palabras son más hirientes a medida que pasa el tiempo, además no es como que tenga pensado en estar en una relación contigo —no me veo afectado por sus palabras porque sé que es así. Ella no desea establecerse todavía.—Esa es la razón de mi barrera cuando tú estás cerca, que quizás no tengas problema en estar con varias personas, precisamente porque no quieres establecerte, yo Aubrey soy diferente —no me queda más que ser sincero en vista de que ella necesita saber para bien o para mal lo que reflexiono al respecto—. Yo no busco a alguien para jugar, si decido esta
— ¿Por qué todo tiene que ser tan complicado?—Las cosas no son complicadas, somos nosotros quienes la hacemos complicadas… —digo acomodando sus piernas sobre mí—. ¿O es que acaso me piensas decir que te sientes bien llegando a un apartamento solitario sin nadie que te reciba con un beso o un abrazo?—Yo… —suspiro termina de ajustarnos mutuamente.Terminamos con su cabeza sobre mi pecho, y ella sentada sobre mi regazo con sus piernas a lo largo del sofá. Me mantengo pasado una de mis por su brazo, mientras que con la otra le acaricio una de sus piernas. Siento cómo su respiración se calma, es como si todo se hubiese solucionado con solo nosotros, permanecer así, en la cercanía del otro.— ¿Qué tan malo es estar así? Solo acompañándonos con tranquilidad, sin suponer en ir más allá, no digo que no fuese a ocurrir en algún momento, pero. ¿No te sientes tranquila estando de esta manera?—Sí… —escucho que dice entre suspiros sin abrir los ojos, solo permaneciendo en la tranquilidad que le
Una pequeña sonrisa surge en mis labios al despertar, me remuevo en mi lugar esperando sentir un cuerpo pegado al mío. Frunzo el ceño al instante al comprobar que no siento a Roy por ninguna parte, por lo que no me queda más que abrir mis ojos para dar un vistazo.— ¿En qué momento llegué a la cama? —no puedo evitar preguntarme mientras traslado mi mirada alrededor de la habitación—. ¿Será que camine dormida hasta acá?Me volteo en la misma buscando una posición cómoda en la cual estar, abrazo la almohada que tengo a mi lado, justo como hago cada noche al dormir. Es algo instintivo que hago sin darme cuenta. Comienzo a buscar en mi memoria el cómo llegue aquí, pero lamentablemente no soy capaz de encontrar absolutamente nada.— ¿En serio me dejaste sola aquí Roy? —mis ojos se humedecen por el conocimiento de haber sido dejada aquí—. ¿Qué te costaba despedirte?Suspiro con pesar para luego cerrar mis ojos. Hago esto para intentar dormirme nuevamente, después de todo por la luz que aún
Comienzo a tallar cada parte de mi cuerpo, desde mi cuello hasta mis pechos y más abajo. Mientras hago esto, me pierdo en el recuerdo de tener sus labios junto a los míos en su auto. En ese momento me fue fácil darme cuenta de la inexperiencia en sus movimientos, fuera de sentirme mal por este hecho. Me llené de una sensación indescriptible.El ser la primera mujer en haber tocado esos labios me hizo sentir increíble. Saber cómo eso no es lo único que podría enseñarle, me llena de valentía.Dejo que el agua limpie la sustancia jabonosa en mi cuerpo. Para luego llevar mi mano derecha a mis labios, los cuales me muerdo levemente recordando la forma en como mordí suavemente los suyos.— ¿Cómo un maldito oficial de policía que obviamente es mayor que yo y con tanta experiencia laboral no ha hecho más que eso? ¿Qué pasa contigo Roy Jones? ¿Por qué me siento intrigada por ti? —niego con mi cabeza tratando de olvidar lo increíble que se sentían nuestros labios, es como si hubiesen sido cread
— ¿Cuáles son las probabilidades? —me pregunto trasladando mi mirada hacia cierto edificio.Respiro profundamente tratando de encontrar la fuerza para salir de mi automóvil. Posicionó mi mirada en el tablero por tiempo indefinido, tratando de analizar si esta visita es muy necesaria. Me estiró en mi lugar no encontrando el valor de salir de mí KIA.«Roy no puedes estar indeciso toda la puta mañana, esto va en contra de ti mismo. Jamás has sido de esta manera, además que es una simple reunión y ya no tendrás que venir nuevamente», me convenzo a mí mismo.Suspiro para luego apartar mi mirada de la ventana delantera; donde tenía pérdida mi mirada.—Además, no tiene nada de extraño, viniste a hablar con la señorita Paige, no con Aubrey…Han pasado varios días desde esa noche que nos encontramos en ese club para luego acompañarla a su apartamento. Prácticamente, escapé, me pude haber quedado, eso es seguro, pero no podía hacerlo por más que quisiera. Tenía miedo por primera vez.Miedo de q
Aparto mi mirada del área de la cocina donde estaba antes para trasladarla hacia la sala. Siendo inquietada por la voz de Arlie, al momento de hacer esto no puedo evitar fruncir el ceño por la sorpresa que me trae verlo aquí.«Esto tiene que ser una jodida broma, ¿Qué carajo hace él aquí? ¿Acaso no le quedó suficientemente claro la última vez que nos vimos?», medito siguiendo a mi amiga hacia la sala.Me quedo en silencio a su lado mientras nos quedamos viendo a nuestro visitante. Uno que no esperábamos para nada, me mantengo en mi lugar analizando su cuerpo. Desde su cabello castaño claro hasta sus ojos verdes.— ¿Qué haces aquí? —no puedo evitar no preguntar al estar mucho tiempo en silencio—, pensé que te había quedado claro, que no te quería ver más.— ¿Por qué me hablas de esa manera Aubrey? Tampoco es como que haya pasado nada grave como para que hayamos tenido que perder el contacto tan abruptamente.— ¿Qué tienes en la cabeza? ¿Acaso se te olvida que por tu culpa termine en es
«¿Quién carajo es este niño y porque está tan cerca de Aubrey? ¿Tan rápido consiguió a alguien más?», me preguntó mientras me siento en el comedor.Luego de haber hablado con Karim y Arlette sobre su situación con el señor Black. Lo cual pinta bien por decirlo de alguna manera, ya que al haber encontrado a Christian en el acto, y las pruebas que se presentaron en su contra por malversación de fondos en el hotel Olympus, no le da cabida a que salga libre, no al menos en un buen tiempo.No puedo evitar sentirme relajado al ver su rostro, puesto que el ver cómo un civil al que estoy ayudando hace que me emocioné. Con eso me doy cuenta de que estoy haciendo bien mi trabajo, la calma en sus facciones lo demuestra todo. Solo por esto sé que mi viaje hasta acá no fue en vano.Antes de que pudiera comentarles como iba el proceso ya el señor Archer me había invitado a comer, sin pensarlo demasiado le respondí de manera afirmativa. Aunque justo ahora no sé si debí de haber aceptado, solo por el