Hola hola! ¿Qué creen que hará Kai? Bso Kika
—Kai... por favor— le digo con la voz temblorosa. —Querida... tienes que hacerlo. Has colocado todo el castillo en peligro, ¿eso es lo que quieres? ¿Que todos te tengan miedo? Una reina debería ser amada por sus súbditos... no mirada con terror— decía él mientras me daba otra cucharada de esa poción espantosa. Las criadas me veían como si yo fuera una cosa extraña, y revoloteaban cerca de mí, pero prácticamente ni me tocaban. Dashi estaba lejos cuidándose, Mer en el templo, Rise recuperándose... y mi caballero venía a verme siempre que podía, pero Kai siempre se lo impedía. Le había dicho esas palabras tan horribles que ahora me arrepentía y no habíamos vuelto a hablar del tema. Kai me había encerrado aún más, había alejado a mi lobo de mí, y casi no sentía los animales. Me sentía tremendamente débil y todo había comenzado desde el momento del resplandor. Mer me escribía y decía que en ese momento en que perdí el control, había significado un gran esfuerzo y que tenía que recupera
Layne Estábamos en un momento realmente desesperado, en punto crítico de nuestra vida, pero cuando yo estaba con ella… era como si perdiera toda la capacidad de pensar en otra cosa que no sea mi princesa. —Naiara... mi luna más hermosa. No puedo ni empezar a explicar lo que significas en mi vida. No solo eres mi señora y la persona que yo seguiría hasta el fin del mundo... sino que eres mi mujer soñada... por la diosa Naiara... me preguntó cómo sobreviví tantos años lejos de ti— le decía mientras la besaba, y ella se aferraba a mí, ambos como un par de desesperados, como si el mundo se fuera a acabar si nos separamos. — Yo solo he pensado en ti. No ha habido para mí otro hombre en el mundo, y sé muy dentro de mí, que nunca lo habrá...— dice y sus palabras me maravillan, a la vez que me desesperan. La observo, perdiéndome en sus ojos los azules como una noche clara. — Desde que era pequeña... soñaba contigo. Para mí, tú representabas la perfección de todos los hombres, eras el ún
Brock Parecía que nuestra llegada había revolucionado completamente el lugar, la gente de Radah se quedaba hablando con nosotros por horas, mientras intercambiamos preguntas e información. Los sacerdotes y la sacerdotisa parecía que habían encontrado el mejor lugar del mundo. Decían que aquí había tanto conocimiento que la vida no les alcanzaría para comprender y entender todo lo que los del este sabían, que eran prácticamente siglos de conocimiento acumulado y todos estaban emocionados. A su vez nosotros traíamos información del imperio, les contábamos los problemas que habían y ellos parecían interesados, pero era como si no terminaran de dar el paso, de decir que estaban de nuestra parte y que iban a ayudarnos. No sabía cómo, pero aquí estaba la solución. Yo les había hablado de la princesa, de los poderes que sin duda ella tenía y que era especial, a la vez que le contaba de mi esposa, de la profecía que ellos bien conocían. No escatimaban detalles en los horrores que se pres
Naiara Me levanto como en medio de un sueño fantástico. Creo que nunca había experimentado lo que era tanta felicidad. Cuando estaba en mi habitación, en el templo e imaginaba lo que habría en el mundo exterior... creo que pensaba en esto, en esta sensación de completo triunfo, de sentirme fuerte y satisfecha. La sensación de que uno ha obtenido lo que tanto deseaba. Me levantaba en mi habitación tan cómoda que por un momento me siento perdida. Estoy en mi camisón, pero él no está por ningún lado y mi cuerpo ya extraña sus brazos, su olor. Me volteo y encuentro una pequeña nota. Automáticamente, veo la fina caligrafía, y sé que es de él. Tantos años esperando sus mensajes, sus palabras siempre tan maravillosas. Mi preciosa princesa Ayer fui el hombre más afortunado de toda el mundo. Nunca pude imaginar un destino tan fantástico y creo que me tomo el atrevimiento de pensar que está escrito la estrella más brillante. Solo a la diosa luna se lo hubiese ocurrido una idea tan fantás
Naiara —Layne... ¿Crees que realmente la estrella escucharía nuestros pedidos?— Él besa mi frente y acaricia mi cabello, su mano se cuela suavemente por mi espalda y yo me estremezco. Mi piel se ha acostumbrado a sus manos como si siempre hubiésemos estado juntos. —La estrella Hadar y cualquiera otra te escucharía a ti... siempre ¿cómo no hacerlo? Mi preciosa y encantadora princesa— me decía con ternura. Habíamos pasado los días más maravillosos juntos. De día estoy en mi habitación, escucho a los soldados en mi puerta. Me reúno con Dashi, hacemos planes. Y de noche... él viene a buscarme a escondidas, me escabullo por la puerta y termino en sus brazos. Voy intentando controlar mi poder, me siento más fuerte, pero no sé si es por todo eso o simplemente porque estoy con él. Mi caballero ahora mismo me tiene abrazada, colocó un montón de frazadas y pieles en el suelo y sobre nosotros. Estoy desnuda junto a su cuerpo, sintiendo cada respiración y la calidez de su piel, y simple
Naiara Si no fuera por mi flor y mi mariposa me sentiría completamente aterrada. De noche había solo unas pobres velas para alumbrarme, y de día, si acaso, entraban los rayos del sol. Era asfixiante y sentía que me debilitaba. No escuchaba nada de lo que sucedía afuera y no tenía como ver tampoco, había uno que otro movimiento a la puerta de esta habitación, y ya ni siquiera venían criados, sino que los soldados me dejaban comida. Sentía que me trataban como a una prisionera. Y a cada hora que pasaba estaba más convencida de que era una. Escuchaba los pájaros a lo lejos que chillaban y también el aullido de mi lobo. Kai había sido realmente inteligente y me había, no solo aislado, sino que no había dejado cerca ningún animal ni nadie en que pudiera ayudarme. Estaba sola, no quería exponer a Dashi que supongo había ido al templo. Mer y el señor Rise estaban lejos Y supongo que nuestros soldados también. Y mi caballero... yo honestamente esperaba que no me encontrara, que pudiera
Layne —La ha llevado al lugar más recóndito del castillo...— —Así es... y estás sola, si acaso aparecen los soldados y esa dama, que creo que con su presencia empeora— me dice Dashi entre susurros. Había ido a la habitación de mi princesa como todas las noches para encontrarme con… nada. La habían movido de lugar, y lo que era aún peor... era a la única a la que había movido. A todas las demás damas las habían dejado en sus habitaciones con protección. Yo veía movimiento fuera del castillo y Mer decía, que varios poblados habían sido desocupados. Habían enfrentamientos, pero no había desencadenado una guerra ni batallas como tal. — No tengo la menor idea de qué es lo que sucede Dashi... pero creo que nos están engañando. He estado, lamentablemente, una buena cantidad de batallas como para saber que esta, no es una— — Creo que es solo una excusa para manipular a la princesa. Está sola, sin nada, le llevé su flor y la mariposa— me dice ella preocupada. — Has hecho bien Dash
DashiLa escena que acababa de ver era aterradora. La princesa se había quedado llorando mientras yo veía como le pegaban al caballero y se lo llevaban arrastrado prácticamente inconsciente. Esto era mucho peor de lo que imaginé. A ella la habían dejado vigilada, de tal manera que yo no podía siquiera salir de mi escondite en la única ventana para consolarla. Así que solo me quedaba hacer lo que había dicho Layne… enviar un mensaje a Mer que se esconda con los animales y con Rise. Ahora tenía que ser más cuidadosa que nunca andando por el castillo. El frío era algo a lo que todavía no me acostumbraba, pero igualmente andaba por los techos del castillo con rapidez, esperando no ser vista. Veía como las grandes aves se arremolinaban cerca de la torre, como si sintieran el dolor de la princesa. Me había partido el corazón verla así… amarrada, siendo tratada y ofendida como nunca imaginé. Fui a la parte de arriba donde me escondía con Rise y escribí el mensaje lo mejor que pude. Mi c