Hola hola! Naiara sigue su destino, pero no estará alejado de peligros ¿Qué les parece la historia? Bso Kika
Layne Estaba tan obsesionado con todos los posibles peligros proveniente emperador, qué no conté con otro tipo de amenazas. Se escuchó como un rugido aterrador, eso fue lo primero que noté. Estaban algunos de nuestros hombres descansando en un costado de la montaña, cuándo volteé para todos lados buscando a mi princesa. Los soldados estaban revisando las periferias con cuidado, mientras otras atendían las provisiones en nuestro pequeño descanso, cuando empecé a entender lo que sucedía, y por supuesto, cómo en todos los imprevistos de la naturaleza, me había dado cuenta cuando era muy tarde. Parte del tope de la montaña se desparramaba hacia abajo, caían grandes cantidades de tierra, lodo, y lo que era peor... grandes piedras. Por supuesto que bajaban a una velocidad aterradora y era imposible tomar previsiones aun con el sonido tronador que provocaban, como si el mundo mismo se cayera. Por un momento, vi como si apareciera una cortina marrón, directo dónde estaba nuestro pequeño
Naiara El camino se había detenido y todavía había sido mucho más lento de lo que pensábamos. Tener la vida en un hilo era parte de vivir en este imperio, pero más aún si eras un noble importante. Y yo lo había empezado a entender. No era mentira lo que había dicho, había escuchado la voz de mi caballero oscuro a cada momento, y era lo que me había mantenido atenta, con fe y esperanza de que me sacaran de repente, bajo ese tumulto en el que me encontraba, sentía mis ojos pesados, sin poder abrirlos, y como si de repente la tierra me fuera tragando poco a poco. Creo que por un momento me dormí, perdí la conciencia brevemente, hasta que sentí que me movieron, había sido jalada y con dificultad, intentaban reanimarme, hasta que, con tierra en mis ojos, volví a sentir el sol en mi cara. Layne... había sido, perfecto. Más que perfecto, ¿había alguna palabra escrita o pensada, o si quiere imaginada cuando algo es mucho más que perfecto? Cuándo por más que lo intentes no ves un error, a
LayneYo estaba realmente sorprendido de todo lo que nos rodeaba y lo primero que sentí era que mi princesa no había tenido todo lo que merecía, en ningún momento de su vida. Comodidades, riqueza, seguridad hasta en el más mínimo detalle, espacios llenos de belleza y maravillas, como si fuera casi un lugar mágico.Por supuesto que él quería mucho más tiempo con ella, se podría decir que era su privilegio debido a que él era el anfitrión. Y además de eso, había que sumarle todo el tiempo que ella pasaría alrededor de otros señores. Nada de esto me traía pensamientos felices.Se acercaba la hora de la cena y yo me dispuse acercarme sus habitaciones, prácticamente no estaban casi separadas y yo me
Naiara Parecía que aquí en Sarassea comenzaba mi objetivo, para todo aquello, a lo que yo me había preparado por tantos años desde que era niña. Dashi junto a criadas me ayudaban a arreglarme, y ya el rey había llamado a varias costureras para que me diseñaran todo un guardarropa para estas presentaciones, así como zapatos y joyas. Dashi me decía que no me extrañara, de que para el final del día, hubiese cinco o diez veces más de todo esto, de parte de los otros candidatos. Ya me había colocado uno de los vestidos que me había mandado a hacer mi prima y Nicasia. Al contrario de la mayoría de mi vestimenta, esta era predominantemente blanca con algunos destellos en plateado, era realmente hermoso y arriba tenía una pequeña capa negra de terciopelo para que mi cabello contrastara. Estaba en otro salón, aún más llamativo, el techo tenía encima una especie de cúpula y estaba pintado de diferentes tonos de azules hasta llegar al más oscuro donde se dibujaban lunas y estrellas. Cuando
Dashi Mi aventura había comenzado y no estaba exenta de peligros. Había sido liberada por mi señora Azaleia, y si bien mi vida había cambiado y había sido mejor con ella, yo tenía el compromiso de que tenía que lograr que el Imperio fuera un lugar mejor. En cuanto supe de la princesa, supe que mi camino era estar con ella. La gente de mi pueblo, la gente de Radah, eran los más fieles creyentes de la luna y solo de saber que había una representante de ella en la tierra... sentía que mi vida tenía sentido. Y no solo la princesa era familiar de mi señora, sino que era tan amable y maravillosa como ella, no le cabía duda a nadie de que eran de la misma sangre. Dedicarme a ella había sido lo más fácil. Naiara era agradable, brillante y de buen corazón, pero algo me decía que también era una mujer fuerte y decidida. Y si bien hace muchos días estaba con dudas y se podría decir que también con miedo... poco a poco ella había tomado una resolución en su corazón. Yo la había visto y no er
Layne —Mi señora Princesa… debo decir que usted está increíblemente deslumbrante cada día. Habíamos escuchado historias de su belleza... pero honestamente pensábamos que eran exageraciones. Y, sin embargo, tenerla aquí frente a nuestros ojos, parece la luna misma si me permite decirlo— Kai era un hombre difícil de describir, eso se lo concedía. No solo era un hombre que se había pasado un buen rato adulando a mi princesa. Era un hombre controlado que parecía saber decir exactamente lo necesario, no rayaba en lo ridículo, era extremadamente comedido y parecía ser bueno con las palabras. No me quedaba la menor duda de que era el más interesado en esta boda, el que había venido con más fuerza y ganas de llevarse la mano de mi princesa, no andaba haciendo un movimiento sin pensar, todo estaba exactamente planificado y preparado a la perfección. Eso lo hacía un candidato importante, y a la vez también un candidato a tener con cuidado. Era un hombre joven y al parecer no tenía mucho m
Naiara —Rey Pavel... lo que ha hecho con el castillo, el jardín, las áreas… todo es realmente hermoso— digo profundamente admirada de todo lo que he visto desde que llegué. Sarassea está ubicada en un lugar profundamente árido, pero él ha sabido sacar el mejor provecho, construyendo y creando vida, prácticamente de la nada. Él me ve sumamente orgulloso. La realidad es que él tiene a un grupo inmenso de personas, encargados de hacer lo que a él le plazca. Todos sus deseos son órdenes. —Todo esto… podría ser suyo, princesa— decía él tomándome del brazo con delicadeza mientras caminábamos. Es un hombre con mucho poder, es mayor y ha sabido controlar un gran reino. Pero por muy hermoso que sea este lugar, no me imagino viviendo aquí, mucho menos con él, junto a él. Las cenas que ha hecho en mi honor han sido fastuosas, elegantes y maravillosas, como nunca tuve. Aunque yo aun así seguía prefiriendo, las de mi prima y Nicasia. Cenas en dónde nos quedamos hablando a la luz dela luna, h
Dashi Comencé mi búsqueda fuera del palacio, lejos de la ciudad, adentrándome en pequeños poblados. Había seguido el camino de los campesinos y proveedores del castillo. Había encontrado pequeños rumores. El rey Pavel III… parecía que se había casado, hace ya mucho tiempo, pero las esposas habían muerto en el parto, y una que otra había desaparecido. Eso fue lo que escuché, comiendo en pequeñas tabernas, y hablando con las lavanderas. De día caminaba y averiguaba por ahí mientras, por las noches, dormía en medio de unos matorrales. El caballo Bruma me esperaba y el cuervo del caballero Layne solía meterse en el bolsillo de mi capa. Al igual que los Haggards y que mi princesa, yo también me sentía mejor en la naturaleza, si bien me lleva bien con los animales, realmente mi entorno preferido eran las plantas. Mi pueblo las conocía a la perfección, prácticamente solo con tocarlas, podía saber para qué servían. Y ellas nunca me fallaban. Sarassea era hermosa, pero casi totalmente d