AIDEN
Después de tantos años anhelando tener a esta maldita rata bajo mis manos, todo lo bueno que había tratado de hacer en los últimos años se acabó de ir a la mismísima mierda; el divino poder de la venganza es mucho más satisfactorio de lo que llegamos a imaginarnos. Mi hermana y mis padres; mi familia murió en sus manos, por lo tanto, es común devolver el favor y con gran ahínco. Adriel se encontraba con la misma ansiedad de querer acabarlo, así como lo estaba yo, pero no hay mejor placer que el retraso de una muerte.
Desde que abrí los ojos me dediqué a practicar una pequeña cirugía a Golden, dándole gusto a su más grande devoción y manía. Adriel se encargó de mantenerlo controlado para que no muriera tan pronto, mientras la filosa cuchilla la iba pasando desde el centro de su pecho hasta detenerme a pocos centímetros de su ombligo. La carne se fue abriendo poco a poco, por lo que la sangre comenzó a brotar de la tajad
SARANunca llegué a pensar que ver a mi esposo en esa faceta tan retorcida fuera a gustarme tanto, y en cierto me asusto de mí mima, puesto que no debería gustarme. La forma tan precisa, brusca y demente con la que arrebato hasta el último suspiro de Golden fue alucinante; me cautivó. Sé que está muy mal pensar de esta manera, pero cuando se trata de seres tan despreciables no hay mayor castigo que se ajuste a su merecido que el sufrimiento. Y hasta el último segundo que le quedaba de vida a ese miserable, lo vi sufrir, brotar lágrimas de sangre con cada cuchillada que Aiden le propinaba. Me siento tranquila, aunque nada podrá borrar todo el daño que causó en mi vida.Lo ayudé a quitarse la ropa, la cual se encontraba cubierta de sangre. No me ha dicho mayores palabras, pero su mirada no ha d
Llegamos al hospital muy temprano en la mañana, me encontraba ansiosa por conocer los resultados del análisis de sangre que me había tomado hace unos días atrás. No habíamos podido venir antes, porque primero decidimos ponernos a salvo y, además de que Tessa no ha estado del todo bien. Cada día la noto más aislada del mundo y con menos ganas de seguir viviendo, pero mientras esté con nosotros el apoyo que le brindaremos le dará toda esa fortaleza que necesita. Sé por lo que está pasando, tener la ayuda y el apoyo de alguien es lo que nos hace salir del pozo. Espero ser esa fuerza que ella necesita. Por nada del mundo la pienso dejar sola.Tomé la mano de Aiden fuertemente antes de rasgar el sobre, ha estado el doble de ansioso y nervioso de lo que me encuentro yo.—No lo abras aun — sonrió nervioso—. Tengo que decirte algo primero, mi a
Nuestra felicidad estaba escrita, solo era cuestión de dejar ese mal pasado que nos ataba al temor. Desde hace ocho meses vivimos en una felicidad casi completa; con mucho miedo de perder lo que hemos construido, pero que no cambiaría por nada en la vida. No voy a negar que cada día que va corriendo el miedo me invade de lleno, haciendo que imagine cosas que no son. El embarazo me ha vuelto muy sensible y llorona.Venirnos a vivir a Venecia ha sido refrescante, más por todo lo que significa este lugar para nosotros. Es aquí donde hemos decido empezar de cero y formar nuestra familia. Aiden se ve muy feliz y ansioso con la llegada de nuestra pequeña Lea, y mentiría si no acepto que yo también me encuentro de esa forma, pues es mucha la ilusión que nos hace conocer y ver cómo es realmente nuestra pequeña niña.He tenido un embarazo normal y sano, pero Aiden se ha encargado de sobreprotegernos durante todos estos meses. A veces es asfixiante, no obstante, agradezco por ese
—¿Quién es el afortunado? — enarqué una ceja.—Eso es lo de menos — desvió la mirada avergonzada—. No sé si estoy lista para empezar a salir con hombres.—No es como que sea amor o algo por el estilo, Tessa. Puedes salir y divertirte sin ningún compromiso, por lo menos hasta que llegue el indicado.—Ese es el problema, que ese hombre no lo soporto, es tremendamente fastidioso y hasta bastardo, pero no sé qué me está pasando. En estos últimos días ha despertado pensamientos que no debe. Se burla constantemente de mí, juega con mi poca cordura y ahora se inventa una salida nada más para seguir jodiendo la vida.—¿Quién es ese hombre? — quise saber, aunque en el fondo supiera de quien se trataba—. Para ayudarte, por supuesto. Del odio al amor solo hay un paso, ¿sabías?—¡Yo no estoy enamorada de ese pedazo de estiércol mal formado! — vociferó.—Me quedó claro, pero, ¿entonces por qué le das tanta vuelta al asunto? Recházalo, y asunto arreglado, mosqu
POV ADRIELDesde la muerte de mis padres y de mi hermana, quedé a cargo con mi hermano del negocio familiar. El tráfico de drogas fue algo que siempre llamó mi entera atención, sobre todo por aquella sangre que se derrama día tras día en este mundo tan bajo, pero que es tan refrescante y genera más vida. Juramos en la tumba de nuestros padres que, no descansaríamos hasta cobrar nuestra venganza. Hubiera querido asesinar a ese hijo de puta con mis propias manos, pero a sabiendas de mi actuar rápido y sin pensar, Aiden hizo un mejor trabajo. Además, despellejar cuerpos nunca ha sido lo mío; por lo menos no cuando del enemigo se trata.Mi madre nos enseñó a matar con toda la calma y el placer del mundo, indicándonos el punto e
—Es mi casa, por lo tanto, puedo entrar a la habitación que se pegue la gana — esbocé una sonrisa maliciosa, cruzando mis brazos a la altura de mi pecho—. Vístete, que el príncipe te llevará de brazo a tu palacio. —¡Querrás decir; sapo mugroso! Porque de príncipe no tienes ni un solo pelo — rechinó los dientes—. Ahora salte, necesito vestirme. —No comprendo tu mal humor. ¿No deberías estar feliz? —Eres el tipo más desagradable que haya conocido en mi jodida vida. ¿No tienes nada mejor que hacer? Vives amargando mis días con tu maldita presencia — quitó de mala gana la toalla que envolvía su cabello, y ladeé la cabeza viéndola mejor mientras chillaba sin parar—. ¿Qué sacas con todo esto, Adriel? ¿Burlarte? ¿Tener algún tipo de entretención conmigo? ¿No tienes alguna mujer que te baje
—¿Quieres cenar? O es eso una excusa para querer evadirme por más tiempo — solté lo que estaba pensando de golpe—. ¿Por qué niegas sentir atracción por mí, mosquita?—No sé de qué estás hablando — se alejó un poco de mi rostro, apoyando ambas manos sobre mi pecho—. Me pediste que cenara contigo, ¿no?La observé por largos segundos y la solté de mi agarre. Que mala es para mentir. Ver esa expresión de vergüenza y excitación es muy tierna de apreciar. Han de haber pasado meses sin que un hombre la haya tocado, lo sé por la manera en la que aun tiembla. Además de que, en todos estos meses, solo ha sido una vez la que ha salido de esta casa.—Bien. Vayamos a cenar — sonreí malicioso—. Después de todo, no es aquí donde quiero cogerte bien duro.
—¿De qué estás hablando? — hizo un mohín muy chistoso con los labios.—No me molesta en lo más mínimo ser usado por una mosquita tan pervertida como tú. Mientras que no juegues con mis sentimientos, todo bien.—Eres insoportable, además de tener un ego muy grande — soltó una risa suave y negó con la cabeza—. Pero… debo darte las gracias.—¿Por qué? — quise saber.—A pesar de ser tan molesto, siempre has sido buena persona conmigo. No sé cómo pagarte todo lo que has venido haciendo por mí, aun sabiendo que no tienes obligación alguna conmigo — atacó sin darme tiempo a defenderme—. Tienes razón, me encerré en una burbuja y un recuerdo que no vale la pena. No es que lleguemos a hacer amigos algún día, pero sí de