SARASoñé con el nacimiento de mi hija siendo único, maravilloso y perfecto. Mientras Aiden me brindaba palabras de aliento, sus lágrimas se mezclaban con las mías, y entre besos, abrazos y más lagrimas la felicidad nos llegaría de golpe tras verla nacer. Pero eso fue lo que soñé, mas no lo que sucedió.Nuestra pequeña nació en medio de un infierno, de una odisea repleta de balas y sangre. Los dolores de parto fueron pocos comparados al miedo de que llegaran a donde nos encontrábamos y nos asesinaran a sangre fría. Entre tanto caos, el momento más bonito y esperado de nuestras vidas se hizo presente. La dedicación, el enfoque y la misma agilidad de Aiden tras recibir a su propia hija es un recuerdo que nunca podría llegar a olvidar en lo que me reste de vida. En es
SARANunca llegamos a conocer del todo a una persona, incluso si creemos saberlo todo de ella. Pero tampoco quiere decir que, eso desconocido se deba a maldad, aunque no podemos confiarnos del todo; porque nunca sabemos con qué rostro nos encontraremos cuando esa mascara se cae. Aiden había escondido su pasado por miedo de perder lo que estaba construyendo para el futuro, pero con la esperanza y la ilusión de ser un hombre bueno, brindando ese amor tan puro y tierno que siempre ha habido en su corazón.Él no eligió nacer en ese mundo, pero si decidió por su cuenta salir de ese mundo tan cruel y convertirse en el hombre que es hoy en día; bueno, pacifico, libre y feliz. Aiden buscaba una sola cosa, y solo librándose de los fantasmas que lo ataban al pasado, fue como único encontró paz en su corazón.
Por largos días intenté hacer que Adriel viniera a la casa con la intención de que pasara más tiempo con Lea, pero el hombre me la ha puesto muy difícil. Después de insistir por no sé cuántas semanas más, al fin aceptó. Le había dicho una pequeña mentira, la cual estoy segura no me creyó ni un poco, pero debía hacer el intento de convencerlo y traerlo. Aiden me ha seguido diciendo que no me involucre en asuntos que no me competen, que allá ellos si deciden estar alejados o no. Esta será la última vez que haga de celestina, si mi plan no funciona, me retiraré con la cabeza en lo alto.Tan pronto llegó Adriel a la casa pude sentir la emoción expandirse por todo mi pecho, este plan no puede fallar por nada en el mundo. Él se encontraba sumamente feliz con su pequeña sobrina entre sus brazos, caminando de un lado para el o
TESSADurante dos meses había tratado de arrancar de mis pensamientos todo lo que sucedió esa noche con Adriel, porque sabía perfectamente que para él solo había sido pasajero. Y lo que más dolía no era el hecho de lo que supuse en el momento que me dejé llevar por lo que sentía por dentro, sino haberme ilusionado en lo que nunca seria. Me dolía el hecho de ser tonta, de combinar el sexo casual y sin compromiso con amor; terminar sintiendo algo más en mi corazón por alguien que es una bestia, que no tiene sentimientos por nadie.Que la vida de los demás le valiera una mierda era lo de menos, dolía que él hubiera sido así conmigo. Como si yo no tuviera un poco de valor, aunque para ser honesta no lo tenía. Por ello decidí cerrar ese desliz, y centrarme en lo verdaderamente importante.Pero, ¿cómo olvidar cua
—¿Cómo demonios entraste a mi casa? No sabes respetar ni un poco la privacidad de las personas, ¿verdad? — fue lo primero que me llegó a la mente, pues su cercanía me afecta más de lo que estoy dispuesta a admitir.—¿Sabes? Eres muy despistada y odiosa; al ver la puerta abierta, pensé que la habías dejado de par en par para mí — soltó una risita en mi cuello, por lo que tragué saliva estremeciéndome con solo su tibio aliento rozar mi piel—. ¿O esperabas a alguien más?—Primero que todo, no dejé la puerta abierta; segundo, si lo hubiera hecho, ten por seguro que serias el menos invitado a pasar; y tercero, suéltame y lárgate de mi casa ahora mismo.—¿Sabes otra cosa, mosquita? Ya me hacía falta este trato de tu parte. Como que sí, debo ser sincero y admitir qu
SARANo hay vidas perfectas, de hecho, no hay ser humano en la tierra que lo sea. Los años que he compartido junto a Aiden he aprendido tanto de lo bueno como de lo malo. Puede que en un principio lo haya visto como el hombre más bueno, fiel y cariñoso del mundo; y, es que, en realidad siempre lo ha sido. A pesar de ser un hombre con secretos y manías que, en lo personal, llegaron a gustarme, él es un buen hombre.Aiden ha demostrado ser no solo el mejor esposo, sino también el padre más cariñoso y sobreprotector sobre la faz de la tierra. Lea es el motor de nuestras vidas; es el pedacito de milagro que le dio sentido a nuestras vidas y nos hizo ser mejores personas. Mi pequeña tiene un poco más de un año, aún no ha aprendido a caminar d
No hallaba la hora de poder salir de la oficina e irme a casa cuánto antes. Las últimas veinticuatro horas he estado sumamente nerviosa. Desde que Aiden; mi novio, reservó en uno de los restaurantes más lujosos y caros de la ciudad, me he sentido muy ansiosa. Muy en el fondo creo saber lo que me va a proponer, pero no tengo que hacerme mucha ilusión sobre eso. Nada me haría más feliz en el mundo, que por fin, después de dos años de relación, esté dispuesto a estar el resto de vida a mi lado. La ilusión es algo que está viva dentro de mi pecho y mi mente.Tan solo de pensar en sus palabras, en la manera de proponerme e incluso el anillo, mi corazón deja de latir...—Calma, Sara. Es una cena, como muchas que han tenido antes. Ya estás haciéndote ideas que no son —me dije, saliendo de mi oficina—. Ten un lindo fin de semana, Tessa.&mdas
Llegué al restaurante treinta minutos antes de la hora acordada, por lo que Aiden aun no había llegado. Decidí esperarlo en la mesa donde siempre solemos comer juntos. En el reservado la bella Milán nocturna se abre paso ante mis ojos. Los rascacielos dan vida a cada calle iluminada. Los autos transitan en un tráfico no tan pesado mientras las personas caminan con cansancio o mucha vida por los senderos. Los humanos somos tan ajenos al mundo verdadero en sí, que lo único que vemos es perfección ante nuestros ojos, sin darnos cuenta del peligro que nos acecha en las sombras. Dejé los pensamientos temerosos a un lado y me dediqué a seguir contemplando la noche con una copa de vino blanco en mi mano derecha, esperando a que llegue el hombre que amo.El aroma de su perfume me inundó las fosas nasales. Se quedó en silencio, quizás muy cerca de mí, porque esa colonia con toques de madera, salvaje y muy deliciosa, cada vez me golpeaba más fuerte en los sentidos.-Hay mujeres be