Nuestra felicidad estaba escrita, solo era cuestión de dejar ese mal pasado que nos ataba al temor. Desde hace ocho meses vivimos en una felicidad casi completa; con mucho miedo de perder lo que hemos construido, pero que no cambiaría por nada en la vida. No voy a negar que cada día que va corriendo el miedo me invade de lleno, haciendo que imagine cosas que no son. El embarazo me ha vuelto muy sensible y llorona.
Venirnos a vivir a Venecia ha sido refrescante, más por todo lo que significa este lugar para nosotros. Es aquí donde hemos decido empezar de cero y formar nuestra familia. Aiden se ve muy feliz y ansioso con la llegada de nuestra pequeña Lea, y mentiría si no acepto que yo también me encuentro de esa forma, pues es mucha la ilusión que nos hace conocer y ver cómo es realmente nuestra pequeña niña.
He tenido un embarazo normal y sano, pero Aiden se ha encargado de sobreprotegernos durante todos estos meses. A veces es asfixiante, no obstante, agradezco por ese
—¿Quién es el afortunado? — enarqué una ceja.—Eso es lo de menos — desvió la mirada avergonzada—. No sé si estoy lista para empezar a salir con hombres.—No es como que sea amor o algo por el estilo, Tessa. Puedes salir y divertirte sin ningún compromiso, por lo menos hasta que llegue el indicado.—Ese es el problema, que ese hombre no lo soporto, es tremendamente fastidioso y hasta bastardo, pero no sé qué me está pasando. En estos últimos días ha despertado pensamientos que no debe. Se burla constantemente de mí, juega con mi poca cordura y ahora se inventa una salida nada más para seguir jodiendo la vida.—¿Quién es ese hombre? — quise saber, aunque en el fondo supiera de quien se trataba—. Para ayudarte, por supuesto. Del odio al amor solo hay un paso, ¿sabías?—¡Yo no estoy enamorada de ese pedazo de estiércol mal formado! — vociferó.—Me quedó claro, pero, ¿entonces por qué le das tanta vuelta al asunto? Recházalo, y asunto arreglado, mosqu
POV ADRIELDesde la muerte de mis padres y de mi hermana, quedé a cargo con mi hermano del negocio familiar. El tráfico de drogas fue algo que siempre llamó mi entera atención, sobre todo por aquella sangre que se derrama día tras día en este mundo tan bajo, pero que es tan refrescante y genera más vida. Juramos en la tumba de nuestros padres que, no descansaríamos hasta cobrar nuestra venganza. Hubiera querido asesinar a ese hijo de puta con mis propias manos, pero a sabiendas de mi actuar rápido y sin pensar, Aiden hizo un mejor trabajo. Además, despellejar cuerpos nunca ha sido lo mío; por lo menos no cuando del enemigo se trata.Mi madre nos enseñó a matar con toda la calma y el placer del mundo, indicándonos el punto e
—Es mi casa, por lo tanto, puedo entrar a la habitación que se pegue la gana — esbocé una sonrisa maliciosa, cruzando mis brazos a la altura de mi pecho—. Vístete, que el príncipe te llevará de brazo a tu palacio. —¡Querrás decir; sapo mugroso! Porque de príncipe no tienes ni un solo pelo — rechinó los dientes—. Ahora salte, necesito vestirme. —No comprendo tu mal humor. ¿No deberías estar feliz? —Eres el tipo más desagradable que haya conocido en mi jodida vida. ¿No tienes nada mejor que hacer? Vives amargando mis días con tu maldita presencia — quitó de mala gana la toalla que envolvía su cabello, y ladeé la cabeza viéndola mejor mientras chillaba sin parar—. ¿Qué sacas con todo esto, Adriel? ¿Burlarte? ¿Tener algún tipo de entretención conmigo? ¿No tienes alguna mujer que te baje
—¿Quieres cenar? O es eso una excusa para querer evadirme por más tiempo — solté lo que estaba pensando de golpe—. ¿Por qué niegas sentir atracción por mí, mosquita?—No sé de qué estás hablando — se alejó un poco de mi rostro, apoyando ambas manos sobre mi pecho—. Me pediste que cenara contigo, ¿no?La observé por largos segundos y la solté de mi agarre. Que mala es para mentir. Ver esa expresión de vergüenza y excitación es muy tierna de apreciar. Han de haber pasado meses sin que un hombre la haya tocado, lo sé por la manera en la que aun tiembla. Además de que, en todos estos meses, solo ha sido una vez la que ha salido de esta casa.—Bien. Vayamos a cenar — sonreí malicioso—. Después de todo, no es aquí donde quiero cogerte bien duro.
—¿De qué estás hablando? — hizo un mohín muy chistoso con los labios.—No me molesta en lo más mínimo ser usado por una mosquita tan pervertida como tú. Mientras que no juegues con mis sentimientos, todo bien.—Eres insoportable, además de tener un ego muy grande — soltó una risa suave y negó con la cabeza—. Pero… debo darte las gracias.—¿Por qué? — quise saber.—A pesar de ser tan molesto, siempre has sido buena persona conmigo. No sé cómo pagarte todo lo que has venido haciendo por mí, aun sabiendo que no tienes obligación alguna conmigo — atacó sin darme tiempo a defenderme—. Tienes razón, me encerré en una burbuja y un recuerdo que no vale la pena. No es que lleguemos a hacer amigos algún día, pero sí de
POV TESSAEstaba acostumbrada a ser un plato de segunda mesa; a ese que solo tocaban por si el principal no les era de su agrado. En mi vida amorosa estuve envuelta entre varios tipos de hombres, pero todos iguales en un solo aspecto; lo menos que sentían por mí era amor. Para ellos solo fui sexo, placer, un momento fugaz y sin importancia. Pero con Chris había sido diferente, él supo despertar en mí esa única ilusión de un amor bonito y para siempre. Sus dulces palabras más su encanto natural me enamoró de lleno, llevándome a ese abismo el cual nunca pensé que caería.Me dejé convencer de la máscara que usaba, de ese descaro y maldad oculta que yo era ajena. Su intención era clara, pero más allá de eso, la única culpable fui yo; por haberme enamorado de un hombre como él. Sin embargo, ¿qué iba a saber yo qu
SARA—¿Cómo es que estás tan segura de que ellos van a tener una relación? No deberías involucrarte en ese tipo de asuntos. Deja que ellos por sí mismos descubran ese sentimiento.—Necesitaban un pequeño empujón, y sabes que tengo la razón. El orgullo no les dejaría ver más allá de sus narices.—Puede que tengas razón, pero sigo pensando que hiciste mal en juntar a esos dos. Sé cómo es Adriel, y lo menos que quiero es que Tessa resulte herida. No ahora que se ha estado abriendo a nosotros.—No la hará, porque él siente lo mismo que ella siente por él — me encogí de hombros—. Deberías estar feliz por tu hermano, ¿no era eso lo que querías, que conociera el amor?—Adriel nunca ha amado, es más, jamás lo había visto con u
ADRIELDesperté de un solo golpe y alerta bajo los fuertes y constantes estallidos que provenían de algún lugar no muy lejano. Al acostumbrarme a la poca claridad de la mañana, me encontraba en medio de la terraza aún. Había pasado toda la noche cogiendo con Tessa, por lo que no me di cuenta en el momento que me quedé dormido; de hecho, estábamos muy ocupados para preocuparnos en donde debíamos despertar a la mañana siguiente. Ella aún seguía estando a mi lado, como si en el mundo de sus sueños no estuviera pasando absolutamente nada, mientras que la realidad ardía en potentes detonaciones de fuego. Tomé mi ropa del suelo y me vestí lo más rápido que pude, a su vez que entablaba conversación con Marino por el intercomunicador.—¿Qué