Capítulo 3

Ya se habia tornado una costumbre para Hela entrenar hasta el cansancio, hasta terminar en el suelo de aquella habitación que su padre habia preparado para su hija. Trato de levantarse del suelo, pero sus músculos se encontraban tan fatigados que cada movimiento parecía un golpe.

—Maldita sea —se quedo en el suelo.

Mañana al caer la noche sería aquella reunión a la que tenia que ir mas que preparada para acabar con ese sujeto, conocía las reglas de aquel grupo de asesinos; nada de armas en las reuniones, durante una reunión entre los miembros se soltaba un aviso de paz entre ellos, aunque muchos integrantes con el pasar de los años comenzaban a pasar por alto esa regla.

Hela, había tenido el tiempo suficiente para rastrear al asesino de su padre, quien no habia perdido el tiempo, ya que ahora se encontraba bajo la protección de una de las familias fundadoras del paraíso, la familia Murphy. No era muy recomendable para ella entrar a un lugar donde se encontraba un de los asesinos fundadores y tres posibles miembros, que, como ella, habian sido educados desde pequeños para convertirse en un prometedor asesino, de los cuales resaltaba el menor de la familia, Leonard.

Un día después..

Aunque los guardias que custodiaban la entrada a esa fábrica, abandonado, intentaron detenerla, no pudieron hacer mucho ante el paso de Hela. Cada uno de ellos cayó al suelo, inconsciente, ante los dardos neutralizantes que con mucho habilidad la joven clavaba en sus cuellos, se encontraban en medio del juramento cuando las puertas se abrieron de par en par dejando ver a Hela.

—¡EXIJO UN ENCUENTRO CON ADAM! —todos los miembros llevaron su mirada a la entrada —El lugar que ese hombre quiere tomar me pertenece por derecho —la mirada de Vicenzo permaneció en el rostro de ese sujeto que pretendía convertirse en el tercer miembro —Y estoy dispuesta a reclamarlo con mi propia vida.

Utilizar el “Encuentro con Adam si la pelea es con un hombre o Encuentro con Eva si la pelea es con una mujer” en la organización era lo mismo que decir -Una pelea a muerte – ninguno de los presentes podía intervenir, al ser un lugar neutro los implicados no podían contar con ayuda de amigos o aliados. Todos los miembros comenzaron a abandonar el lugar, permaneciendo en el lugar las dos personas que tendrían su encuentro.

—¿Estás segura que quieres hacer esto? —ambos caminaron hasta el centro del lugar —Solo uno podrá salir con vida de aquí.

—La familia Murphy no podrá protegerte de mi —Hela tuvo que deshacerse de sus armas, ya que tenia que ser una lucha cuerpo a cuerpo —Le arrebataste la vida a mi padre, ahora tomaré la tuya.

Ese hombre fue el primero en lanzar el primer golpe, la pelea entre ambos se extendió por unos minutos. Ambos eran buenos con la lucha cuerpo a cuerpo, pero la joven contaba con la ventaja de ser tan ágil al grado de poder anticipar cada movimiento.

Ella logro tómalo por atrás sujetando su cuello, dispuesta a romperlo, pero en ese momento ese hombre saco un cuchillo clavándolo a un costado de Hela. Luego de haber introducido el cuchillo, lo giro incrementando el daño que había causado, provocando que Hela lo soltara para hacer presión en su herida, una herida que si no era tratada con rapidez podría causarle la muerte a la joven.

—No….No esta permitido usar….usar armas —susurro al mismo tiempo que unas gotas de sangre comenzaron a salir por su boca, a medida que presionaba su herida.

—Lo siento, niña —comenzó a acercarse a Hela —Sin testigo el crimen no existe.

Unos pasos comenzaron a resonar en ese lugar provocando que ese hombre escondiera el cuchillo, de la oscuridad del pasillo emergió Vicenzo sin perder ese semblante tranquilo se acercó a aquel sujeto para tomar el cuchillo que aun permanecía manchado de sangre, llevo su mirada al mango encontrando las iniciales del apellido Murphy.

—Conoces las reglas —en un movimiento rápido clavo el cuchillo en el estómago del sujeto —Ahora sera una pelea justa.

Lo ultimo que vio aquel sujeto al voltear fue a Hela acercarse a toda prisa sujetándolo por los hombros, tomando impulso hacia arriba para darle un golpe con el codo, con tanta fuerza que el cráneo de ese hombre se rompió, dejando a Hela como la ganadora.

—Me ayudaste —ella presionó su herida limpiando la sangre que tenia en su boca con su brazo —Grac….Gracias.

—Tomaste la peor decisión de tu vida, niña —Vicenzo se quedó viendo como la joven se desplomaba en el suelo —Lo que faltaba.

(...)

Luego de unos dias en un hospital clandestino, Hela fue reconocida como el tercer miembro del paraíso del los asesinos, uno de los miembros mas jóvenes de la historia. Quitándole el puesto a Lauren uno de los mejores asesinos que tuvo el paraíso, sus proezas habian sido tan grandes que aun permanecían en la memoria de los miembros y servia de ejemplo para todos los participantes, siendo su proeza mas recordada aquella vez que acabo con la vida de seis miembros del paraíso, con tan solo su corbata.

Algunos de los miembros se acercaron a Hela para felicitarla, pero algunos solo la observaron con enojo.

—Felicidades —escucho la voz del menor de la familia Murphy —Lo lograste, estoy seguro que tu padre estaría menos decepcionado de ti.

—Ay, que poco conoces a mi padre, Leonard —la joven le regalo una sonrisa soberbia —Estaría igual de decepcionado, a ver…. por donde comienzo —hizo un gesto pensante —En primer lugar; por no matar a ese hombre en menos de 5 minutos y en segundo lugar por resultar herida. En fin cosas sucede ¿No lo crees?

—Sabes escuché que hiciste trampa —susurro en voz baja para que solo fuera la chica quien escuchara eso —Eso va contra las regalas del paraíso, por si no lo sabes.

—Si de hecho lo se —Hela se acercó un poco mas a Leonard —Crees que tendría que hablar con tu abuelo para decirle que le diste a ese hombre un cuchillo para que sea mucho mas fácil matarme, aun sabiendo que estaba en contra las reglas —Leonard llevo su mirada a su padre, abuelo y hermanos —Ademas fuiste tan tonto de darle nada mas que un cuchillo que a permanecido en tu familia ¿Por cuánto tiempo?¿Años?¿Siglos? —ella solo dio una carcajada —Ahora dime ¿No crees que eso va en contra de las reglas del paraíso? Solo lo digo por si no lo sabes.

—¿Piensas que te tengo miedo? —trato de mantener su postura segura —Vamos, cariño —trato de acariciar su mejilla, pero Hela lo aparto de un golpe llamando la atención de todos en el lugar —Pensé que éramos muy buenos amigos.

—No vuelvas a tocarme —los miembros se levantaron de sus asientos al ver como Hela y Leonard estaban a punto de pelear —Ahora mi padre no podra protegerte —los ojos de la joven comenzaban a llenarse de lágrimas al recordar aquella noche —Ya no soy una niña.

—Lo se, yo personalmente me encargué de eso—el simplemente sonrió regodeándose de lo que habia hecho aquella noche —¿Ya lo olvidaste!

—¡Hijo…

—¡Basta! —Vicenzo tuvo que intervenir sujetando el brazo de la joven —Tu eres un invitado —se dirigió al menor de la familia Murphy —No puedes faltarle el respeto a un miembro de esa forma.

—Solo estábamos hablando —trato de defenderse —Ademas estoy aquí porque…

—Estas aquí porque tu abuelo es un fundador y tu padre un miembro, no te regodees de su poder —Vicenzo lo observo con asco —El gran error que tiene los hijos de personas poderosas es que piensas que ese poder también les perteneces, pero no se dan cuenta que son tan patéticos que necesitan la grandeza de alguien mas para ser respetados y temidos.

—Me retirare entonce —Leonard llevo su mirada a Hela —Estoy seguro que nos volveremos a ver.

—Quiero que sepas que voy a matarte —la joven soltó con asco y rabia —En el momento menos esperado para ti, tu vida sera mia.

Al terminar con aquella escena Vicenzo abandono el lugar dispuesto a volver a su hogar, pero fue detenido por Hela. El un poco molesto se bajo de la camioneta para quedar delante de esa mujer que habia bloqueado su camino.

—Quitate, niña —ella solo dio dos pasos hacia atrás —O pasare sobre ti.

—Muchas gracias —sin miedo sujeto la mano de Vicenzo —Estaré en deuda contigo de por vida.

—¡Suéltame! —alejo la mano de la joven con asco —No me gusta que me toquen.

—¡Taipan!Primer miembro del paraíso de los asesinos. Yo la nueva Cubozoa, tercer miembro del paraíso de los asesinos —al terminar de decir eso, Vicenzo camino a su camioneta —Tiene mi lealtad de por vida, si algún dia necesita de mi ayuda no dude acudir a… —se detuvo para verla con una mirada sebera —Conciderme su nueva amiga y aliada.

—Ve a cambiarte los pañales, niña —con sus palabras logro sacarle una media sonrisa al primer miembro.

(...)

Con el pasar de los años Hela trato de tener una vida normal, aceptando de vez en cuando algún trabajo que seleccionaba meticulosamente.

Aunque siempre que trataba de acercarse a Vicenzo para formar un lazo de amistad, este siempre terminaba por alejándola. Pero aunque mas de un miembro le habia aconsejado que se alejara, Hela permaneció pendiente de cada movimiento de su compañero por si algún día necesitara de su ayuda.

Estaba un poco pasada de copas cuando se arrojó al suelo de su departamento, trato de arrojarse al sillón pero un mal cálculo hizo que terminara en el suelo. Lentamente comenzó a cerrar los ojos pensando en la resaca que tendría al dia siguiente, cuando un ruido molesto apareció de la nada.

—Pu….ta —trato de levantarse, sin éxito —Dios sabe que lo intente —volvió a cerrar los ojos, pero el sonido era insistente —Maldición.

Se levantó de un salto para caminar hasta la cocina, pero se quedó parada en el lugar al darse cuenta de que su teléfono siempre se encontró en su bolsillo.

—Mierda —saco su teléfono para ver la pantalla —Vamos a ver…no reconozco este número.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo