Narra Hela:Estaba segura de que intervenir en un asunto de Vicenzo, me llevaría a obtener una nueva cicatriz para mi colección. Se que muchas veces lo había molestado al punto de sacarlo de quicio, en algunas ocasiones, pero siempre me aseguraba que fueran cosas sin importancia, me gustaría que este también fuera el caso, pero me temo que no será asi.—Dejalo hablar, Vicenzo —tuve que colocarme delante de Alessandro para protegerlo una vez mas de la muerte —Ningún hombre busca su muerte con tanta insistencia como lo hace el. De seguro lo que tiene que decir es muy importante.La mirada de Vicenzo fue una acusatoria, llevaba años brindándole mi amistad y una alianza perfecta, nunca había intervenido en alguna de sus decisiones o intervenido por la vida de alguno de sus enemigos, a pesar de que conocía a mas de uno, hombres que no dudaron en pedir mi ayuda, pero siempre me puse del lado de Vicenzo. En muchas ocasiones había escuchado sobre la cólera de el, y las consecuencias que traía
Narra Hela:Cuando el último hombre cayó muerto, al suelo del bosque, cerré los ojos sintiendo ese vació que te envolvía al quitarle la vida a otra persona. Mis manos se encontraban tan manchadas de sangre que había considerado en mas de una ocasión que al llegar mi partida, tenia un lugar especial al lado del gobernante del infierno.Muchas veces pensé en retirarme, solo desaparecer sin que nadie sepa de mi paradero, pero no había nada que me impulsara a hacerlo. Ya no podía tener una familia y el amor, el amor solo era una ilusión, algo químico que envenenaba muestras, mentes para luego con el pasar del tiempo desaparecer, eso era el amor.El amor era algo que no podría conservar por mucho tiempo, de que sirve hacerlo, si sabrás como sera el final del camino.Note como uno de los hombres que había traído conmigo para que me ayudaran con los cuerpo llevo su mirada detrás de mi. Al voltear me encontré con esa mirada, pero algo había cambiado en esa adorable mirada azul, ahora estaba l
Narrador:Mucho tiempo después...Cuando se cumplió los cinco meses del embarazo de Noah, el tercer miembro se encontraba mas que feliz habia soñado que llegaría una niña a este mundo, pero aquello también le preocupaba. Una niña igual de hermosa que su madre, pero con mismo corazón tan oscuro como él de su padre, aquello seria una mala combinación.—Encárgate de las camionetas —Hela contesto tratando de ignorar a Alessandro —Todo tiene que estar mas que listo.Luego de su último encuentro, la tensión entre ambos había aumentado, al grado que ninguno de los dos podía estar en la misma habitación a solas por mas de 5 minutos. Asi que Hela tuvo que permanecer en vela por mas de una noche, logrando que ella terminara ausentándose algunos dias para descansar, retirándose a su departamento para dormir todo el dia.—Si, no tienes que preocuparte —ella estuvo a punto de retirarse, pero Alessandro la sujeto del brazo.—Suéltame —levanto su mirada —Antes que te rompa el brazo.—Ya no quiero es
Narra Hela:Tuve que tratar de tranquilizar a Noah, tengo que admitir que esta sensación de importarle a alguien se sentía tan bien, o quizás eran los efectos de la pastillas que habia tomado. Con mi típica sonrisa, baje las escaleras acompañando a mi amiga, encontrándome nuevamente con la mirada de ese idiota. Pensar que ahora le debía un favor, provocaba que mi estómago se revolviera, o tal se trataba de todo ese alcohol que ingerir anoche y las drogas, por supuesto.—Estaba a punto de subir — caminé hasta la salida, hoy tendría mucho que hacer, por haberme ausentado el dia de ayer —Tomen asiento, el desayuno se enfría —me detuve al escuchar la voz áspera de Vicenzo —Dije que tomaran asiento.Me quedé un momento observando al primer miembro sin saber muy bien lo que estaba tratando de hacer, ya que su expresión no iban de la mano con sus palabras.—Pueden tomar asiento —con mucha desconfianza me acerqué hasta la mesa —Desayunarán con nosotros.—¿Te encuentras bien, Vicenzo? —dije un
Tratar de controlar a mi corazón, cada dia se tornaba mucho mas difícil.—¿Aun continuas molesta con Alessandro? —pero tratar de aparentar que no me interesaba era aún mas difícil —Se que puede…—Podemos…..Podemos tratar de no hablar de ese idiota — suspiré desviando la mirada, no quería que Noah viera mis prontas lágrimas —Por favor.—¿Alessandro te gusta? —esa pregunta fue como un golpe en mi espalda.—Nunca me podría gustar alguien como el —dije sin pensarlo tratando de convencerme de que no sentía nada por aquel italiano, que él no era dueño de ese sentimiento que desgraciadamente se hacía mas fuerte con cada día que pasaba —Si fuéramos los únicos seres humanos en el mundo, preferiría comérmelo que repoblar…. el mundo con sus hijos.Esta vez no fue Alessandro quien termino por herirme, habia sido yo misma la que ahora me causaba tal dolor. Lleve mi mano a mi vientre siendo ese dolor nuevamente, aunque trate de controlarme las lágrimas comenzaron a brotar de mis ojos.—Ale…—Necesi
Me levanté de la cama tratando de no despertar a Alessandro, a medida que caminaba por el pasillo, comencé a escuchar algunos ruidos provenir de la cocina.Los ruido me parecieron algo extraño, ya que era demasiado temprano para se estuviera preparando la mesa de desayuno. Al entrar a la cocina me encontré con Vicenzo sentado con una vaso de jugo y lo que parecía ser una rebana de pastel.—Tú despierta a esta hora —desvié la mirada por un momento —Ven, toma asiento.—¿Sucedió algo? —tome asiento delante de él.—Nada que no sé pueda solucionar, pequeña Hela —escuchar esa última frase provenir de Vicenzo era demasiado extraño —¿Cómo te encuentras?—Okey estas actuando demasiado raro —trate de burlarme de mi amigo.—Solo….Solo quiero tener una charla con mi única amiga —creo que algo esta sucediendo, esto no puede ser normal —Nunca te agradecí por permanecer a mi lado, a pesar de que te tratara como un perro.—Bueno…..Tus tratos no eran tan malos —trate de soltar una sonrisa, pero me fue
(…)Luego de una breve explicación de donde estuve todos estos días y un promesa de no volver a marcharme. Comenzamos con los arreglos de la habitación de los bebes, habían pasado solo unos dias, pero fue suficiente tiempo para que el vientre de Noah creciera un poco mas.Termine completamente enamorada de esos movimiento en su vientre, esas patada y esos latidos de pequeños corazones. Decorar la habitación de los pequeños nos tomó cerca de dos dias, trate de enfocarme solo en eso durante todo ese tiempo. Tengo que admitir que de vez en cuando pensaba en lo ocurrido en casa de mi padre, y en sus palabras, claro. Sabía que todo era producto de mi imaginación, pero no podía olvidar las palabras del bastardo de mi padre.Unos dolores en el vientre de Noah hicieron que terminara por llamar a Vicenzo para ponerlo al tanto de todo lo que estaba sucediendo. Fue impresionante lo rápido que llego a casa, puedo decir que llego en una abrir y cerrar de ojos.—¿Dónde se encuentra? —parecía estar
Narra Hela:Cuatro meses después:Muchas cosas ocurrieron durante los últimos meses del embarazo de Noah, tanto malas como buenas, tanto buenas como inolvidables. Pero no todo en estos meses que trascurrieron como horas fueron tan agradables.La mujer de mi amigo comenzó a tener pesadillas recurrentes con un pequeño, cosa que provoco que me encontrara mucho mas pendiente de ella por las noches. Trataba de cuidarla en todo momento porque con el avance de su embaraza podía notarla mas débil, temía mucho por la salud de mi amiga y de sus pequeños.Estaba convencida de que esas pesadillas no era pesadillas, sino parte del pasado de Noah, un pasado que estaba regresando poco a poco, todavía Vicenzo estaba pensando en como le diría que no era hija de Federov, una verdad como la que le esperaba a Noah era tan cruda, y tan dolorosa como un disparo al corazón.Nuevos aires comenzaron a correr por estos alrededores, todo iba cambiando, pero lo único que no podía cambiar era lo que habia en mi c