Tres meses después.Me mantuve parado a un lado de mi padrino, con la mirada puesta en todos esos paquetes acumulados. Nunca imagine estar delante del negocio de la familia, pero ahora que Vicenzo me habia prácticamente obligado a representar a la familia, no pude negarme.Al llegar las camionetas que distribuirían la mercancía, camine a pasos lento para salir de este lugar.—Me encargaré de distribuir todo — volteé para observar al señor Taddeo —Podre hacerlo desde casa, tú regresa a la finca....—No, no hace falta que hagas nada —me detuvo viendo como algunos hombres comenzaban a llenas las camionetas —Si Vicenzo se entera de que estuvieron aquí...—No podemos quedarnos de brazos cruzados — giré un poco, viendo acercarse al padre de Vicenzo —A pesar de las diferencias, Vicenzo no deja de ser parte de la familia.—Lo siento —los observé a ambos —Pero tengo que rechazar su ayuda.—Alessandro —esa mirada de regaño de parte de mi padrino hizo que bajara un poco la mirada.—Disculpe, pad
(…)Me gire en la cama esperando encontrar la mejor posición para descansar, al escuchar una risita suave abrí los ojos encontrando la silueta de Hela sentada en la cama, al otro extremos de la habitación.—¿Ale?¡Hela! —estuve a punto de encender la lámpara, pero sentí como tomo mi mano para impedirlo —¿Pero…?—Alessandro —susurro, llevando su mano a mi mejilla, cerré los ojos al sentir su toque frio —Mi Alessandro.—¿Dónde estuviste todo este tiempo? —tome su mano llevándola a mis labios para tratar de calentar su toque con un beso —¿Estas muy fría? —me levante de la cama —Te dije que conducir esa motocicleta te terminaría por congelar, si me hubieras dicho donde te encontrabas, hubiera ido a buscarte.—Alessandro —no pude evitar abrazarla notando su cuerpo frío —Te amo.—Estoy muy molesto contigo en este momento — me aferré tanto a ella, que pensé que terminaría por quitarle la respiración —Desapareces por tantos meses, para regresar diciéndome que me amas.—Te amo —me separé un poc
Aunque Vicenzo me trataba de convencer que Hela se encontraba bien, algo dentro de mi…. me decía que se estaba equivocando. Antes de salir de la finca, para retirar los restos de aquel cadáver que fue enviado a los laboratorios, decidí llevar conmigo un pequeño cepillo de cabello que ella solia usar.Durante el camino traté de tranquilizarme, pero la sola idea de pensar que esa persona era Hela provocaba que mi respiración faltase. Al encontrarnos en la clínica esperé que algunos guardias se llevaran el cuerpo, para quedar a solas con el encargado del laboratorio. No muy seguro tomo el objeto para comenzar con el procedimiento, no estaba seguro si podría soportar 3 largos dias.(…)Ordene que dejaran el ataúd en medio de la glorieta, contradiciendo las órdenes de Vicenzo, de incinerarlo para arrojarlo en algún lugar. Solo necesitaba tres malditos dias, estaba dispuesto a rogar por ellos, ante el nieto de mi padrino.—Pensé que habia sido muy claro con mi orden —mantuve mi mirada en e
(…) Al encontrarme en mi habitación me senté en la cama para sacar aquel anillo de su escondite, solo servía para recordarme lo miserable que era. Me sentía tan culpable por no haber tenido el valor de entregarlo mucho antes, por haber escondido lo nuestro, por no haberle dicho cuanto la amaba.—Entonces ustedes —levante mi mirada encontrando a Vicenzo en la puerta —Ya lo imaginaba.—Quería pedirle que se casara conmigo —solté en un susurro esforzándome par no volver a llorar—Pero nunca pude hacerlo.—Lo siento mucho, Alessandro —camino para sentarse en la otra cama —También me duele haberla perdido…—Por qué…. —una lágrima se deslizó por mi mejilla —No...No logro entender que sucedió ¿Por qué su cuerpo estaba en ese lugar?—Cuando encontremos a Leonard, haré que diga todo lo que sabe —ese maldito hombre —Podrás matarlo con tus propias manos, Alessandro. Lo prometo.Termino por levantarse para extender su mano con dos pastillas blancas.—Te ayudarán a descansar —las termine tomando c
Los días pasaron, como si no significaran nada para mi, esperando el regreso de alguien que no volvería. Logrando que poco a poco mis ganas de vivir fueron apagándose, ya no le encontraba sentido a la vida, ya no veia un futuro para mi, quizás porque pase muchas noches imaginando un futuro junto a ella.Me encontraba con la mirada perdida nuevamente, pensando en Hela, esperando que se encontrara en un lugar tranquilo donde, siempre, pudiera vivir con la paz que tanto anhelaba.—¿Cómo te encuentras?—voltee encontraban a Vicenzo detrás de mi.—Bien —suspire tratando de fingir una sonrisa —¿Necesitas algo?—No, solo quería decirte que Julian en unos minutos estará aquí —lleve mi mirada al camino principal notando un auto acercarse —Dijo que tenía algo muy importante que decirme.—Lo siento, debi estar mas pendiente de las llamadas de los guardias de la entrada —saque mi teléfono notando las llamadas perdidas del personal encargado de la seguridad principal —Carajo.—Tranquilo —llevo su m
Narrador:Al caer el atardecer, Alessandro se dirigió hasta aquel lugar un poco alejado de la mansión para encargarse del hombre que la habia quitado la vida a la mujer que amaba.Las puertas volvieron a abrirse, a medida que ingresaba comenzaba a quitarse el saco para dejarlo sobre una silla, subiendo las mangas de su camisa. Antes de acercarse al sujeto que se encontraba parado en medio del lugar, con unas cadenas que suspendían del techo, camino hasta un tablero de herramientas para tomar una masa de hierro.—Tengo una pregunta para ti —se quedó parado delante de Leonard con aquel objeto que tenia el aspecto de un hacha —¿Fuste tu quien mato a Hela?—Me preguntas eso…. —el noveno miembro llevo su mirada al techo, como si buscara alguna forma de escapar de esas cadenas —Como si no supieras la respuesta, claro que lo hice.En aquel momento Alessandro tomo un poco de impulso con la masa de hierro para dejarlo caer sobre el pie de Leonard, llenando el lugar con un grito de dolor de aqu
Mucho tiempo después.Narra Alessandro:Cuando tercer hijo de Vicenzo nació, termino por bautizarla como Hela, por una vieja condición de Hela. La verdad no me sorprendía que siguiera saliendose con la suya luego de tanto tiempo.La pequeña Hela era hermosa como su madre, una mirada fiera como la de su padre, adornado con un despampanante color azul oscuro. Estaba seguro que al crecer se convertiría en la perdición y locura de mas de un hombre, se convertiría en una mujer intocable.Hija de uno de los hombres mas poderosos de Italia, miembro de un grupo de asesino al cual su madre también pertenece, sobrina de un soltado de fuerzas especiales que podía tener un ejercito con una sola llamada, nieta de un antiguo capo de la mafia y mi protegida, al convertirme en el nuevo capo de la mafia italiana, jure proteger a los hijos de Vicenzo con mi propia vida.Tengo que admitir que aceptar el lugar que por derecho pertenecía a Vicenzo, no fue fácil. Pero tenia que respetar su decisión de trata
Algunas personas se encuentra sumergidas en la oscuridad, muchos no puede darse cuenta de eso, porque esas personas son grandes mentirosos, que disfrazan ese dolor con una gran sonrisa.La vida de Hela no fue fácil, pero trato de llevar una vida de alegría aunque se encontrara rota por dentro.El destino pondrá en su camino a Alessandro, un hombre testarudo e insolentes, que lograra robar su corazón con tan solo una mirada.Pero..... Ambos no podrán tener un final feliz.¿Piensas que el amor existe?Ahora sabrás que tan doloroso puede llegar a ser amar a alguien hasta el final.