Caminaron juntos por muchas horas, abrazados y besándose a cada momento, algunas veces corriendo y otras simplemente en paz y mirando el mar, ya cansados, se sentaron juntos en la orilla de la playa, Luana se sentía tan feliz, relajada, emocionada por los momentos tan maravillosos que estaba viviendo, el agua cubría por momentos los pies descalzos de ambos, pero eso no importaba mientras estuvieran juntos.
El día llegaba a su fin, ya el sol se estaba ocultando, el cielo cambiaba de color tomando un tono rojizo algo entristecedor, pero daba paso a una luna llena tan hermosa que se abría paso a través del inmenso cielo,
Valentino la rodeo con sus brazos mientras la besaba en la frente primera, para luego darle un beso delicado en los labios, se abrazaron tan fuertemente como queriendo fundirse en un solo ser, mientras no dejaban de besarse y de acariciarse, se profesaron tant
Cuando me aleje de time di cuenta de que era a ti a quien amaba, sentía celos al verte con la que seríatu esposa, al ver que tú no te fijabasen mí, decidí terminar con aquel muchacho y buscarte, pero ya era demasiadotarde, estabas a punto de casarte, me acerque a la iglesia en la que te casabasdispuesta a no permitir que lo hicieras, pero al acercarme pude ver el rostrode felicidad de ella y pude verte a ti, tranquilo, sereno, feliz y no lo pudehacer, me aleje de aquel lugar y decidí hacer mi vida tal como lo vine haciendohasta este momento, después de aquella ruptura, yo no volví a ser lamisma.— Pero… princesa por no me contaste lo que estaba pasando, todohubiera sido más fácil en esa época, ¿no lo crees así? — pregunto Valentinomientras la abrazaba fuerte contra su pecho desnudo.—
La abrazo con fuerza tratando de congelar ese momento tandichoso,se veía tan linda cuando dormía, cuanto había extrañado esosmomentos cuando sedesaparecían para ir a algún lugar oculto donde poderamarse, nunca pudoolvidar lo apasionada que era ella al momento de hacerel amor.Luana despertó y al verlo sonreír no le quedó otra cosa que sonreírtambién, miro la hora y alpercatarse que eran casi las siete de la mañanase levantó de un brinco debidoa que debía presentarse a trabajar, ademássu falta del día anterior no teníajustificación, que estaría pensandoNicolás de su ausencia, tenía que pensar en la forma de justificarse. Lo había dejado embarcado con la presentación de los planos a los nuevos clientes.El camino de regreso estuvo
Luana llego a su casa preocupada por lo que estaba pasando,mientras sacaba las llaves de su bolso escucho pequeñas risas en el interior,curiosa atisbo por la ventana y quedo intrigada pues no reconocía a aquellasniñas que estaban en la sala de su casa, iba a poner su llave en la cerraduracuando la puerta se abrió de forma improvista.—Hijita, las niñas son hijas de Valentino, me ofrecí a cuidarlas,en la madrugada llego una ambulancia, y se llevaron a su mamá, hasta donde mecomunico doña Tulita, ella se encontraba muy mal y lo único que hacía erallamar a su esposo, nadie sabía nada de él, algo debió haberle sucedido,siempre ha sido un buen esposo.Luana estaba muda, no sabía que hacer, su cabeza daba vueltas, se sentíaculpable por lo sucedido y no dejaba de llorar, su cuerpo no pudo más y cayó&
Valentino había ido a recoger a sus hijas, quería ver por últimavez a Luana y despedirse de ella, estaba sumamente avergonzado con ella, pero no se arrepentía de las horas que paso con ella en sus brazos y amándola como un loco. Ella siempre sería el amor de su vida, cuando escucho los gritos histéricos de Luana, dejo a sushijas en la sala y subiócorriendo las escaleras en dirección a la habitación de ella.Las lágrimas cayeron por sus mejillas al ver a una Luana hecha unabolita en un rincón de la habitación, llorando en forma descontrolada yarañándose los brazos con desesperación, grandes marcas surcaban sus extremidades, algunas aun filtrando sangre y otras solo líneas rojas,Jamás en todo el tiempo que estuvieron juntos la había visto deese modo, corrió a su lado y la abrazo con fuerza mientras
Carmen regresó a la habitación desu hija mientras se borraba todo rastro de lágrimas de su rostro, se detuvo enla puerta tomando aire e ingreso más calmada.Luana estaba dormida en su camamientras sus brazos fuera del cobertor mostraban las heridas que se habíacausado al momento de tener la crisis psicótica.Nicolás y el doctor conversaban cerca a la ventana con voz baja, se acercó a ellos de inmediato.—Doctor, ¿usted cree que debemosinternarla? —pregunto muy quedo.—En este momento no lo veonecesario, veamos cómo responde al calmante. Por lo pronto despertará en unasseis horas.—Avalos, ¿tú crees que tenga queregresar a los medicamentos? —pregunto Nicolás—No, Nico, no creo que seanecesario, lo que si será necesario es que vuelva a tene
—Tía, ya llegamos — grito Valentino mientras hacía pasar a sus hijas y cerraba la puerta de su casa.—Qué bueno hijo, no pensé que te ibas a demorar tanto, ¿paso algo en la casa de Luana? — Contesto la tía saliendo de la cocina y acariciando las cabecitas de sus sobrinas.—Algo así, pero no quiero hablar al respecto, solo te diré que Luana está enferma, el médico llego a verla.—¿Volvió a tener una crisis?—¿Lo sabías?—Sí, me enteré hace años cuando se puso mal la primera vez.—Y por qué no me contaste —grito Valentino.—Porque tu esposa me rogó que no lo hiciera, había tenido unos dolores en la cadera y el médico le había dicho que guardara reposo y que no tuviera emociones fuertes, fue por eso que calle y no te dije
—¿Cuándo?—Cuando me entere de que estaba embarazada.—¿Cuándo fue eso?—Ayer fui a tu casa y tu novia me atendió, me dijo que no te buscara más, que ustedes pronto se casarían y que yo solo era un estorbo para tu felicidad.—¿Ayer? —Pregunto Valentino mientras la cogía por los hombros con un poco de rudeza.—Si Valentino ayer, ¿ella te dijo que fui a buscarte? —Respondió Luana, aunque su voz sonaba rara debido a la medicación.—No, nadie me dijo nada —Respondió Valentino, asustado porque pensaba que Luana estaba perdiendo la razón.—¿Entonces por qué estás aquí?—Vine a verte, porque me enteré de que estás enferma.—Yo no estoy enfermo Tino, solamente embarazada. Mi mamá dice que el embarazo no es u
—Nuevamente, gracias por todo —Dijo Valentino mientras le ofrecía la mano en señal de agradecimiento.—Okey —Respondió Nicolás mientras sonreía de lado de manera burlona y dejaba la mano estirada de Valentino, ignorándola de manera premeditada. —Ya es tarde, ¿Qué fue con los documentos? ¿Los enviaste?—Si llamé a un Uber y envié la documentación a Jimmy, que ya se encontraba en el ministerio de transportes. No podemos darnos el lujo de perder esta licitación, hay demasiado invertido.—Qué bueno, aunque para mí ha sido una sorpresa saber que eres el jefe de jefes ¿Luana sabe que trabajamos para ti?—No, ella no sabe nada y espero que esto siga siendo un secreto para ella.—No te preocupes, guardaré tu secreto. Viendo que ya no tengo nada que hacer aquí, me retiro. Por cier