—Muchas gracias, señores — Hablo Valentino y mientras se ponía de pie para despedirlos, la puerta del ascensor se abrió, dejando a la vista una mujer muy guapa que vestía de manera informal, lo miro y sus ojos emitieron un brillo especial. —Cariño, que bueno que llegaste —Dijo valentino al ver a Luana ingresar a la sala.Ella sonrió coqueta mostrando unos dientes muy blancos. —Jimmy me dijo que me estabas esperando— Luego, mirando a los invitados en el salón, inclino ligeramente su cabeza — Como están señores Ugarte, es un gusto volver a verlos. —Les dijo mientras se acercaba a darles la mano.—Así que tú eres Luana —Renata hablo mientras la miraba de pies a cabeza con un deje de desdén —¿No se supone que deberías mostrarte más profesional? No creo que esa sea la manera correcta de presentarse ante unos socios comerciales—observo al verla en jeans rotos, zapatillas y una chompa a media cadera. —Su madre le dio un discreto codazo para evitar que siguiera hablando.Luana recién se perca
Luana se quedó en silencio, no sabía por dónde empezar, solo tenía unas cuantas imágenes dentro de su mente, algo que le decía que Nicolás era su hermano, pero no entendía como sabía eso o mejor dicho como se enteró de esa verdad.Miro a Nicolás detenidamente tratando de ordenar sus ideas para hacer las preguntas correctas.Nicolás la miraba avergonzado, no sabía cuánto había recordado o cuanto de la verdad podría decir, no quería que ella sufriera nuevamente, la verdad era demasiado dura para asimilar, a él le había costado mucho superar los sucesos del pasado, la miro indeciso y triste.¿Cuánto revelar? Era la pregunta que le estaba torturando, ¿valdría la pena decirlo todo? Si aún existía la posibilidad de que ella olvidara lo que él le revelara en este momento. Habían estado viviendo y compartiendo su vida por los últimos siete años, pero ella no recordaba quien era él realmente.Cerro los ojos. Lo mejor era que dejara que Luana hiciera las preguntas y él las respondería de manera
—Cuñadito, regresaste —comento en medio de risas Nicolás, pero la mirada seria de Valentino le dijo que tendría que hablar con él y decirle la verdad, pero aún no era tiempo, tenía que encontrar la manera de aplazar esa conversación hasta que hubiera confirmado sus sospechas.—Valentino, que bueno que regresaste. ¿Sabías que Nicolás es mi hermano?—Si cariño, me entere hace poco, tu hermanito es muy escurridizo. Luana volteo a mirar a Nicolás, quien miraba sus uñas de manera aburrida.—¿Por qué te escondiste tanto? ¿Tienes algo que ocultar?—Lu, no pienses tanto, solo soy un chico muy guapo, pero rebelde que huyo de su casa y no quería que sus padres lo encontraran, eso es todo — dijo Nicolás mientras encogía los hombros por enésima vez en el día.—Tino, no me siento bien. —Hablo Luana de pronto.—¿Sucede algo cariño? ¿Qué sientes? ¿Te duele algo?—Me duele mucho la cabeza, y siento que en cualquier momento me voy a desmayar, estoy tratando de mantenerme aquí, pero mi cuerpo ya está ca
El doctor tomó el rostro de las niñas con delicadeza mientras introducía el hisopo en la cavidad bucal de cada una de ellas, luego de unos ligeros giros, colocaba estos en el kit transportador.—¿Señor, usted también se hará la prueba? —Pregunto.—¿Cuántos kits te quedan?—Aún me quedan tres.—Está bien, procede conmigo y luego lo harás con la señora que está en mi habitación de descanso.—Como usted indique —respondió el médico nervioso, era la segunda vez que estaba frente al dueño de la empresa y creía que no estaba en buenos términos, luego de ver la mirada furiosa que le dio al verlo saludar a Luana, esperaba no estar frente a él nuevamente y lo que nunca imagino es que será llamado al piso superior para tomar las pruebas de ADN de la familia de su jefe. Estaba sumamente nervioso.Valentino se levantó de la silla giratoria luego de que el doctor terminara de realizarle la prueba y le indico que le siguiera para ingresar a la habitación oculta, Luana dormía profundamente y a pesar
—Nicolás, ¿seguirás aquí, tratando de defenderla? No tienes miedo de que él te descubra.—De que hablas.—Tic toc, tic toc — replicó Maritza—Está loca mujer, que estás hablando.—Ya llega, Nicolás. No podrás seguir escondiéndote.El corazón de Nicolás se aceleró, sus manos sudaban de manera incontrolable, tenía que salir de ahí, algo malo estaba llegando.Salió de la habitación, y se escondió detrás de una máquina dispensadora, trato de calmarse, no quería tener una crisis de pánico, era imposible, creía que ya lo había superado, pero solo de pensar en aquel hombre, su cuerpo temblaba de manera descontrolada.Sintió que una mano tocaba su espalda y dio un salto asustado.—Oye guapo, sucede algo — le p
—Hola —Contestaron del otro lado de una manera alegre.—Mamá. Junta todo lo que sea importante, estoy yendo a recogerte, no puedes quedarte más en esa casa.—¿Nico? ¿Eres tú? Que está pasando.—Si mamá, soy yo. No preguntes nada en este momento, solo has lo que dije y junta todo aquello que pueda hablar de nuestra existencia.—Si no me dices que está pasando no voy a moverme de aquí, esta es mi casa.—Mami, confía en mí, por favor. Tienes que irte de ahí. Estoy a veinte minutos de tu casa.Nico colgó la llamada.—Saca el chip del celular y rómpelo — dijo mientras giraba en una curva y trataba de mantener el control.Julieta, lo miraba asustado mientras hacía lo que Nicolás le había pedido, hizo pedazos el chip y lo tiro a la calle.Nicolás miraba por el espejo retrovisor y vio que un auto negro los seguía, no sabía si era su paranoia o era verdad lo que estaba sucediendo, cerró los ojos por un corto tiempo y los volvió a abrir, el auto estaba más cerca, al llegar a una esquina Nicolás
Las lágrimas seguían cayendo por sus mejillas, no debió enamorarse jamás, si hubiera sospechado que Manuel le había tendido una trampa, y que todo lo que le demostraba tenía una segunda intención, no hubiera accedido a ir ese día a aquella reunión.Las imágenes seguían pasando una y otra vez delante de sus ojos, no importaba si los abría o los cerraba, el recuerdo estaba ahí, y su cuerpo temblaba de impotencia.Llego a la casa de Manuel, su hermana había llegado antes, por lo que pudo suponer, el ruido de la música era muy alto, el olor a alcohol y humo inundaba sus pulmones, se sentía inquieta, buscaría a Manuel y luego se iría de la fiesta, sus entrañas le decían que algo malo pasaría.Isabela se acercó a ella y mientras le sonreía le alcanzo el primer vaso con alcohol, ella trató de negarse, ya que nunca en su vida había bebido, pero insistió tanto que termino cediendo, y después de eso llego el desastre.A pesar de que lloro y grito, de que rogó y suplico, no se detuvieron, ella t
Luana ingreso a la habitación, cerró la puerta con demasiada fuerza, se sentía molesta e indignada, ¿por qué debería quedarse ahí? Sabía que estaba haciendo un berrinche, pero la sola presencia de Valentino le incomodaba demasiado, era como si él absorbiera todo el aire de la habitación, lo cual la dejaba temblando y sin oxígeno.No era que a ella le interesara, era que él era demasiado intenso y eso le molestaba.Se sentó en el sofá de la habitación con la cara caliente por la vergüenza, se estaba comportando como una niña chiquita y a su edad eso era ridículo.Abrió su bolso y saco su celular, segundos después estaba tratando de comunicarse con Nico y luego con su madre, pero el teléfono de ambos estaba fuera de servicio, se sintió preocupada por esa situación, pero Valentino ya le había dicho que todo estaba bien y que estaban en camino.Subió sus piernas al mueble y empezó a revisar sus redes sociales, estaba aburrida, pero ni loca saldría de ahí a enfrentarse con la cara burlona