—Ya estamos en el auto. El conductor me ayudo con Luana.—Qué bueno ¿Lu, ya despertó?—No, aún no. Me está preocupando lo seguido que están volviendo las crisis.—Tu tranquila Carmen, mañana hablaré con el psiquiatra y veremos cómo proceder. Te prometo que haré todo lo que este a mi alcance para que ella se recupere.—Gracias, hijo. Voy a colgar, te aviso cuando estemos cerca de la casa.—Está bien, ¿llevo al niño? O le tengo en mi casa hasta que ella se recupere un poco más.—Mejor trae al niño, tal vez su presencia la tranquilice un poco.—Okey, me avisas entonces — finalizo Valentino mientras colgaba el teléfono.Se sentó en el mueble de la sala, mientras pensaba en todo lo que había ocurrido hasta el momento, jamás pensó que su encuentro con Luana iba a terminar de esa manera, afectando a Luana de una manera tan terrible.Se sentía angustiado, confuso y preocupado, amaba demasiado a Luana, pero todos estos sucesos se escapaban de su imaginación. De pensar que ella estuvo embarazad
Minutos después, Valentino se encontraba sentado en la sala, de manera desgarbada, como si tan solo se hubiera dejado caer en el sofá, se sentía demasiado cansado, presiono sus sienes con la yema de sus dedos, era un dolor sordo al que se estaba acostumbrando últimamente, al menos ya no era ese dolor en la boca del estómago, que se incrementaba cada que tenía un disgusto, su médico le había indicado hace algunos años que su gastritis nerviosa era producto del estrés y que si no aprendía a relajarse esa molestia se incrementaría con el tiempo.—Bueno, Carmen, creo que me debes varias explicaciones —hablo Valentino mientras la miraba sentarse frente a él.—Valentino, no considero deberte una sola explicación, si mal no recuerdo, tú ya no eres mi yerno. Te agradezco todo lo que has hecho hasta el momento por nosotras estos días, pero también te recuerdo que si no fuera por tú apareciste de nuevo en la vida de mi hija, ella no estaría desequilibrada nuevamente.—Entiendo Carmen que piense
— Bebé, ¿Cómo has estado? — pregunto al ver a Alex sentado muy cerca de valentino, tendría que ser ciego para no darse cuenta de que esos dos eran padre e hijo.—Tío Nico, buenas noches —saludo el pequeño mientras se ponía de pie y se acercaba lentamente a saludarlo de mano.Nicolás en vez de contestarle el saludo lo cargo y lo abrazo apretándolo fuertemente contra su pecho, él lo había visto desde pequeño, le había cambiado los pañales, le había dado el tetero, ese pequeño también era hijo suyo.Sacudió el cabello del pequeño alborotándolo graciosamente.—Tío bájame por favor, ya estoy grande para que me cargues de esa manera.Nicolás sonrió mostrando su dentadura perfecta, la cual le formaba unos hoyuelos en la cara que le hacía ver muy guapo, no le hizo caso al instante, pero unos minutos después lo dejo en el piso y observo a Alex caminar en dirección a Valentino y sentarse al lado de Valentino como un perfecto caballerito imitando de manera innata la postura de este.—Es su clon
—Hay que hablar con Avalos y con Julieta —dijo mientras sacaba su celular del pantalón.—Espera, déjame terminar. Ya hablé con Avalos, mañana me recibirá en su consultorio y veremos cuáles serán los pasos a seguir. Si te pediría, que llames a tu novia y le digas que venga a ver a Luana, por el costo no te preocupes, yo asumiré todo.—Cuando no el rico humillando al pobre — se quejó de manera infantil Nicolás.—Puedes mantener el profesionalismo por unos instantes más, por favor —dijo Valentino mirándolo molesto.—Está bien papá, seré un buen chico. —Sonrió Nico mientras le guiñaba el ojo.Valentino respiro hondo y continuo.—Cómo te decía, me tomaré un tiempo fuera de la empresa, Jimmy Quintanilla se hará cargo del sector administrativo de la empresa, pero me hace falta una persona responsable para hacerse cargo del sector operativo.—¿Y yo que tengo que ver con eso?—Mucho, te quedarás a cargo como mi segundo al mando.—¿Yo? Tú estás loco, ni siquiera me conoces.—Claro que sí, te he
Luana estaba sentada en su cama con la espalda pegada a la pared mientras abrazaba sus piernas contra su pecho, al escuchar el ruido de personas ingresando a su habitación levanto su mirada perdida que mostraba unos ojos rojos e hinchados llenos de lágrimas.Ni bien vio a Valentino ingresar, se levantó como un resorte y corrió a sus brazos, salto hacia él y se colgó de su cuello como una niña pequeña, enrosco sus piernas alrededor de su cintura, mientras él acariciaba su cabello y su espalda.—Tino, ¿Dónde estabas? Creí que me habías abandonado. Esa mujer que sale contigo vino a verme y dijo que estaba embarazada de ti y que tú nunca volverías conmigo. Dime que no es verdad, por favor.—No cariño, no creas nada de lo que te diga ella, ¿sí?, yo estaba abajo en la sala conversando con Nicolás.—¿Nicolás? ¿Quién es Nicolás? —pregunto la muchacha mientras desviaba su mirada hacia la puerta.Nico, levanto la mano en señal de saludo y le dirigió una sonrisa coqueta.—Hola pequeña, ¿Cómo has
—Alex, despídete de mamá, ella tiene que descansar y tú necesitas dormir, mañana es un nuevo día.—Hasta mañana mamá, ¿puedo darte un beso?—Claro que si corazón, mami te promete que hará todo para recordarte.—Gracias mami, no sabes cuánto te he extrañado, cuanto soñaba con que me recordaras y que me llamaras hijo.—Mi pequeño bebé, lo siento tanto, odio no poder recordar nada, pero estoy segura de que eres mi hijo.Ambos se abrazaron con fuerza, mientras el pequeño hombrecito dejaba caer las lágrimas que por tanto tiempo había venido conteniendo.—No llores mi amor. Mami estará contigo y no volverá a olvidarte. Te lo prometo.Ambos se quedaron abrazados por mucho tiempo, Alex estaba sentado en las piernas de su madre como siempre lo había soñado, ¿qué le depararía el destino?, no lo sabía, pero no cambiaría por nada esta noche, la noche en la que se reencontró con su querida madre.Valentino suspiro emocionado al verlos juntos, su familia estaba reunida, la mujer que más había amado
—¿Te vas a quedar? — pregunto Carmen a Nicolás mientras salían de la habitación.—Si mamá, me voy a mi habitación.—Alex se está quedando en ese dormitorio, hasta que arreglemos el cuarto de invitados.—Okey ma, no hay problema, dejémoslo ahí y me voy a dormir al mueble, tú sabes que el polvo afecta mis alergias.Valentino escuchó esa conversación y le pareció extraño, Nicolás llamando mamá a Carmen y además tenía una habitación en esa casa ¿Cómo era posible eso?¿Qué se había perdido en todos estos años? No importaba, ya lo descubriría.Luana se movió en la cama de manera inquieta, solo podía ver el bulto que formaba su cuerpo en la penumbra de la habitación, la vio tantear con su mano como si buscara algo en la cama.—¿Tino? —le escucho llamarlo. Él se acercó rápidamente a su costado y toco suavemente sus cabellos.—Dime amor, aquí estoy.—¿Por qué no te acuestas? Tengo frío.—No te preocupes cariño, solamente estaba regresando del baño. — Se acostó a su lado mientras la abrazaba co
Se metió a la ducha, necesitaba un baño refrescante y de preferencia helado para poder refrescar su mente, habían pasado muchas cosas en tan pocos días, y tenía demasiadas cosas por resolver, las dudas invadían su mente formando un caos y dejándolo en la penumbra total.Salió de la ducha con la toalla atada a su cintura, su cabello estaba más largo de lo normal y se notaba a simple vista que había pasado un buen tiempo desde la última rasurada. Hizo una mueca de sonrisa mientras se miraba en el espejo del baño, decidió dejarse la barba, como la había tenido varios años atrás.A Luana le fascinaba su barba, al menos eso era lo que le decía cuando aún estaban juntos, después que terminaran no había dejado crecer ni su cabello ni su barba, había tratado por todos los medios posibles de esconder sus sentimientos para no herir a su esposa.Ahora ya ni sabía quién era ella, tenía tantas dudas en su cabeza y el temor de que cada una de esas dudas lo llevara a odiar a la que había sido su com