Rubén Santillano cuyo verdadero nombre es Fred, está en uno de los momentos más amargos de su vida, los hijos que vivieron con el, toda su vida, están llorando a cántaros al enterarse de la verdad que tenía escondida por tanto tiempo.

—¿Entonces Reishel si es hija tuya?...

—¡No Kathlyn por favor, tu lo eres también, yo te crié hija, tu no llevas mi apellido pero llevas mi alma, yo daría mi vida por tí, te amo hijita, y recuerda que siempre seré tu papá y te hice una mujer de provecho, no solo eres mi hija, también eres mi amiga, y tú tuviste la oportunidad de estar junto a mi, y pienso que Reishel no tuvo la suerte que tú tuviste.

Román se seca las lágrimas y con voz llorosa,habla como ahogado…

—¡Ahora entiendo papá, ahora entiendo tantas cosas!, ahora se aclara ante mí tus ahogos y tus sufrimientos, tus pesadillas…

—¡Si, ahora me lo explico todo, y porque gritabas así, cuando te enteraste que habían trasladado a…!

—¡A nuestra hermana Kathlyn ella es nuestra hermana!

Kathlyn mira a Ro