— ¡Owen, Owen despierta! - una suave caricia en su rostro lleva una descarga eléctrica por toda la espina y lo sobresalta. Abre los ojos y encuentra una preciosa mujer vestida con vaqueros ajustados con los que luce magnífica pero no logra despertar, tira de su mano haciéndola aterrizar en su pecho, su risa ataviaba los oídos del hombre y le sacó una sonrisa que ella catalogó como arrebatadora.
— ¿A dónde vas y por qué estás vestida de ese modo? - le preguntó en un tono tan autoritario que le borró la sonrisa.
— A trabajar por supuesto, hoy es lunes ¡Mi primer día! ¿sabes? - quiso contarle de su empleo.
— ¡No irás, te quedarás conmigo en el ático! - dijo como si estuviera redirigiéndose a su hija.
— ¿Qué has dicho? - Owen salió de la cama completamente desnudo y ella quedó embobada por la perfección de su cuerpo, no entendía como podía ser tan perfecto y tan... cretino.
— ¡Lo que escuchaste rubia! y
Observa atentamente la mujer que duerme entre sus sábanas, desnuda, saciada y preciosa; preguntándose por qué llama tanto su atención, ha llegado a suplicarle que esté a su lado, eso es inadmisible toma la cabeza entre las manos y piensa en su esposa.— ¡Caroll! ¿por qué me dejaste? debí haberme ido yo en tu lugar - su pecho arde de dolor, sin embargo hoy no se presenta como el hoyo que siente usualmente, se refleja como un dolor físico normal.Entra a la cama desnudo y abraza el cuerpo de la chica gimiendo por el calor que desprende y lo embriagante de su aroma, le fascina esta mujer, lo tiene atrapado y teme confesarlo porque quedaría expuesto y vulnerable ante ella, no puede dejarse dominar por sus emociones y menos aun permitirle a una chica que lo maneje a su antojo porque como dijo en alguna ocasión: las mujeres buenas se acabaron
— ¡Maldita sea! - Owen Black grita malhumorado al no recibir contestación de parte de cierta mujer testaruda, desobediente y a la cual ya le permitió dos largos días de espacio.— Owen es impresionante el nivel que tienes para ignorar a la gente a tu alrededor, hermanito - protesta un Andrew molesto ya que el Magnate se encuentra absorto en su teléfono nuevo.Observa detenidamente el rostro de su hermano el cual tiene una expresión de enojo que no le importa ni un poco ya que él tiene otras ocupaciones, y localizar a esa mujer es prioridad en su vida en este momento. Su piel arde en llamas, las manos le pican por darle unos azotes y las ganas de atarla a la pata de la cama para que no escape o se esconda, están torturándolo en este preciso momento. Esa es la razón por la cual, en este momento la prensa, google y todos los blogs y páginas amarillistas le i
Imponente, elegante, seductor, pero peligroso... eso es Owen Black.La chica da un paso atrás; tropieza, siente que cae y cierra los ojos para esperar el golpe que no llega, unos fuertes brazos la sostienen y un aroma amaderado le indican que es salvada por el personaje que no la ha dejado hablar por telefono en todo el día.— ¡Te tengo! - sus ojos oscuros escudriñan el rostro femenino buscando algún rastro de miedo o incomodidad — ¿Podemos hablar? - pregunta aún con ella en brazos.— ¿Si digo que no, me dejará caer? - esa pregunta lo hace sonreír y niega con la cabeza, Elena asiente — Puede que mis piernas sufran con esta posición porque la sangre no fluye normal ¿sabe? - asiente absorto en esos pozos color esmeralda que lo observan curiosos. Mueve su pequeña mano frente a su rostro perplejo.
XXVIII.—¡Pero solo si lo deseas por supuesto! - comenta Owen en voz casi susurradaElena se gira por completo hacia él con el seño fruncido y con una interrogante clara en el rostro. Él sonríe el asombro de la chica y le hace un guiño, sabe como manejarla y hacer que lo anhele como si fuese un dios ¿entonces, cómo es capáz esa chica de orillarlo a ser tan visceral?— ¿Es-es en serio? ¿me pide que sea su novia? - asiente con esa sonrisa que desarma todas las mujeres. Conoce perfectamente el efecto que causa en ellas y no duda en usarlo.— ¡Si Elena, te estoy pidiendo que seas mi novia, solo mía!— ¿Sólo tuya? ¿y de quien mas podría serlo?Owen sonríe de manera lobuna y abraza el voluptuoso c
XXIX.—¿Pero qué mierda es esta Owen? ¡Te acusan, por Dios... de acosador!El grito de Kevin se escucha por toda la sala de juntas del Consorcio BlackSport &Corporations, él junto a Harold, Mark, Serguey e incluso Irina, son accionista. Las fotografías pasan una a una por la gran televisión tipo Smart ubicada frente a la mesa de reuniones. Los presentes observan boquiabiertos la información que llevan las imágenes, un video llama la atención donde aparece claramente la afirmación de que el Magnate no lleva una relación con la chica sino que la acosa por las calles de Jackson Heights, el Ruso gruñe con su voz de trueno, sabe perfectamente que es mentira todo lo que afirman, ha visto a su amigo llegar destruido al ático de las chicas pidiendo una oportunidad a Elena, sabe que Owen no es de muy buen humor y aparte es muy orgullos
— ¡Esto es lo último Elena Valentina! ya no le aguanto una más al "papanatas-mentecato de tu-tu, mierda no se ni como llamarlo" - grita Yolanda de la Cruz en un perfecto español que nada más entienden Elena y Albert quien se carcajea ante los insultos propinados al Magnate de parte de la morena.— ¡Yolanda, sin insultos por favor! - regaña la rubia en voz baja.— ¿Y que quieres que haga? ¿sentarme a ver televisión? ¡no puedo mientras esa mierda seca te hace la vida cuadritos! ¿viste que estás por todas partes? ¡Elena reacciona por Dios! - vocifera la belleza latina con el rostro colorado y los ojos llenos de lágrimas frente a un público amedrentado tanto por sus gritos como por sus verdades ahora dichas en un inglés latino que a los chicos les parece muy sexy.— ¡Cálmate
— ¿Qué coño dices? - grita un Owen furioso a través del auricular del teléfono — ¡No me vengas con esa mierda, no pudo esfumarse! - reclama conteniendo su furia — ¡Rolland, nadie se pierde en un maldito ascensor, búsquenla o considérense despedidos! - lanza el tercer celular contra la pared haciéndose añicos.— ¡Owen cálmate por favor! - aconseja Kevin — Ya están buscándola - el Magnate toma su chaqueta y se dispone a salir de la oficina — ¿A dónde vas Owen? ¡no puedes salir, vuelve acá! - pero no lo escucha y sale de la oficina a toda prisa.Baja por el mismo ascensor y se dirige a la puerta del estacionamiento, pero lo intercepta un guardia deteniéndolo.— ¡Lo siento Sr. Black, no puedo permitirle la salida del edificio! - mira al sujeto con fastidio y trata de esquivarlo, se acerca otro y el Magnate cierra los ojos porque sabe que va a cometer un error.Toma la mano del primer sujeto que viene con ella arriba y la tu
Elena mira a Owen con tristeza y miedo dentro del Audi estilo Limusina, se siente agraviada y nerviosa por lo que acaba de pasarle, sin embargo no da crédito a lo que ve; él esté tan calmado mientras dicta órdenes a gritos por teléfono - relativamente por supuesto - a sus hombres de seguridad. No puede creer lo que le acaba de pasar, Stefan prácticamente la secuestró, jamás pensaría que fuese capaz de hacerlo y menos que el Magnate la rescatara con pistolas y demás, tal como un caballero ... negro.— ¿Como te sientes Elena? - un dejo de mal humor implícito no le pasa desapercibido en la pregunta, ella se encoge de hombros.— ¡Asustada, creo! - sus ojos se humedecieron.— ¿Te lastimó, te toco? - niega con la cabeza y observa como su cabello dorado se agita con el movimiento — Cuéntame que sucedió por favor - cierra los ojos y las lágrimas se desbordan viajando por sus mejillas, Owen se debate entre gritar, patalear o abrazar a Elena.