El cordero estaba tan tierno que se les deshacía en la boca, era un verdadero manjar y la combinación entre las patatas horneadas con cheddar y las judías verdes salteadas en aceite de oliva le daban la elegancia necesaria como para que fuese un plato a la altura de un restaurante de lujo en casa. El Pinot Noir hacía juego con la noche y el menú, sin embargo Owen Black apenas si había tocado su plato. La preocupación por su chica le había quitado por completo el apetito y la posibilidad de que estuviese en peligro le nublaba el entendimiento. Era imposible pasar bocado.
— ¿Entonces eras parte del Ejército Rojo? – interroga Kevin y el Ruso asiente con un dejo de tristeza.
— ¿Pero es más que eso, cierto? – señala Marck —. Hay oscuridad y dolor detrás de todo eso – asiente —, entonce
—¿En serio Elena, un embarazo? – asiente cerrando los ojos — ¿e ibas a decírmelo cuando? – la rubia suspira cansada de la situación.—Hoy, en este momento, antes de que Yolanda lo escupiera – bufa enojado.—¡Deberías depurar tus amistades! – ella niega incrédula.—¿A que te refieres? – acerca su rostro al de él —. Ella es mi mejor y quizás única amiga, hemos estado juntas desde... – se detuvo al pensar en su desgracia — desde siempre – culmina.—No me interesa, es una metiche – escupe con rabia y ella sonríe con ternura.—Ella solo quiere cuidarme Owen, no lo hace de “mala clase”...—Pues no me importa El
Owen Black no puede creer lo que ven sus ojos al encontrar a Elena dormida en la cama de la habitación que se la ha asignado en la Cabaña del Ruso. Contempla su rostro desenfadado y placenteramente dormido, descansando tras una mañana de locura por la afrenta entre la loca de su amiga y él, hace una mueca de disgusto al recordarlo ya que no soporta esa chica desagradable y grosera además de metiche. Tiene que hacerla su esposa, Elena es en realidad – y aunque no lo crea – todo lo que necesita y espera de una mujer ya que poco a poco le ha ayudado sin que lo sepa a superar, no sus conflictos internos ya que continúa siendo un patán por lo que ve, pero sí los dolores de las pérdidas que, aunque siempre estarán en su corazón... es consciente de que debe pasar página. Nadie sabe hasta ahora que se encuentra locamente enamorado de ella, tal vez lo intuyan, pero no con exactitud. Ni siquiera &e
—¡Hay que ir a ver si está bien! – Summer pone los ojos en blanco tratando de no reírse —. A lo mejor ya la mató por lo del embarazo y la va a ocultar bajo la cama o en el armario – corre hacia el pasillo y Serguey la detiene.—Morena mía, cálmate por favor – besa el nacimiento de su cabello con ternura.—¿Qué me calme? Ese hombre es un Pedro Pica piedra atractivo y millonario amor, puede lastimarla – el ruso sonríe negando con la cabeza.—¡Owen la ama cariño! – la chica ríe a carcajadas.—Ese hombre solo se quiere a sí mismo y a su dinero Serguey – deshace el abrazo apartándose de él —, dudo que sepa el concepto de delicadeza e incluso... amor – se cruza de brazos enojada.
Tres meses después...—¿El jurado ya posee el veredicto? – pregunta el Juez Dimitri Santos.—Sí su Señoría – la persona se dirige hacia el estrado para entregar al Sr. Juez un documento en el cual se lee el veredicto. El Juez asiente luego de leer y hace entrega del documento.—Puede leer el dictamen – todos se encuentran atentos —el acusado por favor ponerse de pie –Elena siente náuseas y se encuentra incomoda, Owen parece de acero, no tiene expresión alguna en su rostro.—El jurado declara al Sr. Owen Black inocente de los siguientes cargos: homicidio en primer grado, acoso y vigilancia no autorizada. Sin embargo se encuentra culpable de los cargos de violencia y agresión contra un oficial y conducir bajo ebriedad –
La vida le sonreía a Valentina Riggs el cual era su nombre artístico.Tenía todo lo que deseaba: una carrera en ascenso que era con lo que había soñado siempre, el tratamiento de su madre al día, un novio millonario al que amaba y que él la amaba a ella con locura. Todo esto en menos de tres años, no podía creer que fuese tan afortunada y aunque Stefan MontBlanc no le había propuesto matrimonio aun, estaba segura de que lo haría. Hoy se citaron en una cafetería para verse y planear el fin de semana para estar juntos antes que comenzara su gira promocional.— ¿Quién soy? - pregunta Stefan tapando los ojos de Elena Valentina en un acto de amor puro.— ¡Pues veamos... ya sé. El amor de mi vida! - él retiró las manos de sus ojos y ella se levantó girando elegantemente para abrazarlo y besarse dulcemente.— ¿Llevas mucho tiempo esperando amor? - negó dándole un pico rápido.— No en realidad porque pasé a
Manhattan es una verdadera selva de cemento en la cual sobreviven los alfas, eso es lo que representa exactamente Owen Black. Una ferocidad inhumana ante la posibilidad de sacar de su paso a cualquiera que le haga estorbo frente a una negociación. Una bestia que destrozaría a cualquiera que se atraviese en su camino en el momento que haya dinero de por medio.–Señor Black, la señorita Summer lo solicita por la línea tres – su rostro cambio de concentración a fastidio en ese instante.–¡Dile que estoy ocupado en una reunión – respondió a su asistente sin dejar de mirar el trabajo en el ordenador.–¡Entendido Sr. Black! – el chico se fue a hacer su trabajo y su jefe continuó trabajando en su oficina sin almorzar o tomar algún descanso.El Consorcio Blacksport&Corporations, erigido y dirigido por el CEO Owen Black hijo, el cual consta de una serie de microempresas dedic
Queens (barrio Corona)Una hermosa mujer de tez blanca y ojos verde mar reside a causa de un dolor abdominal seguido de una serie de vómitos incontrolables en el Queens Hospital Center bajo el diagnostico de apendicitis.—¡Buenas, doctor! ¿Valentina Riggs se encuentra recluida acá? – el doctor se acercó a la morena de cuerpo curvilíneo y asintió impresionado con la belleza de la chica.—¡Buenas Srta.! Venga conmigo para preguntar en el servicio de información – la morena afirmó con ojos llorosos.—¡Muchas gracias Dr. …—Ivanov Srta. Serguei Ivanov. Perdone ¿su nombre es…—Yolanda de la Cruz Ochoa Vargas Dr. , solo para servirle a usted – anunció coqueta dejando al médico prendado de su hermoso cuerpo y su desparpajo.Serguei Ivanov, un prestigioso médico cirujano: filántropo, altruista, generoso
La madrugaba amenazaba con asfixiarlo, los recuerdos se agolpaban en su mente de manera dolorosa y profunda quemando su pecho como si de una brasa ardiente se tratara.—¡¿Por qué demonios no cesa el dolor?! - gritaba con el llanto ahogándolo en su garganta — ¡¿Por qué no fuí yo?! ¡¿Por qué no morí yo en lugar de ellos?! - lloraba desolado y angustiadamente.La pérdida de sus seres queridos había dejado el mayor vacío que puede manejar un hombre en su vida. Observó el vaso roto y tentado a tomar los pedazos pero, dirigió la vista a la botella de whisky medio vacía tomándola por el cuello y estrellándola contra el suelo, con toda la intención de lastimarse sin embargo, no podía pensar en suicidarse ya que tenía la responsabilidad de vivir porque se lo había prometido a su hermana frente a las tumbas de su familia.— ¡Maldita sea! - gritaba desesperado y exhausto a causa del licor, quedaba dormido. Siempre era igual, siempre de esa man