Capítulo 36.
—No tienes ni que pedírmelo —tomó sus labios desesperado. Cuantas veces soñó con tenerla así nuevamente, con su sabor y olor —. Te necesito —expresó sobre sobre su boca, mientras sus manos le quitaban la bata de baño.

—Y yo a ti… —contestó abstraída en sus caricias —pero estas herido.

—Esto no va a detenerme pequitas —sonrió con sensualidad.

Lamia su cuello como si fuera un helado, su lengua subía despacio desde la clavícula hasta la oreja. Al sentir su sabor toda su piel se erizó y su deseo se elevó a niveles inimaginables. Ella tenía todo lo que buscaba en una mujer.

Para Renata la manera en que Miguel la tomaba, el olor de su piel y el sabor de sus labios no podía siquiera describirlo. Es que sabía tan bien… a dulce, a una clase de néctar especial diseñado solo para ella. Sin poder dejar de besarlo le quitaba su camisa. Trato de controlarse para no lastimarlo. Parecía que ninguno de los dos quisiese respirar, pues no separaban sus bocas, estaban tan necesitados el uno del otro
Bre89

Canción de capítulo: Hozier - Movement

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