Hacía tanto que no celebraba mi cumpleaños que, al ver la sala llena de regalos y el pastel de dos pisos en el centro, mi primera reacción no fue de alegría, sino de extrañeza.

¿Hoy es mi cumpleaños? No lo creo...

Confundida, instintivamente busqué mi celular.

—¿Qué sucede? ¿No estás contenta? —Tiago notó mi reacción, su sonrisa se desvaneció un poco.

Me alarmé y rápidamente me acerqué, forzando una sonrisa radiante:

—No, no es eso. Es que estoy tan sorprendida que no sé cómo reaccionar. Señor Rivera, usted es el primero en celebrar mi cumpleaños. Estoy realmente, realmente feliz.

Mis verdaderos sentimientos no importaban. Lo importante era no arruinar el humor de mi patrocinador.

Yo era la protagonista de esta fiesta de cumpleaños, pero Tiago era el director.

Una actriz solo tiene que seguir el guion según las instrucciones del director.

Tiago me había preparado muchos regalos, incluyendo artículos de lujo costosos, un auto deportivo e incluso una propiedad, resolviendo perfectamente