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Capítulo 02: Solo tú puedes destruir a ese hombre.

Victoria empujó con fuerza al hombre, tomando distancia de él. 

—¡No me toques!, ¡Yo no lo conozco a usted y tampoco tengo hermanos! ¡Está loco! —gritaba ella alterada. 

Él sonriente, la tomó del brazo y a la fuerza la llevaba hasta el lujoso vehículo oscuro. 

—Tranquila hermanita, yo te explicaré todo. Ahora, solo tienes que venir conmigo. 

El hombre ingresó con ella al interior del auto y pidió a su chófer comenzar a conducir.

Victoria forcejeo intentando soltarse y abrir la puerta del auto, pero le fue imposible al ser retenida por los fuertes brazos de ese hombre joven que decía ser su hermano. 

…..

Media hora después. 

¡Una enorme y lujosa mansión estaba frente a ella! 

Victoria JAMÁS en su vida, había visto una mansión si no era en televisión u otro medio simple. 

Ella quedó boquiabierta al ver a los alrededores la glamurosa decoración y comenzó a tener miedo a lo desconocido. 

—Está bien hermanita, este también será tu hogar~ —sonrió el hombre ingresando con ella a la mansión. 

Minutos después, ambos habían llegado a la sala principal, ahí en un sofá individual, estaba sentada una mujer de 46 años. 

Doña Merry Evans, quien clavó su mirada verde en Victoria, viéndola de la cabeza a los pies y viceversa. 

—Sí, definitivamente tú eres Victoria Roberts —comentó la mujer segura de sus palabras. 

Merry se levantó del asiento y se acercó a Victoria ofreciendo su mano en un saludo. 

—Es un placer tenerte aquí Victoria; tú eres la hija mayor de la prestigiosa familia Evans; dueños de una compañía de renombre en la exportación e importación internacional. 

Victoria abrió sus ojos de par en par creyendo que estaban bromeando con ella. 

¡Simplemente no podía creerlo!

"¿La hija mayor de una poderosa familia?, No, esto tiene que ser una mala broma" 

Pensaba Victoria siendo guiada por el hombre que la encontró frente a su panadería. 

Él la guío hasta un sofá y seguidamente se presentó ante ella: 

—Mi nombre es Edward Evans, tengo 21 y soy tu hermano menor por parte de nuestro padre.  

—¿Eh? Edward…

—Yo soy Merry Evans, tu madrastra y esposa del CEO Víctor Evans, tu padre. 

Victoria parpadeó varias veces al escuchar el nombre de ese CEO. 

"Víctor… Mi… Papá, así que… ¿Por eso me nombraron, Victoria?" 

—¿Dónde está mi supuesto padre? —preguntó ella de inmediato ante su curiosidad. 

—Lamento tener que decírtelo; mi marido lleva seis meses en coma, él tuvo un grave accidente en Canadá durante un viaje de negocios —le informaba la madrastra de Victoria. 

La mujer de hermosos ojos grises llevó su mano a la boca sorprendida. 

—El motivo por el que te traemos aquí, es que… Tú eres la heredera de mi marido; él especificó que en caso de que algo grave le suceda, tú serías la que ocupe su lugar. Sin embargo, no puedes tomar posesión, hasta que te cases. 

—¡Lo siento, no puedo! —exclamó Victoria asustada— No puedo heredar una compañía de esa magnitud, no quiero las acciones y mucho menos dirigirla —Victoria en ese momento se puso de pie para irse. 

Edward Evans la detuvo del brazo impidiendo que se marche. 

—¡Déjame ir!, ¡Yo no los conozco a ustedes y tampoco tengo motivos para actuar! —gritó Victoria alterada. 

—¡Oh, estamos arruinados! —exclamó doña Merry a grandes voces. 

Victoria se sorprendió viendo a su madrastra comenzar a llorar y su medio hermano soltarla e ir rápidamente a ayudarla a sentarse. 

—¿Arruinados? —preguntó Virginia confundida—, Pero, son millonarios, como-

—¡Solo tú nos podías salvar de la ruina!, El siguiente accionista mayoritario es el ex esposo de mi hija… mi pobre Stefanny, ella que era tu media hermana, falleció de un violento cáncer… ¡La extraño tanto! 

"¿Falleció?, Así que, tengo una hermana que murió de cáncer…" 

Pensó Victoria cabizbaja. 

"Me hubiese gustado conocerla…" 

—Pero si el esposo de ella es el siguiente accionista, ¿por qué no confían en él? 

—¡Imposible! —exclamó doña Merry levantándose nuevamente de su asiento y acercándose hacia la protagonista, con lágrimas en su rostro—, ¡Ese hombre es más malo que el diablo! ¡Es ambicioso, cruel y estafador!, Todas las acciones que él posee eran de ella y se las robó antes de que muriera… 

Victoria estaba horrorizada ante lo que escuchaba. 

—Ellos tuvieron una hija, Elizabeth, actualmente tiene seis años y hace dos años atrás cuando Stefanny comenzó la quimioterapia, dejamos de verla. No sabemos nada de la niña desde entonces —decía Edward con seriedad. 

—¡No solo eso! —decía Merry apoyando sus manos en los hombros de Victoria y viéndola fijamente a los ojos—, él es el culpable de que tu padre, esté en coma. 

¡Victoria estaba en shock! 

No podía creer como una persona tan despiadada pudiera existir. 

Robar acciones que no eran suyas a una mujer enferma de cáncer terminal, quitarle el derecho a una familia de ver a la niña, causar el coma de un hombre, todo simplemente por ambición. 

Victoria comenzó a llorar sintiendo pena por la familia Evans.

••••••••••

Seguidamente, doña Merry y Edward la llevaron a la habitación donde estaba descansando en coma, el CEO Víctor Evans. 

Cuando la mujer de cabello largo oscuro ingresó, se sorprendió en gran manera. 

Ese hombre pálido postrado en cama, era su padre biológico, su papá, ese del que nunca supo nada y tampoco tuvo a nadie quien le contara al respecto ya que fue abandonada por su madre. 

Ella se acercó a la cama y comenzó a llorar viendo la situación en la que se encontraba. 

No parecía ser un hombre tan mayor como creyó. 

Quería verlo despierto. 

Hablar con él, exigirle una explicación, un por qué. 

¡Tenía el derecho! ¡Necesitaba respuestas! 

Unas que solo ese CEO podría darle. 

—Victoria, ayúdanos a tomar venganza. Ayúdanos a destruir al maldito CEO Jackson Mitchell —pidió seriamente doña Merry—. Tenemos una manera de hacerlo, un plan que NO va a fallar, pero solo tú puedes llevarlo acabo. 

Victoria veía con sorpresa a su madrastra, mientras a su vez, secaba sus lágrimas y se alejaba de la cama en la que estaba su padre. 

—No se si pueda… Yo solo soy-

—¡A cambio! —la interrumpió doña Merry— salvaremos tu panadería y la haremos un digno y hermoso negocio, pagaremos tus deudas y sé que tus abuelos maternos necesitan ayuda y atención y se las proporcionaré. Hazlo por tu negocio, abuelos y tu padre que te amaba tanto que te dejó como su heredera.  

"¿Salvar mi negocio? Pagar mis deudas, por mis abuelitos y mi padre…"

"Así que ellos ya me habían investigado, ya… Ya conocían todo de mí" 

"Me hiere saber que solo hasta ahora que me necesitaban me buscan"

"Pero… no es algo a lo que pueda negarme con tales beneficios y yo… Prácticamente en la calle" 

—Acepto, lo haré —confirmó Victoria ante su madrastra y medio hermano.

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