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Una semana después.

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En el lujoso bar de un club exclusivo para gente adinerada.

El CEO Jackson Mitchell se encontraba tomando unas copas en compañía de su mejor amigo y dueño del club, Andrés Adams.

—¿Entonces no has salido con nadie? — preguntó Andrés a su amigo, posando sus ojos celestes en en él.

—No —respondió tajante, Jackson Mitchell.

—¡Hombre, ha pasado más de un año desde su muerte! —exclamó Andrés frunciendo el ceño—, ¡Nadie va a decir nada malo de ti si comienzas a salir con otras! Sin mencionar que una mujer como ella no es digna para nada...

"¿Un año? Qué rápido…"

Jackson clavó su mirada azul en la copa de whisky que sostenía en su mano derecha.

—Es hora de terminar, te voy a demostrar en esta fiesta~ —sonrió Jackson altivo.

Andrés no pudo evitar reírse un poco, para terminar su trago de una vez y colocar en la mesa la copa.

—¡Perfecto! Entonces, ¿Qué te parece esa de la izquierda?, La hermosa mujer de cabello oscuro largo, te ha estado viendo desde hace unos quince minutos más o menos jaja~ tiene buena figura y luce desesperada, yo me la llevaría a la cama, pero ya tengo una cita, ¿Será que puedas con ella?

Jackson volvió a ver disimuladamente a la mujer en cuestión y seguidamente a su amigo.

El CEO Mitchell sonrió.

—No está tan mal, aunque no es mi tipo, prefiero rubias~

—¡Ja! ¡Eso es una excusa hermano!, Hagámoslo más interesante, te daré el nuevo Cadillac que compré en la última subasta si lo consigues~ —reía Andrés comenzando una apuesta.

—No me interesa tu auto, quédate con el. Sin embargo, ¿Recuerdas la pintura que te obsequiaron en tu último cumpleaños?, La quiero para actualizar mi colección de esa artista.

Andrés cambió su sonrisa a una expresión más seria.

—¡Hecho!, Pero si fracasas, tendrás que darme tu penthouse en el nuevo edificio de los Paradise Gold~ —rió malicioso Andrés.

—De acuerdo, ¡Ahora sí vale la pena! —exclamó Jackson levantándose de su asiento y acercándose a la bella mujer.

……

Ahí a solo unos metros de distancia, se encontraba Victoria Roberts terminando su martini y planeando como se podría acercar a su objetivo.

"Parece un hombre bastante difícil… Muy serio"

"Además está charlando con alguien más, ¿será un amigo?, sería de mala educación interrumpirlos"

Pensaba la bella mujer de ojos grises sin apartar la mirada de su objetivo.

Fue entonces que Victoria se percató que ese hombre se puso de pie y comenzó a dirigirse hacia ella.

"¡Oh mi Dios! ¡Él viene primero!"

Pensó ella nerviosa.

"¿Fuí muy obvia? ¿Llamé su atención?"

"¡¿Qué hago?!"

"¡¿Qué le digo?!"

"¡¿Cómo luzco, me veré bien?!"

"Hace mucho no ligo con nadie, si no llamo su atención todo se irá a la basura"

Finalmente él se detuvo frente a ella hablándole sin rodeos:

—He apostado con un amigo a que no sería capaz de iniciar una charla con la mujer más bella de la fiesta~ ¿serías mi cómplice?

—Si lo pones de esa manera, no podría negarme~ —sonrió Victoria en tono coqueto— pero, tendrás que complacer todos mis caprichos de esta noche~

—Será todo un placer~ —contestó Jackson sentándose a su lado.

Después de una charla casual y varios tragos, Victoria que se había presentado como "Viky Roberts", no desperdició ni un momento y acercando sus labios a los del CEO Mitchell…

Le robó un beso.

Jackson, no esperaba que esa mujer fuera tan atrevida, no estaba acostumbrado a una chica descarada, sin embargo, eso le gustó y correspondió el beso de Victoria.

El fuerte sonido de la música pareció desvanecerse, mientras Jackson se deleitaba en los labios de esa hermosa mujer, sin importarle absolutamente nada.

Por otro lado, Victoria concentrada en su deber, sacaba de su bolsa de mano una pequeña pastilla efervescente que echó en el trago de Jackson sin que él se percatara.

—Me gusta mucho esa canción~ — susurró Victoria alejando sus labios de los de Jackson— ¿Te gustaría bailar?

—No preguntes, hoy hago todo lo que tú desees~ —sonrió él poniéndose de pie y tomando de la mano a Victoria, que antes de irse sostuvo su copa.

—Un último trago~ será más divertido, anda toma conmigo~ —sonrió ella seductora invitándole a terminar las bebidas.

Jackson sin darle mayor importancia, lo hizo.

…..

Jackson y Victoria comenzaron a bailar al compás de la música, luciendo sus movimientos, hasta que él se detuvo, comenzando a sentirse mareado.

Al notar que Jackson comenzaba a experimentar los efectos de la sustancia que le dió, Victoria acercó sus labios al oído de él:

—¿Qué te parece si vamos a una habitación más privada y continuamos la diversión? —preguntó ella en un tono coqueto.

"Es solo una desconocida que no volveré a ver jamás"

"No pasará nada si usamos preservativos"

Pensó Jackson al escuchar la invitación de esa atrevida mujer.

Él sonrió y sacó a Victoria del bar, yendo junto a ella a la zona vip donde se ubicaban las habitaciones.

Jackson abrió la puerta e ingresó al cuarto y apenas la puerta se cerró, le acorraló contra la pared comenzando a saborear sus carnosos labios una vez más, mientras sus traviesas manos recorrían el cuerpo de Victoria y la despojaban de sus prendas una tras otra con increíble rapidez.

Victoria quien al inicio reaccionó sorprendida por el deseo de implacable de ese hombre, simplemente se dejó llevar.

…..

7: 40 am.

Jackson despertó esa mañana con náuseas y su cabeza adolorida.

Él volvió a ver a sus alrededores.

No había señal de esa traviesa mujer, con la que había pasado una alocada noche después de dos años que no había tenido relaciones; eso desde que su última esposa, Stefanny, había comenzado la quimioterapia.

"Es extraño, no recuerdo casi nada de lo ocurrido después de que llegamos a la cama"

Pensó él levantándose.

"Cómo sea, no tiene importancia, despues de todo, lo he disfrutado"

…..

11: 20 am.

Esa mañana en la mansión de la familia Evans, Victoria almorzaba con su madrastra Merry y su medio hermano, Edward.

—¿Lo has conseguido?, ¿Salió o no todo como lo planeamos? —preguntó doña Merry expectante.

Victoria asintió de inmediato.

—Sí, él estaba completamente bajo los efectos de la pastilla, por lo que no recordará detalles —comentó Victoria con total tranquilidad—, no estará seguro si se cuidó o no, así que podremos proceder con la otra parte del plan.

—Me alegra escucharlo~ —sonrió maliciosa doña Merry— quédate aquí hasta tarde, hay un invitado importante al que tienes que conocer.

—Está bien —accedió Victoria.