—Eso es entendible. Tendremos que acercarnos más al lugar, así te será más sencillo— sonrió despeinando a la menor. Sin más ella agitó su cabeza de un lado a otro indicándole al menor que no iría, acercarse a ellos, más que intentar ser descubierta por su compañero, sería casi seguro ser descubiertos, no había más partes en los que pudieran escabullirse.
La atención de Johann se posó una vez más en el maletín que ese hombre tenía, debían obtener un vistazo de él a cómo diera sitio. Las posibilidades de que algo tétrico estuviera en su interior llenaba de curiosidad a los jóvenes, aún más cuando estaban en un punto desconocido en medio de la noche.❀.°• ─ ─ ─ ─ ─ ─ ─ ─ ─ ─ •°.❀ Los señores conducían lo más rápido que las—Dadas las condiciones estoy casi que seguro de que lo es— contestó con una pequeña sonrisa. Tocando el hombro del señor comenzó a moverlo suavemente. —Disculpe, señor, disculpe— susurraba intentando despertarlo mientras Federic contenía su risa.—¿Lo piensas despertar o vas a arrullarlo aún más? No he preguntado nada, pero ya sé tu manera de despertar a tu novia— se burló quitando al chico de enfrente de él. —Te enseñaré cómo es que se despierta a una persona— sonrió mientras tomaba un poco del cabello del señor, que estaba lo suficientemente crecido a causa del tiempo que estuvo encerrado en aquella aula como para entrar en su oído.—Eres cruel ¿Lo sabías? — rene
—¿Nosotros tenemos algún tipo de amistad? — preguntó Thoma en un bajo tono de voz sin estar convencido de lo que estaba escuchando. El auto se detuvo en frente del hotel en el que los chicos se hospedaban, uno a uno descendieron del auto agradeciendo de que su visita a los edificios de Broun habían sido nada más por un día. Con una sonrisa observaba el hotel, quizá, después de tan ajetreada noche los chicos podrían gozar de un grato sueño.Mónica fue la primera en dejarse caer a la cama, estaba tan agotada que no pudo ni siquiera despedirse del resto, sino que cayó en un profundo sueño con tan solo tocar la almohada. —Parece que era en serio cuando dijo que no había logrado conciliar el sueño— susurró Thoma observando a su cuñada. —Y pensar que se ve&iac
—¿Qué hace aquí? — preguntó Adele de repente, sin siquiera dejar que aquel hombre terminara de cruzar por la puerta. Su cuerpo le obligaba a estar a la defensiva, frente al silencio del mayor, ella volvió a cuestionar —¿Qué le trajo aquí, Weber? — preguntó con desprecio.—Adele, sí que estás enorme ¿cuándo fue la última vez que te vi? — indagó el señor sin prestarle atención a las preguntas de la más joven, ignorando el cómo ella intentaba impedirle la entrada, él se abrió paso como si fuera su propia casa. —Solo vine a hacerle una propuesta ¿Tiene eso algo de malo? — cuestionó con serenidad, su rostro era inescrutable, saber qué era lo que pensaba el señor en ese momento se dificultaba,
Joel escuchó el bullicio que los mayores tenían, parecían ser expresiones muy alegres y no de preocupación como había escuchado antes, tenía miedo de que algo sucediera con su mamá y aquel hombre horrible. Tomó a Samuel del brazo y le pidió que lo acompañara a ir en busca de su mamá, quería sabe qué había sucedido.Al entrar a casa vio a más personas de las que había imaginado, unos hombres con cámaras estaban iluminando la sala y algunos señores vestidos de un color parecido a la hierba, estaban sacando al hombre horrible de la casa. Buscó con sus ojitos entre toda la multitud a Adele, que al encontrarla estaba abrazando a alguien más; el niño se acercó rápido con miedo de que ella estuviera triste y se sorprendió al ver a su padre ya en casa. Por ver a su mamá no había detallado al hombre qu
El día avanzó a pasos agigantados, a la vez lo hizo su noche. El momento en el que el juicio comenzaría estaba tan cercano que simplemente hacía falta la presencia del juez para dar inicio. Angie revolvía los papeles y los chicos en la parte de atrás susurraban acerca de lo que podría suceder en un futuro, el ambiente estaba lleno de pesadez e incertidumbre. En ese mismo día se definiría el fin que tendrían los Weber y la manera en la que pagarían su condena.—Se han escuchado rumores acerca de una visita de Broun al domicilio del juez ¿Alguien sabe sobre eso? — preguntó Thoma con una curiosa sonrisa, muchas personas hablaban de ello en la calle y ninguno daba mayor información.—Sí, de hecho, en el bufete de abogados se rumorea que Broun l
—¡Silencio! ¡Silencio en la corte! — sentenció el juez —señor Broun, su turno de hablar llegará en breve, por favor mantenga la compostura— ordenó intentando mantener la calma frente al ruido que Broun producía. —Pueden continuar— cedió observando a Angie.A pesar de que aún no se conociera el contenido de la cinta, la reacción de Broun alertó a los presentes para prestar mucha más atención. Sin duda la reacción que tuvo el señor indicaba que algo extremadamente importante se había dado paso en ese lugar, el video continuó reproduciéndose revelando el rostro de algunos de los ministros. Aquellas cintas Broun las mantenía en su oficina por si en algún momento las tuviera que usar para obligar a los ministros y demás encargados a
Ambos ya estaban de camino a la casa de los padres de Adele, Federic no dejaba de jugar con la mano de la joven mientras llegaban a su destino; Adele por su parte se encontraba observando a través de la ventana del taxi; para llegar a la casa de los señores, ellos debían cruzar la ciudad. La chica era del tipo de persona que disfrutaba un viaje tranquilo con una agradable vista, y eso era lo que exactamente le ofrecía ese trayecto.—Federic— intervino Adele sacudiendo su mano —mira ¿No es tu hermana? — preguntó señalando un poco más adelante de donde se encontraban —¿Qué hace esa muchachita aquí? — masculló la joven con demasiada preocupación posando su mirada sobre Federic que estaba atento a los movimientos de su hermana.Luego de det
El tiempo que Naomi llevaba sin respiración continuaba avanzando, los ojos de Adele no dejaban de contemplar con horror la escena. Mientras Federic luchaba contra la corriente y en sostener a su hermana, Adele se dedicaba a llamar a los servicios de emergencia, cada segundo era vital en ese instante, no podrían perder a nadie más, no importaba el costo. Luego de haberse asegurado de dar correctamente la dirección y de que el servicio de ayuda viniera en camino, la joven se acercó lo más que pudo para extenderle una mano a Federic, quien lentamente perdía las fuerzas en su cuerpo. Ambos sabían que saltar al agua para salvar a alguien sin tener conocimientos de rescate era demasiado riesgoso y podría poner en peligro la vida de ambos, sin embargo, quedarse de manos cruzadas para ellos tampoco era una opción.Ellos sentían que el ser