—No consideré que terminaríamos de esta manera— masculló Adele oídos de Angie. Ambas habían terminado en el hospital, pues sus traviesos pequeños no habían decidido cooperar. Los niños se encontraban descansando un poco y dentro de un par de minutos podrían regresar a casa.
—Si tan solo nos hubieran dicho que habían comido mucho dulce, no habríamos terminado aquí— rodó los ojos mientras llevaba su mano a la cabeza. —Quizá es por el deseo de terminar de organizar cada aspecto de los archivos y pruebas, pero necesito volver. Puede que suene como que no me interesa mi hijo, pero es que sé que está bien— sonrió frustrada.—Angie, quizá estás sobre exigiéndote con eso— respira un poco y mira el lado positivo: Los niños mantuvieron su promesa hasta el final, ¡qué lindos! &md—¿Ahora de quién podría tratarse? No esperamos a nadie— susurró Adele observando con detenimiento a la mayor, quién, al igual que la joven, se encontraba meditando en si sería o no conveniente abrir la puerta. Ninguno de los chicos se encontraba y no era común que alguien, fuera de ellos, decidiera visitar a Adele.—¿Deberíamos abrir? preguntó Angie lanzando un suspiro. La más joven, hizo señal con su mano indicándole a la mayor que esperara un momento, mientras ella sacaba un bate de béisbol, recordaba lo mucho que a ella y a su padre les gustaba jugarlo. Con pasos dudosos se acercó a la puerta principal, observando a través del orificio de la puerta, se percató de que se trataba de la madre de Federic.—Que extra
Thoma estaba avanzando con pasos lentos, debía observar cada rincón del lugar sin arriesgarse a perder de vista la salida. Las paredes se encontraban deterioradas y el suelo producía un extraño chirrido a cada paso que el joven daba. Las telarañas e insectos atrapados en ellas eran la principal decoración del sitio, Thoma se cuestionaba acerca del por qué no habían caído en cuenta de que debían traer algo con qué alumbrar.—Tanto que Johann insistió en ir juntos, y fue el primero en correr luego de recibir orden de la cuñada— suspiró negando con la cabeza.Thoma soltó un pequeño grito no varonil al haber visto una enorme figura correr en dirección a una de las habitaciones del segundo piso. —esto no fue para nada t
Todos se observaron confusos y como si hubiesen recibido una orden, los tres corrieron en la dirección que aquellos extraños sonidos les alertaba. Una expresión de asombro y confusión se manifestaron al encontrar a Mónica en una posición de defensa, además de no ceder ante aquel animal gigante que mordía con fuerza un pequeño objeto de madera que a su vez Mónica quería.—Esto no es para nada normal— susurró Thoma frunciendo el ceño, los otros dos jóvenes asintieron sin dejar de observar aquella escena.—¡Te lo diré una vez más! — se quejaba Mónica sin dejar de jalar —la humedad del lugar arruinó mi cabello, perdí mi celular y no he podido conciliar el sueño hasta ahora. Que quede claro que este no ha sido mi día en lo absoluto, y tú, pequeño animal no arruinarás mis pl
Adele intentaba serlo más cautelosa posible, si aquel hombre la veía, quién sabe qué ideas erróneas podría tener y ocasionaría más problemas para las chicas. Inventar que estaba siendo acosado por la joven chica no sería tan descabellado al juzgar por la situación en la que se encontraba la menor. Para evitar dolores de cabeza futuros y luego de asegurarse de que las fotografías habían sido de buena calidad, decidió cambiar de vía.Durante su trayecto la rubia estaba pensando sobre aquella visita al juez —¿Acaso lo estaría sobornando? — se preguntaba mientras detenía su caminar. Una parte de ella quería correr detrás de aquel hombre y la otra, sentía que lo mejor era regresar por su camino a casa. Quizá evitar problemas era lo más necesario ah
—Querida, déjame recordarte que a pesar de aquello que haya sucedido en épocas anteriores, ha quedado donde debe de estar, en el pasado— intervino con amabilidad —es difícil encontrar una manera en la que logres alejarte de Broun para siempre. Pero, en mi consideración, nadie pensaría que estás aquí conmigo— añadió mientras le daba a entender a Brittany que la estaba invitando a quedarse en su casa.❀.°• ─ ─ ─ ─ ─ ─ ─ ─ ─ ─ •°.❀En el sótano de aquel colegio abandonado, se continuaban escuchando aquellos sonidos difíciles de clasificar en alguna categoría. Los jóvenes observaban por una hendija para ver si podían encontrar a alguien o a algo que fuese el responsable de los ruidos; a pesar de que esperaron por un par de minutos, ninguno de ellos logró dar con el productor de esos sonidos.&mdash
—Eso es entendible. Tendremos que acercarnos más al lugar, así te será más sencillo— sonrió despeinando a la menor. Sin más ella agitó su cabeza de un lado a otro indicándole al menor que no iría, acercarse a ellos, más que intentar ser descubierta por su compañero, sería casi seguro ser descubiertos, no había más partes en los que pudieran escabullirse.La atención de Johann se posó una vez más en el maletín que ese hombre tenía, debían obtener un vistazo de él a cómo diera sitio. Las posibilidades de que algo tétrico estuviera en su interior llenaba de curiosidad a los jóvenes, aún más cuando estaban en un punto desconocido en medio de la noche.❀.°• ─ ─ ─ ─ ─ ─ ─ ─ ─ ─ •°.❀ Los señores conducían lo más rápido que las
—Dadas las condiciones estoy casi que seguro de que lo es— contestó con una pequeña sonrisa. Tocando el hombro del señor comenzó a moverlo suavemente. —Disculpe, señor, disculpe— susurraba intentando despertarlo mientras Federic contenía su risa.—¿Lo piensas despertar o vas a arrullarlo aún más? No he preguntado nada, pero ya sé tu manera de despertar a tu novia— se burló quitando al chico de enfrente de él. —Te enseñaré cómo es que se despierta a una persona— sonrió mientras tomaba un poco del cabello del señor, que estaba lo suficientemente crecido a causa del tiempo que estuvo encerrado en aquella aula como para entrar en su oído.—Eres cruel ¿Lo sabías? — rene
—¿Nosotros tenemos algún tipo de amistad? — preguntó Thoma en un bajo tono de voz sin estar convencido de lo que estaba escuchando. El auto se detuvo en frente del hotel en el que los chicos se hospedaban, uno a uno descendieron del auto agradeciendo de que su visita a los edificios de Broun habían sido nada más por un día. Con una sonrisa observaba el hotel, quizá, después de tan ajetreada noche los chicos podrían gozar de un grato sueño.Mónica fue la primera en dejarse caer a la cama, estaba tan agotada que no pudo ni siquiera despedirse del resto, sino que cayó en un profundo sueño con tan solo tocar la almohada. —Parece que era en serio cuando dijo que no había logrado conciliar el sueño— susurró Thoma observando a su cuñada. —Y pensar que se ve&iac