—Espera voy por mi abrigo y paraguas— respondió Adele siguiendo el juego de Federic. Se colocó de pie e hizo parecer que era cierto que iría con su mayor.
—¿De verdad me dejarás aquí?— preguntó Thoma con un gesto de desaprobación —si sales ahora, podrías resfriarte— sonrió ladino —y si te resfrías, no podrás estar tan cerca de Joel, podría enfermarse de regreso— añadió.
—Eso es ser chantajista— se quejó Adele sentándose de regreso. —Lo siento Federic, tendremos que esperar hasta que haga sol para tener nuestra cita— suspiró fingiendo lástima.
—Si mami quiere, puede ir con el tío Federic. Cuando regrese
Por otro lado, Naomi estaba decidida a poner en marcha su plan de venganza, aquella idea que su mente había concebido, estaba en su cabeza sin poder salir de ella. Parecía ser el plan perfecto, un poco cruel, pero perfecto, al fin y al cabo. Para poder ejecutarlo necesitaba que alguien se ensuciara las manos y tenía a la persona indicada para eso: Su hermano. —¡Federic! ¡Hermanito! — llamaba Naomi al otro lado de la puerta, sin embargo, nadie respondía a esta. Las llaves las había tomado la señora Weber para evitar que su hijo escapara, cuando hubiese terminado su tarea, entonces podría salir. Con lo que la señora no contaba, era que su hijo se había vuelto experto en escapar por la ventana, una información que en lo absoluto debería llegar a sus oídos. El silencio que reinaba al otro lado le hacía creer a la menor de los Weber que su hermano estaba realmente furioso con ella, así que comenzó a hacerle un par de promesas que, si Federic estuviera del t**o
— ¡Desearía poder tenerlo frente a mí y depositar cientos de golpes en su enorme y arrugada cara— expuso Adele apretando uno de sus puños! —Es increíble que aun tenga la osadía de confesar todo eso en una llamada telefónica— expuso Adele bastante frustrada.—Lo hizo porque estaba seguro de que lo eliminaría de su lista— suspiró Thoma. —Sin embargo, tu padre nos dejó una gran información para dejarlo tras una reja ¿Quién podría negarse ante semejante acusación teniendo las pruebas necesarias en tu contra? — sonrió de lado. —Tenemos trabajo que hacer, pero, tenemos la ayuda de tu padre, aunque no esté físicamente con nosotros.Thoma posó una de sus manos en el rostro de la m&aacut
Con los archivos revisados y las pruebas clasificadas, cada uno de ellos había regresado a su respectivo hogar. Adele estaba corrigiendo los documentos además de sus historias y por fin había llegado el tiempo en el que podría verlos con facilidad, sin haber ningún cambio en las contraseñas ni ningún ruido de niños que se interpusiera. Thoma estaba en el piso superior junto a su hijo preparando algo para la cena, Mónica se había encerrado en el baño para tomar una larga y desestresante ducha.—Ahora sí podremos ver de qué se trata esto— se dijo a sí misma con una curiosa sonrisa. Se sentó de una mejor manera para comenzar a leer aquellas páginas que había avanzado, ella no recordaba nada de lo que había escrito y parecía que lo leyera como por primera vez. —
Naomi había llegado al parque en el que Thoma y Adele acostumbraban a llevar la pequeño Joel, sin embargo, estaba una persona más: Mónica, ella observaba en todas las direcciones como si estuviera en busca de algo importante —ah, que tonta soy. Mi hermano se llevó a al pelinegro— lanzó un pequeño suspiro entre tanto se acercaba con disimulo, no podrá hacerlo directamente, más estaba esperando un pequeño descuido de los mayores para poder tomar a Joel consigo. —Solo será mientras terminan los juicios y los ganamos, después de eso regresarán con sus familias, si algo malo no les pasa antes— sonrió.Angie buscaba desesperada a su hijo en las tiendas, mientras que Adele y Thoma lo hacían en los parques favoritos de Samuel, Mónica se había encontrado con ellos hace poco mientras preguntaba en cada estación o almacén que se le
—¿No creen que es un poco tonto hacerlo? Digo, enviarlo a la guarida de los leones— intervino Mónica observando a su hermana. —No tenemos ninguna certeza de lo que vaya a suceder, así que podría sucederles cualquier cosa, estoy preocupada por los niños— expuso con seguridad sacudiendo su mano. Era una de las maneras que Mónica tenía para tranquilizarse, aquella chica no podía ocultar el hecho de que aquellos niños se habían vuelto muy cercanos a ella. —Esa… no es una buena manera de darme ánimo— susurró Adele tragando grueso. —Samuel está ahí y no podríamos sacarlo así nada más y Federic, no supongo que sea tan tonto como para permitir que algo malo les suceda a los niños— mascullaba para sí misma, como si tuviera que convencerse de que lo que estaba haciendo era lo correcto. —él ha estado en medio de ellos, se le hará un poco más fácil predecir cómo van a actuar. Nada más es un día, después de eso, los t
—¿Y Joel? — preguntó la menor con un hilo de voz. No podría imaginar ni siquiera que su pequeño hubiese sido llevado sin que hubiese necesidad. —¿Dónde está Joel? — cuestionó por segunda vez, sintiendo como su corazón se estremecía en medio de su pecho a causa de la carrera que había emprendido.—Joel… ¿No me dijeron que debía dejarlo con la loca esa ni el parque? — lanzó un suspiro rascando su cabeza. En ningún instante él había mantenido contacto visual sobre Adele, cosa de la que la joven no se apercibió, esto era una manera sencilla de saber cuándo Thoma le era o no sincero.—A Angie se le ocurrió un plan mejor, bueno, hay nueva información, por lo que debemos logr
La mirada de la señora reposaba de forma serena sobre el menor, quién aún absorto en sus pensamientos se limitó, luego de pensarlo un par de segundos en efectuar aquella pregunta que paseaba por su cabeza. —¿Cuántos novios ha tenido hasta ahora? — fijó su mirada en la mayor quién elevando los hombros dio a entender que no conocía aquella respuesta.—Deberías preguntarle, ya estoy más que segura que ambos terminarán juntos y te tiene la suficiente confianza como para decirlo— sonrió golpeando el hombro del rubio y añadió: —las cosas que sucedieron en un pasado, no deben importarte si no te benefician ahora, ella te ama y sus ojos parecen radiantes constelaciones cada vez que se encuentran con los tuyos. No importa quién estuvo antes que tú, lo que de veras impo
—¿Esto es una broma? — balbuceó la menor tomando el celular de la mano de su padre. El torpe de su hermano había terminado siendo mucho más tonto de lo que jamás había llegado a imaginar. Su mirada llena de frustración se posó en la salida —¡Ahora sí lo ahorco! — exclamó molesta regresando a la puerta. —¡¿Cómo es que ese cabeza hueca se atreve a hacer algo así?! Me disculpará padre, pero ese hombre no parece hijo suyo— aceleró su caminar para traer al pobre Federic delas orejas.—Detente— ordenó el mayor, negando con la cabeza —esa no es manera de actuar, estás siendo muy impulsiva muy eso no es propio de los Weber, ¿Recuerdas? Debemos ser prudentes porque muchos quieren nuestra fortuna. Debemos pensar qué es lo que haremos con ese niño, llevarlo con su madre no es una opci&o