Espero que hayan disfrutado de la historia, sigan mi cuenta de autora para seguir las siguientes.
Marília es una joven de veintitrés años, trabaja en un restaurante llamado Dulce Menú. Perdió a sus padres hace unos años y en circunstancias criminales y que la hacen cargar en su corazón un inmenso dolor y amargura. Era un día lluvioso y caminaba apresuradamente desde la parada de autobús a su lugar de trabajo, que estaba a quince minutos de allí. Un coche pasó rápidamente y terminó arrojando toda el agua de un charco sobre ella.— Pero qué hijo de p... – Ella registró aquella placa mentalmente, sabía que la posibilidad de encontrar nuevamente aquella persona era casi nula.Llegó tarde por ese percance y su ropa empapada.— ¿Otra vez retrasada Marília? – El jefe gruñó, el viejo nunca le gustó su trabajo y siempre jugó un cierto encanto, pero como se dio cuenta de que ella nunca cedería sus embestidas amorosas, prefirió perseguirla, haciendo su trabajo imposible siempre que tiene la oportunidad.— ¡Discúlpeme, señor Adalberto, como puede ver me ha cogido por sorpresa un coche y un ch
Rafaela fue hasta la casa de Marília al día siguiente, estaba consumiéndose de ganas de saber las novedades. Ellas no viven relativamente cerca, pero siempre que podía ella estaba allí para charlar.— Entonces, ¿me cuentas qué pasó? Ayer tu voz sonaba diferente y me pareció un poco tensa.— Fueron tantas cosas, mi jefe como siempre haciendo mi vida, un infierno en aquel restaurante. Creo que nunca tuve un patrón peor que él!— Si yo fuera tú ya habría renunciado a este lugar, Marília, aquel hombre no acepta que usted no lo quiere!— No puedo quedarme sin trabajo. Rafa vivo de alquiler. Además, cuando me iba a trabajar, un imbécil me dio un baño con el auto chocándose en un charco de lodo. Llegué como un perico mojado, me regañaron por la maleta sin asa y luego llegaron unos clientes.— ¿Y?— Había un tipo y una niña de unos ocho años en una mesa, fui a ser amable y me vi obligada a sentarme con ellos para complacer a la niña! El hombre era un pastel tan manipulable.— ¿Al menos era bo
MaríliaDe repente todo me quedó muy claro… un dolor de cabeza hacía que mi visión se volviera borrosa, Dios, yo estoy en la casa del guapón y eso es real. Él es un criminal, recuerdo lo que dijeron y de cómo lo llamaron Hades… ¿Será que él me matará por lo que yo oí?Deja de ser loca, no puedo entrar en ese robo y tengo que huir de esa casa antes de que me mate y se deshaga de mi cuerpo. Esa película la he visto y no quiero que encuentren mi cuerpo dentro del cubo de basura… Me levanté de la cama, fui al baño de la habitación y qué lugar hermoso y bien decorado.Tomé un largo baño, aunque tenía prisa por salir tenía que quitar el olor puro de etanol, no sé cuánto voy a tener una ducha así a mi disposición. Me lavé el pelo para estar más despierta, me vestí e iba a bajar las escaleras para salir de la casa.— ¡Parada!Me paralicé antes de bajar el primer escalón y levanté las manos como una bandida, era la mocosa hija de él.— Hola! — Me volteé con cara de tonta y ella sonrió.— ¿Qué
Rafaela esperó el día siguiente para intentar pedir disculpas a Marília, pensó que así de cabeza más fría, las dos podrían entenderse. Se sentía culpable por haberla dejado sola, sabía lo mucho que la amiga valoraba su honor y la había abandonado sola en la primera oportunidad que tuvo.Llamó a la puerta y la joven contestó todavía con el cepillo de dientes en la boca y vestida en pijama.— Por favor, discúlpame! — Me suplicó con lágrimas en los ojos.Marília se enojó al verla en su puerta tan temprano.— ¿Me disculpas? Rafaela no tienes idea de lo que hiciste. ¿Cómo puedes salir tan tranquilamente y dejarme con dos hombres en un bar?— Fui idiota, perdóname… por favor.— Sal de mi casa, por favor… preséntame tu ausencia. ¡En otro momento podemos conversar, pero no ahora!Marília cerró la puerta, aunque un día pueda disculparme por lo que hizo su amiga… había sido demasiado dejarlo así y cosas horribles podrían haber sucedido si no hubiera sido por la intervención de Vinícius.Esos ho
Marília no se preocupó por el aviso y mucho menos, tomó en serio el mensaje de Vinícius. No podía pensar en eso todo el tiempo y tener miedo de todo y de todos… eran muchas cosas en su mente y ahora tener que lidiar con el hijo insoportable del patrón, le estaba quitando el sueño. Fue a la sala, ningún programa de televisión le prestaba atención o conseguía distraerla, se quedó de un lado para otro solo intentando encontrar una salida a sus problemas.Ya se había sometido a empleos con jefes terribles para mantenerse, pero ninguno de ellos implicaba atreverse a mantener tanto acercamiento y un acoso descarado.MaríliaNo sé qué me ha pasado, busco una salida y no encuentro, tantos problemas y ahora más ese y justo en el trabajo. Tengo que concentrarme y soportar lo que está pasando, no puedo quedarme sin este trabajo y tengo que tragarme todo esto sin quejarme… Ella miró los mensajes en sus redes sociales, pero no había nada importante.Tomó un baño caliente para relajar el cuerpo y l
Marília se despertó muy temprano como siempre lo hacía, se vistió y fue directo a la parada de autobús para ir a trabajar. Fue pensando en lo que el hijo del patrón podría haber dicho, claro que su negativa no lo dejó nada feliz.Una vez allí, fue sorprendida por malas noticias.— ¡Recoge tus cosas y no vuelvas más, estás oficialmente despedida!Se quedó sin suelo, quedarse sin trabajo era terriblemente preocupante para alguien que no tenía ningún apoyo financiero. Marília apenas podía buscar otro trabajo, aquella misma mañana ella salió a buscar algo, caminó por el centro de la ciudad hasta que sus pies crearon burbujas dolorosas. Odiaba la idea de haber sido perjudicada por rechazar un coqueteo, se sintió disminuida y muy enojada con la situación.— Dios, ayúdame a encontrar algo! — Ella se recostó un momento para descansar, con el periódico del día en las manos.MaríliaRegresé a casa, no puedo dejar que me abata por eso, a pesar de que la voluntad de salir desesperada es enorme. T
Marília comenzó a trabajar en la casa de Vinícius incluso contra su voluntad, no tenía otra alternativa que ceder la imposición de aquel hombre poderoso. La rabia por tener su vida manipulada la estaba dejando ciega, no quería desquitarse con la chica y hacer un mal servicio.Arregló su bolso, se puso un suave lápiz labial en los labios y envió un mensaje a Rafaela diciendo que iba a comenzar en el trabajo y le pidió que le deseara mucha suerte: ella lo necesitaría.La joven llegó a la casa grande y la chica corrió a sus brazos… Marília tenía que mantener la sonrisa, después de todo la niña no tenía culpa de que el padre fuera tan autoritario con ella.A Yasmin le encantaba tener compañía femenina y estaba cada vez más emocionada por tener a alguien con quien hablar. En aquella mansión ella tenía mucho lujo, pero solo eso y hacía falta para ella tener una amiga, Marília quedó encantada con las cosas bellas que ella tenía y su material escolar muy probablemente costaba el valor de un m
MaríliaMe desperté y me di una ducha para ir al trabajo, espero que Vinícius ya se haya ido de casa para que no me vea llegar y descargue todo su estrés en mí. Creo que debería cambiar de trabajo conmigo por un día y con derecho a un patrón tan exigente y mandón como él.Me subí al autobús sin mucha emoción y llegué a la casa grande, así que una de las empleadas abrió la puerta para mí su cara… Fue lo primero que vi y no parecía muy contento de verme. ¡Yo tampoco estaba dispuesta a dar ninguna excusa, simplemente fui a mi casa porque me dio la gana!— ¿Por qué no hiciste lo que te dije? ¿Era tan difícil pasar la noche aquí?Actuaba como si fuera la cosa más simple del mundo, querer manipularme de esa forma.— Yo… yo… yo…— ¡No quiero oír tu voz, solo trata de hacer tu trabajo y nunca más te atrevas a desafiar mis órdenes!Él siempre desquita las frustraciones en mí y por lo visto él estaba muy descontento con alguna otra cosa, intransigente y mandón. ¡Tiene suerte de haber nacido gua