Normalmente no soy así, no soy como le hice ver a Amir al alejarlo de mí, hay algo en mí que me preocupa a tal punto que decidí ser la mala de la historia para convertirme en la más fuerte y débil a la vez. Nunca nadie dijo que amar fuera fácil, nada lo es, nada parece lo que es a la hora de querer a ese ser tan intensamente y solo mi corazón y yo saben la verdadera razón por la que quise poner distancia.
—¿Qué está pasando aquí?
—Padre me mandó a recoger unas cosas, pero no sabía que te íbamos a encontrar.
Amir alzó las cejas y sopló mientras siguió sin mirarme.
—Si no os importa entrar conmigo para ver de qué se trata, ya que padre está muy raro.
Amir se lo pensó, pero luego entró y lo seguí para luego sentir los pasos de Sarah a mis espaldas.
Desconf&iacut
AmirPor muy mal que me sentó esta distancia que puso entre nosotros, sabía que Lauren lo hacía por algo más, noté como si me estuviera ocultando algo y mi mente imaginó que había cambiado sus sentimientos por mí después de estar con Iván, que pensamiento tan descabellado.—Y tan fácil que era decírmelo, siempre lo complicas todo cuando te repetí una y otra vez que no me ocultaras nada que somos un matrimonio fuerte y podríamos con todo, pero nuevamente optaste por la vía más fácil.—No me puedes cambiar, así soy, me importas tanto que prefiero sacrificar lo que tenemos, a ver tu sufrimiento.
LaurenEsa manera de quererlo ha sido singular, esa manera de ocupar un lugar en mi corazón casi nadie tuvo esa oportunidad excepto Amir Al Malik, como dijo una vez mi querido y gran amigo Carlos donde haya un árabe que los demás se aparte y ahora entendí esa estúpida frase sin sentido, la cual ahora la siento con mucho sentido para mí y la experiencia que viví con mi árabe.Con Amir aprendí a reír y a secarme las lágrimas, aprendí a no decir un hasta siempre sino un hasta luego, lo intentó todo y al final nuestro amor salió ganando las batallas que el destino nos puso en el camino. Hoy puedo decir que yo, Lauren Evans esposa de Amir Al Malik soy la persona más afortunada que puede existir, soy una mujer llena de her
AmirTodos tuvimos a alguien que nos hizo pedazos, todos sufrimos de alguna manera u otra por alguien que no merecía nada de nosotros y acabó por merecer todo lo que somos, todos conocemos ese dolor que inicia desde la garganta y se propaga hasta el pecho cuando no vemos a esa persona que amamos, y terminamos por darlo todo sin esperar nada a cambio.Por muchos golpes que nos demos contra el suelo, siempre levántate, lucha con amor y enojo, con deseo y anhelo, pero siempre lucha si es la persona correcta.Yo soy valiente, pero también soy débil y me siento orgulloso de decirlo, me siento débil si no la veo, si no estaba a mi lado, pero a esa debilidad le agarró la valentía y la busco aunque me dejé la vida.Verla reír y feliz junto a nuestra familia es la fotografía más hermosa que podría grabar en mi memoria, su rostro irradiaba emociones que eriza
LaurenTenía claro que la forma en la que iba a anunciar a Amir la llegada de nuestras hijas tendría que ser especial, ya que cuando se enteró de mi embarazo no estábamos pasando por un buen momento así que en medio de la noche, mientras sentía las primeras contracciones después de romper aguas y sabiendo que todo tenía un proceso, que no iban a nacer en cuestión de minutos, me di un baño y salí desnuda en medio de la noche mientras sentía mi rostro arde por los miles de sensaciones que mi cuerpo estaba experimentando.Me paré frente a él y lo observé dormir pacíficamente, incluso dormido me volví a enamorar.Acaricié su rostro y empecé a
AmirHay personas que piensan que la felicidad depende del estatus social en la que se encuentre uno, pero se equivocan, nada es lo que parece y nada es lo que es, por mucho dinero que se llega a tener. La verdadera felicidad está al lado de alguien que comparte la misma manera de pensar, que comparte contigo su forma de ser, felicidad es encontrar a alguien que acepte tus manías sin cambiar nada de ellas. Cada uno le ha puesto un nombre a su felicidad y el mío es Lauren y gracias a ella llegaron mi eterna felicidad, mis hijas.—Extraño ese vientre tan lleno de vida—dije mientras Lauren y yo tomábamos un baño de espumas.—Mm... ¿Me estás proponiendo algo?
Ser contratada para seducir a un magnate árabe para mí era pan comido, pero lo que no tenía constancia es que la belleza de aquel oriental me iba a tocar fibra a tal punto que no me quedaba de otra que cumplir las condiciones del contrato para luego desaparecer de su vida para siempre.Nunca pensé que en aquel encuentro provocado en aquella fiesta me iba a traer desgracia a mi vida, mientras él me deslumbraba con su formalidad y perfección, yo intentaba hacerle caer para finalizar lo que me torturaba todos los días y que no tenía marcha atrás para rechazar lo que llevo haciendo desde hace años.Después de aquella mirada oscura llena seriedad y de atractivo ya nada volvió a ser lo mismo. Era él, él y él.
Tenía una manera diferente de ver la vida, no pedía mucho, no exigía felicidad ni tampoco ser perfecta ante la sociedad, no elegimos quiénes somos ni en quien nos convertimos, sucede y listo.Condenada a la diversión vacía, sin sentimientos mi corazón se había convertido en piedra, duro como el acero para no dejar entrar a nadie, y cuando digo nadie me refiero a los clientes que visitaba, a los cuales pagaban cifras altas para estar entre mis sábanas.¿Dónde quedó el amor? ¿Acaso no deseo sentirme amada y no solo utilizada?Todo tiene una explicación, todo tiene una lógica para entender el porqué me había convertido en lo que soy ahora.
Hay espejos que no reflejan lo que somos realmente, nos solemos mirar para luego acabar engañados por este, a veces quisiera ser como antes y alejarme de todo lo que soy hoy en día, de vivir una vida cerca del mar y no preocuparme de las facturas, las deudas que mis padres dejaron encima de mis espaldas y sobre todo olvidarme de la famosa duquesa.—Ya te dije que no sé mucho de él, solo que es un árabe que está de paso en Londres con sus amigos y por negocios— me voy probando vestido frente a mi compañero mientras él me interroga.Necesitaba causarle una buena impresión, no quería asustarlo al verme con un vestido corto y demostrando un escote que por esta noche cubriré con un vestido de cuello alto y largo a tres dedeos por dejado de las rodillas,