Lauren
¿Qué tan bien merecido tenía Iván a morir? Estamos hablando de un ser humano que por mucho mal que haya hecho no tenía porque Amir arrebatarle la vida, no venía al caso dejarse cegar por sus palabras sin preguntarme a mi primero.
Días después.
—Señor Al Malik, queda usted en libertad, ya que la muerte de la víctima fue ejecutado en defensa propia y por eso queda libre de toda culpa.
El juez dictó sentencia a Amir después de pasar días entre rejas.
¿Y respecto a mí? Iván no llegó a penetrarme aquel día, después de gritarle una y otra vez que era Lauren y no mi hermana este reaccionó y se alejó de mí, pero sus manos tocándome aún las siento sobre mi piel lastimada y sin contar el cansancio que llevo dentro, estaba agotada y no por cargar a
AmirExplicarme a mi mismo cómo hacerlo, sería como explicar a alguien en otro idioma que desconozco y lo único que se me ocurre es pasar de largo y no decir nada. Pues así estaba respecto a la decisión que tomó Lauren, no había explicación para describir la forma en la que llegó esta distancia a la que fui condenó.Estar con alguien que solo amas es como estar con todo lo que un día buscaste y encontraste, pero lo raro es estar viviendo en un hotel mientras lo único que sabía de ese amor llegaba a mí es por vía de mi madre.Así es, me fui para dejarle toda la comodidad que ella necesita, todo lo que es mío ahora es suyo en su totalidad siempre lo considere así incluso el primer día que fingimos ser lo que no éramos y acabamos viviendo una mentira que se transforma en una gran y hermosa verdad.No la
LaurenEstaba hecha un desastre, me sentía en medio de un huracán de sentimientos mientras lucho con todo mi ser para no caer y seguir adelante con mi decisión, los días fueron pasando y la ausencia de Amir fue castigándome cada segundo y todo por querer distancia que comprendí que no necesitaba, pero el orgullo de decir que me equivoqué se apoderó de mí.—No puedo hacer más que continuar con mi decisión, entiende Dilay hemos sufrido mucho y...— me interrumpe mi hermana.—Eres tonta, Lauren, ese hombre lo vi despierto agonizando en silencio mientras tú estabas secuestrada.—No sigas, Dilay.—Seguiré y te tendrás que aguantar.Suspiré y fui a por un vaso de agua mientras escuché el timbre sonar.—Salam alikom, chicas— la voz de Sarah se hace presente entre nosotras.
Normalmente no soy así, no soy como le hice ver a Amir al alejarlo de mí, hay algo en mí que me preocupa a tal punto que decidí ser la mala de la historia para convertirme en la más fuerte y débil a la vez. Nunca nadie dijo que amar fuera fácil, nada lo es, nada parece lo que es a la hora de querer a ese ser tan intensamente y solo mi corazón y yo saben la verdadera razón por la que quise poner distancia.—¿Qué está pasando aquí?—Padre me mandó a recoger unas cosas, pero no sabía que te íbamos a encontrar.Amir alzó las cejas y sopló mientras siguió sin mirarme.—Si no os importa entrar conmigo para ver de qué se trata, ya que padre está muy raro.Amir se lo pensó, pero luego entró y lo seguí para luego sentir los pasos de Sarah a mis espaldas.Desconf&iacut
AmirPor muy mal que me sentó esta distancia que puso entre nosotros, sabía que Lauren lo hacía por algo más, noté como si me estuviera ocultando algo y mi mente imaginó que había cambiado sus sentimientos por mí después de estar con Iván, que pensamiento tan descabellado.—Y tan fácil que era decírmelo, siempre lo complicas todo cuando te repetí una y otra vez que no me ocultaras nada que somos un matrimonio fuerte y podríamos con todo, pero nuevamente optaste por la vía más fácil.—No me puedes cambiar, así soy, me importas tanto que prefiero sacrificar lo que tenemos, a ver tu sufrimiento.
LaurenEsa manera de quererlo ha sido singular, esa manera de ocupar un lugar en mi corazón casi nadie tuvo esa oportunidad excepto Amir Al Malik, como dijo una vez mi querido y gran amigo Carlos donde haya un árabe que los demás se aparte y ahora entendí esa estúpida frase sin sentido, la cual ahora la siento con mucho sentido para mí y la experiencia que viví con mi árabe.Con Amir aprendí a reír y a secarme las lágrimas, aprendí a no decir un hasta siempre sino un hasta luego, lo intentó todo y al final nuestro amor salió ganando las batallas que el destino nos puso en el camino. Hoy puedo decir que yo, Lauren Evans esposa de Amir Al Malik soy la persona más afortunada que puede existir, soy una mujer llena de her
AmirTodos tuvimos a alguien que nos hizo pedazos, todos sufrimos de alguna manera u otra por alguien que no merecía nada de nosotros y acabó por merecer todo lo que somos, todos conocemos ese dolor que inicia desde la garganta y se propaga hasta el pecho cuando no vemos a esa persona que amamos, y terminamos por darlo todo sin esperar nada a cambio.Por muchos golpes que nos demos contra el suelo, siempre levántate, lucha con amor y enojo, con deseo y anhelo, pero siempre lucha si es la persona correcta.Yo soy valiente, pero también soy débil y me siento orgulloso de decirlo, me siento débil si no la veo, si no estaba a mi lado, pero a esa debilidad le agarró la valentía y la busco aunque me dejé la vida.Verla reír y feliz junto a nuestra familia es la fotografía más hermosa que podría grabar en mi memoria, su rostro irradiaba emociones que eriza
LaurenTenía claro que la forma en la que iba a anunciar a Amir la llegada de nuestras hijas tendría que ser especial, ya que cuando se enteró de mi embarazo no estábamos pasando por un buen momento así que en medio de la noche, mientras sentía las primeras contracciones después de romper aguas y sabiendo que todo tenía un proceso, que no iban a nacer en cuestión de minutos, me di un baño y salí desnuda en medio de la noche mientras sentía mi rostro arde por los miles de sensaciones que mi cuerpo estaba experimentando.Me paré frente a él y lo observé dormir pacíficamente, incluso dormido me volví a enamorar.Acaricié su rostro y empecé a
AmirHay personas que piensan que la felicidad depende del estatus social en la que se encuentre uno, pero se equivocan, nada es lo que parece y nada es lo que es, por mucho dinero que se llega a tener. La verdadera felicidad está al lado de alguien que comparte la misma manera de pensar, que comparte contigo su forma de ser, felicidad es encontrar a alguien que acepte tus manías sin cambiar nada de ellas. Cada uno le ha puesto un nombre a su felicidad y el mío es Lauren y gracias a ella llegaron mi eterna felicidad, mis hijas.—Extraño ese vientre tan lleno de vida—dije mientras Lauren y yo tomábamos un baño de espumas.—Mm... ¿Me estás proponiendo algo?
Último capítulo