No estaba segura a ciencia cierta de que era como sus amigos me contaron de él o realmente era una estrategia para hacerse el santo, tenía que averiguarlo como dé lugar y la única manera era haciendo mi trabajo.
—Entonces nada de nada— repite Carlos.
—Nada, ese hombre es diferente a lo que conocí hasta ahora. Te puedes creer que ni me dio la mano para presentarse.
Carlos me había llamado por la mañana temprano para cotillear y es que no había mucho cotilleo porque no pasó nada, después de dejarme en casa este se despidió cordialmente y luego me salí de su auto.
—Te encuentras que en su cultura las únicas mujeres que pueden tocar son...— termine la frase.
—A sus madres, hermanas y esposas, pero sabes sabio amigo, no todos los árabes cumplen las normas de su cultura.
—Esto está claro, cómo en otras religiones que no todo el mundo va a misa y no dejan de ser creyentes, pero sabes que, duquesa, pienso que es bonito así ¿no?
Para que Carlos halague estos tipos de actos es difícil y para eso tiene que haberle gustado.
—Creo que empezaré a hacer lo mismo a partir de ahora, nada de dar la mano a otras mujeres que no sea mi madre, hermana no tengo, pero te pongo en su lugar y esposa tampoco tendré.
—Tú lo tienes fácil— nos reímos porque él sabía a lo que me refería. — Al menos saque algo bueno de la fiesta de anoche, ser su guía turística.
—¿Cómo lo conseguiste?
—Un poco de actuación y suerte.
—Ya nada me sorprende de ti, amiga.
En este trabajo los principios no valían nada, tener moral o dignidad era no poder cubrir las facturas y eso a estas alturas de mi vida no lo podía permitir.
—Buenos días, señorita Lauren, bonita mañana— dice nada más verme mientras examinaba su anatomía.
No sabía ¿qué le sentaba más bien el atuendo típico de su país o la ropa occidental que lo hacía ver más atractivo de lo que había visto ayer?
—Buenos días, señor Amir, así es una linda mañana para visitar el parque Battersea Park.
— Ordene que un chofer se hiciera cargo de transportarnos a los lugares que le indique usted, señorita Lauren.
Asentí y después nos adentramos.
—Hábleme un poco del lugar donde me lleva.
—Bueno para mí es el mejor parque de Londres, ya que nos ofrece muchos secretos entre otros la fauna y mucha diversión presiento que será una experiencia que se lo hará pasar en grande, señor Amir.
—Soy hombre de mucha fe, señorita Lauren, por eso pienso que será como usted dice ser.
Normalmente los hombres que me visitan caen con solo una mirada atrevida, pero creo que con este voy a necesitar más que eso, ya que su distancia y la forma de tratarme supera a la caballerosidad.
—¿Qué tendría que hacer, señor Amir para que se sienta más cómodo y no haga tanta distancia conmigo?, no muerdo.
Sus ojos posan sobre los míos y sentí una oleada de calor, junto a su fresca fragancia hundió no solo mis fosas nasales, sino mis pulmones y le quito el valor al oxígeno.
—¿Quién dijo que no me siento cómodo? ¿O es que necesita más confianza que una sonrisa o eliminar las formalidades? Y no es que teme su mordedura, señorita Lauren.
—No es eso, pero parece como si tuviera la rabia y temiera acercarse y si ya veo que no le da miedo una simple mordedura, sé que piensa es que es inapropiado.
Dejé de mirarlo para contemplar el hermoso lago del lugar.
—¿Y qué es para usted lo inapropiado?— su voz sonó nuevamente haciendo que esa pregunta me dejará pensativa. —Recuerde que cada uno lo interpreta de diferentes maneras.
—¿Y usted cómo la mira?— conteste con otra pregunta.
—No se atreve a contestarme o no sabe cómo hacerlo. Ayer me demostraste tu valentía al delatar frente a mí a uno de los empresarios más veteranos del país, el Sr. Smith.
Y es que no tenía palabra para describir que sería lo inapropiado para mí, si soy la definición perfecta de la palabra en sí.
Las horas pasaron y él parecía estar divirtiéndose, pero lo que más me gustó de la mañana fue cuando empezó a alimentar a los cisnes del lago y él en medio de ellos.—Antes hemos estado hablando de lo inapropiado, pero poca respuesta recibí de usted, señorita Lauren— volvió al tema de antes. — Y que me dice de lo apropiado, ¿qué sería para usted lo adecuado?Tome una calada de aire y respondí con firmeza.—Lo que no dañe a otras personas, lo apropiado sería hacer cosas las cuales nos sintamos cómodos sin esperar expectativas altas de nadie. En resumen dejarse llevar y ser feliz.Este cur
Cometer errores no nos hacen personas imperfectas, al contrario es parte de la naturaleza del ser humano fallar en ocasiones y es un proceso de lo más común, pero mucho no lo ven de esa manera.—Tome la iniciativa de llevarlo a conocer la torre de Londres, ya que es exquisita visitarla a esta hora de la mañana.Parece no haber pasado una buena noche, sus ojos dejaron ver lo cansado que estaba y aun así acudió a la cita prevista.—Me parece buena idea, señorita Lauren.—Por favor, solo llámame Lauren, es que me siento rara al oírlo tantas veces.Este asintió y después el chofer inició el trayecto.—¿Está usted bien?— pregunté.—Cansado, una noche agotadora.Vaya, podría pensar muchas cosas que lo hubieran dejado exhausto, pero mi mente sucia le quitó sentido al pensar l
Era alucinante sentirse besar por tal hombre, su forma de dejarse llevar por mis labios me dejó más claro que su madurez no solo la carece en aspecto físico y mental, sino en saber cómo dominar sin hacer nada.—Ya no juegues más, Lauren— se separó de mí.Su mirada se volvió fría y arrogante.—El cazador no siempre caza a la presa— anuncie llevando la vista a sus ojos.— Y no todo cazador se deja cazar tan fácilmente y que la presa no suele actuar con inteligencia ante la adversidad del cazadorMi boca formó una perfecta "o" mientras esté tomaba distancia.
Que tan malo lo había hecho para que él no quisiera verme más, ¿debería considerar sus palabras tan llenas de respeto y alejarme de esta seducción la cual me va a llevar a la locura?—Se acabó, no voy a seguir con el contrato.—¿Tan malo fue?—Todo lo contrario, aunque le haya robado el beso, su forma de hablarme, el tacto que tuve fue tan extraño que no quiero terminar huyendo porque la Lauren de años atrás vuelva nuevamente y no... ya sabes lo que pienso de tener sentimientos.Carlos presiona los labios y asiente. —Entiendo que este cliente no es como los demás.—Joder,
Amir.Muchos dicen que mi semblante no es más que una fachada donde escondo mi verdadero yo.La realidad de mi vida es otra, he sido el mayor cretino que ha existido sobre la Tierra, jugué que muchos corazones y cuando me di cuenta de que nada me llenaba decidí parar, dar un cambio a mi vida y dejar atrás todo lo que hasta ahora quedó en el pasado y me hice un hombre de bien, con principios y valores donde doy importancia a mis creencias y cultura y admiro como mucho respeto a las mujeres.No deseo pasar una noche con una y mañana buscar a otra, no quiero diversión que dure solo unos minutos, mi prioridad era encontrar algo o mejor dicho a alguien que llene mis días de locuras, de magia y sobre todo de esas emocio
LaurenTodo lo que tenía que hacer era seducirlo y acostarme con él, sin más, pero las cosas se retorcieron a tal punto que no sé si terminar con ese maldito contrato o desafiar al árabe que se cree que no soy capaz de demostrarle lo que me pidió, sé que ante los ojos de otros hombres no soy valorada por lo que me dedico, pero tengo orgullo y es más poderoso que cualquier otra cosa.—Ya les dije, señores que su amigo no es tan santo como les hace creer, al parecer tuvo un pasado bastante involucrado con mujeres y ahora no sé si está fingiendo o realmente cambió— les explicó a los que me contrataron.—Es imposible, duquesa, somos amigos desde hace años y n
AmirUna de las emociones que más detesto son los celos, un sentimiento que me hace ser diferente al Amir que soy para convertirme en un Amir que nadie quisiera conocer, el autocontrol es uno de los factores que más control tengo, pero descubrí que con esta mujer no soy quien quiero ser.—Cada quien lo lleva a cabo a su manera y para llamar su atención tenía que presentarme con otro hombre, pues bien aquí estoy.—¿Y dónde quedó tu valor?—El valor no lo es todo, señor Amir. Hay cosas que son más fuertes que mantener la dignidad— aclaró ella.Sus palabras estaba
LaurenLa vida tenía que seguir su curso, tenía que arrancarme de la cabeza lo sucedió estos últimos días con Amir, él me dejó claro que no iba a ceder ante nada, y con eso me bastó para darme cuenta de que no todos son iguales, que no todo depende de seducir y caer, ahora sé que hay hombres que valorar a las mujeres en todos los sentidos, sé que mi error me llevó a creer que nadie iba a rechazarme y todo encaja en su lugar porque Amir es diferente a mí, él es un hombre que merece a una gran mujer a su lado, a una con valores y principios, una que no le dé miedo caminar con él y ser descubierta, él es el hombre más serio, carismático y caballeroso que jamás había conocido a mis veintiocho.
Último capítulo