CINCUENTA Y OCHO

Amir

Ver el rostro de mi mujer al oír el porqué Dina vino a buscarme era lo más divertido que vería a lo largo del día, me encantaba su reacción y sobre todo su ataque de celos que intentaba disimular.

—¿Estás bromeando?

—No estoy bromeando, habibati.

—¿Qué mierda estás diciendo, Amir?

Y es que no podía parar de reírme. —Ven entremos.

—¿Te lo estás pensando no?

Por supuesto que no, no se me pasaría por la cabeza, hoy en d&iac

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo