Benjamín alzo una ceja llevándose una uva a la boca.—¡Esta bien!, yo organicé todo, pero— apoyó su brazo derecho en la mesa y a la vez su cabeza en su mano. — no te negaré que valió la pena, si tuviera la oportunidad lo haría de nuevo— se llevó una pieza a su boca. — fue lo mejor que he hecho en mi vida ——Bueno, esa noche…Iris lucia realmente hermosa y tú, no le quitaste la mirada de encima, así como ella tampoco a ti, toda esa noche fue perfecta, aunque debo admitir que te cayeras al lago fue maravilloso jaja, ¿No lo crees Nessi? — dijo Aurore con gracia.—Ahora comprendo— decía Benjamín tomando un poco de jugo— por fin entiendo porque a las vacaciones siguientes, todos me llamaban “Benjamín del lago ness”, por qué Benedict siempre se burlaba y hasta por qué un día el tonto de Cormac me regalo un arreglo de algas——Jeje, es que al siguiente día se nos salió— dijo Aurore— le comentamos a Cormac, él se lo dijo a los chicos y todo el pueblo terminó enterándose ——Mira que me costó lav
El viento que ondeaba la castaña cabellera de la hermosa Aurore, le daba un aire místico, casi espiritual, que, aunado al rastro de lagrimas secas que se apreciaban en su rostro, le proveían de una apariencia angelical que casi logro derretir su corazón, sin embargo, mas grande era su curiosidad por saber que era aquello sobre lo que su esposa había hablado con su hermano mayor, que le hubiese provocado derramar algunas lágrimas. Se sentía desplazado, si bien, su matrimonio era una completa farsa y el acuerdo había sido únicamente para lograr convencer a su abuelo de ser el indicado para quedar al mando de las empresas familiares, comenzaba a molestarle que Aurore no lo requiriera para nada, quizás, con Benjamín si se había animado a hablar sobre aquella pesadilla que la había despertado angustiada, pesadilla que no quiso compartir con él. Se sentía profundamente molesto, y quizás, un poco celoso de la relación amistosa que compartían esos dos, desde siempre, Benjamín había sido cerca
Hace 10 años…Guardaba sus cosas una a una en su maleta rosada, lo hacía con tranquilidad como si el tiempo no le importara, al querer agarrar su demás ropa tiro una foto de su mesita, con mucho cuidado la levantó, suerte que no se había roto la miró y sonrió esa era su foto preferida, acarició el porta retrato, sin duda era su favorita.La foto con su hermana…Iris, ¿ya terminaste de empacar?— preguntó Aurore desde la puerta.Le sonrió y dejo el porta retrato donde estaba.Ya estoy lista— miró su maleta que estaba apenas con unas dos prendas— bueno, casi—Aurore le sonrió y se acerco para ayudarle, ahora contaba con 15 años tenia su pelo largo hasta antes de la media espalda y ondulado de las puntas, los signos de juventud se hacían notar en su ya desarrollado cuerpo envidia de muchas de las jóvenes de su edad y su belleza era también algo de lo más notorio.Empezó a doblar la ropa de su hermana y a meterla en su maleta.Ambas se sonreían.Iris ya tenía 18 años, bueno casi, en unos c
En estos momentos, en el estacionamiento del lugar, muchas camionetas llegaban y en otras las familias se encontraban bajando sus cosas para llevarlas a sus cabañas.—¡Hey, hola! — llamó Alexis acercándose a los hermanos Gray. — ¿Qué onda? — los saludó de beso.Los dos grupos de chicos y chicas hacía años que había dejado su “rivalidad” o esa estúpida norma de “los populares y las chicas no van” todo esto al saber que los mayores de cada grupo se habían unido en relación, es decir, luego del noviazgo de Iris e Benjamín.—¿Acabas de llegar? — preguntó Benjamín.—Si, hace como veinte minutos— respondió. — ¿Y los demás? —Como si sus preguntas fueran deseos la mayoría, de los que faltaban, se acercaron a ellos, Arthur, María y Caroline venían platicando por su lado, Conrad, y Córner amenazaban a Gerardo con acercarse a su hermana y estaban entre estos dos.Cuando se acercaron al trío olvidaron lo que venían haciendo y se saludaron.—Oye Lexi, ¿y Cormac? — pregunto Estefany. — que milagro
Miró debajo de sus pies e hizo a un lado el desastre de la charola.¡Aurore!— Llamó de nuevo su madre.Ella salió del cuarto, yendo con sus padres.En el piso del cuarto, junto a la puerta del baño quedaban los rastros de sangre, y cerca de la puerta principal quedaban los rastros de lo que había en la bandeja. Ahí lo que Aurore había pisado.Ahí estaba el jarrón roto…Y un lirio destruido y marchito…Hacía minutos que habían llegado al hospital de “Sagrado Corazón”, en la sala de espera la familia Ellis esperaba noticias, pero nadie decía nada, Karla, la directora del hospital. Era la encargada de Iris pero aun la estaba tratando.Aurore estaba sentada, inclinada hacia adelante y con la cabeza entre sus manos.—Aurore, hijo— llamó la señora Ellis— creo que sera mejor que avises a Benjamín y los demás, tu padre y yo nos encargaremos de decirle a los padres——esta bien— dijo en un susurró.Salió hacia los jardines del Hospital, sacó su celular de los bolsillos de su sudadera roja y mar
Nadie sabia que hacer o decir las chicas se llevaron una mano a la boca y ahogaron un gritó la mayoría de los ahí presentes deseaban no haber oído eso, todo menos eso. Benedict miró hacia el piso, esta vez si que había dicho algo estúpido, en el peor de los momentos. No Aurore— Benjamín la agarró de los hombros— ¡estas mintiendo!— dijo mientras sacudía ligeramente a la chica— ¡Deja de decir estupideces! ¡Ella no puede tener leucemia! ¡Ella no! ¡Deja de mentir!— Benjamín…—susurro Alexis. Aurore se safó del agarre del pelinegro y lo miró a los ojos. ¡¿Crees que esto me gusta?! ¡Yo tambien quisiera que fuera una mentira! ¡No solo tú! ¿¡Crees que disfruto contando esto!?— se tranquilizó y suspiro no era el momento para alterarse— esta es la realidad Chicos, a los doce años le detectaron leucemia a Iris, durante un año estuvo con quimioterapia y gracias a que se detecto a tiempo pudieron impedir que siguiera avanzando, pero como dije, al cumplir los quince la leucemia volvió ella no q
Uno a uno fueron pasando para tratar de decir adiós, entraban serenos y salían con lagrimas en los ojos los primeros fueron sus padres, luego Aurore, Benjamín, Benedict, Cormac, Alexis, María—ten, Caroline, Arthur, Gerardo, Conrad, Corner y la última que quedaba era Estefany quien en estos momentos salía con lagrimas en el rostro, fue abrazada por sus hermanos. De repente un grupo de enfermeras corrieron rumbo a las habitaciones, tras unos segundos una regresó y habló con la recepcionista. Código rojo en la 7, llama a Karla—— ¿Qué no esa es la de Iris?— dijo Cormac. Aurore sintió mecánicamente aferrándose al brazo de Benjamín. Angel… no— Karla se acercó con pasos lentos y una mirada llena de tristeza. Lo siento, hicimos lo que pudimos— dijo empezando a llorar— pero no se salvo, Iris ha muerto— Iris a muerto, retumbaba en la mente de todos ¡no podía ser! Sentían como parte de ellos se moría, pero esa era la realidad. Justo la mañana del 29 de Junio, un día después de que cumpl
La brisa le daba en el rostro, pero poco le importaba estaba más interesada en sus memorias que en el mundo que la rodeaba y es que luego de recordar toda una vida o al menos una parte de ella no tenía ganas de saber que pasaba en el mundo real, deseaba quedarse en un mundo mágico donde ella pintara su pasado, presente y futuro, donde las lágrimas no existían, solo las sonrisas y la felicidad, pero nunca nada es perfecto.Al menos no todo.—¡Aurore! — oyó como la llamaban, se separó de la cuerda del columpio y fijó su vista en quien había pronunciado su nombre.—Por Dios…—susurró asombrada—¡mi vida! Yo me lo como ahora—A pocos metros de ella venía lo que nunca creyó ver, Benedict Gray caminaba tranquilamente hacia ella ¿Qué era lo asombroso? Pues bien, Aurore solo había visto al Gray, hasta ahora, en trajes muy formales, y con una apariencia seria y fría pero ahora era todo lo contrario.Benedict tenía un pantalón de mezclilla y traía una playera de manga corta de esas pegadas al cu